martes, enero 30, 2007

Nostalgia de tránsito

Estoy en fase de "decentización". No tengo muy claro si me gusta o no pero estoy en ese período, sin duda. Tengo una amiga que dice, por temporadas y con una gracia y seriedad encantadoras, que está "emputecida". Se refiere a que, en esta etapa, le gustan muchos y se lía con quien le parece, fruto de su proverbial desencanto ante a posibilidad de encontrar algún especímen para otros menesteres que los puramente sexuales.

Pues yo estoy en la fase contraria: decentizada ¡Maldita sea! No tengo ganas de sexo por sexo. Nunca he sido de eso, la verdad, pero sí pragmática, o sea, que no busco donde no hay y tampoco pretendo esperar a mi sapo cosiendo y pasando hambre.

De pronto, me ha dado por recordar los momentos en que sentía y me parecía ser correspondida. Al menos, sabía que era especial para quien estaba conmigo. No importa que no hubiese compromiso o durase más o menos. Éramos especiales. De pronto, estar con individuos que me pueden más o menos divertir o entretener _durante bastante tiempo no he esperado y es probable que no espere mucho más de ellos_ no me parece ni medio atrayente. No tengo ganas de ofrecerme a quien no sabe apreciarme. Me parece hasta mal para mí misma. Viejos ramalazos del orgullo del pasado.

Hace unos días, alguien me comentaba que veía Sexo en Nueva York y le recordaba a la protagonista. No es el primero que me lo dice. Ni la primera vez que yo lo pienso. De hecho, hay una entrada de este blog _"Estereotipos y realidades"_ en el que hago alusión a la serie y mi forma de entenderla. Mi propio compañero de piso, cuando la veíamos juntos, se giraba hacia mí, se reía en algún momento y exclamaba: "¡Pero Carrie!". Y eso que yo ejerzo de Samantha y es mi favorita. Pero, qué se le va a hacer, para mi desgracia soy una Carrie morena y sin dinero.

Quien hizo la referencia decía que le parecía semibueno ese parecido. Según sus palabras: "Sexy, inteligente... pero le da muchas vueltas a sus relaciones con los hombres, igual que tú". Qué curioso. En realidad, en la vida real no le doy ninguna. Si así fuese, ningún hombre me habría tocado en años. Porque desde luego, salvo alguna cosa bonita, en la mayoría de los casos si fuese la de otro tiempo, no permitiría ni que me rozasen. Muchas veces sería lo más propio pero mi espíritu práctico se aplica el "touch and go", por si mi sapo personal no aparece nunca (algo que considero de lo más probable).

En fin, ahora lo que sí me pasa es que, por las fechas o por echar una mirada a las estrellas fugaces, no quiero líos con quien no tenga algo que ofrecerme. La cruz de esta moneda es que, cuando conozco a alguien que a todas luces sí lo tiene, me asusta. Es la falta de costumbre y me paraliza el acercarme demasiado a alguien a quien puedo dañar si no cumplo/cumple las expectativas. Lo quiero todo y, claro está, no tengo nada. Quiero química a raudales, no puedo vivir sin pasión. Los hombres adecuados no me parecen apasionantes. De hecho, no conozco individuos apasionantes o no soy consciente de ello.

De lo que sí soy consciente es que me merezco mucho más que un tipejo que me eche un polvo de vez en cuando para presumir con sus amigotes, que tengo que cotizarme más, porque yo lo valgo, y que incluso Samantha sólo se tira a los mejores (por físico o por pasta, pero sólo a los mejores).

Y por aquí, Carrie, a falta de verdaderas sensaciones que echarse a la boca, mira nostálgicamente a su míster Big que pudo ser y no fue, y se aburre soberanamente de no encontrar a nadie que la vea.

Además de tocarla.

5 comentarios:

Chipsoni@ dijo...

Nena que cicatriza, acuérdate que cicatriza, que te lo digo yooooo.

Bueno, ya iré por alli a salvarte si es que veo que esta etapa te dura demasiado.

Muchos besos, princesita.

ninfasecreta dijo...

No me azuzteeezz!!

Pero fale, me encantó la última vez que me salvaste ;)

Un beso ojos irresistibles

Anónimo dijo...

Querida amiga; estoy enganchada a tu blog como se de una telenovela se tratara; ya sé, las comparaciones son odiosas, pero ahora te explico:
Si pasas algún día sin escribir, noto como si m faltara algo (lo mismo me pasa si no tengo tiempo de leerte); y además puedo decirte que me identifico mucho con las vivencias que expresas: si sufres yo tb sufro y me siento muy bien cuando tu te sientes bien....¿no es esto estar enganchada?
Bueno, unas veces me gusta más q otras lo q escribes, tb mi grado de identificación varía, no siempre escribo comentarios, pq en muchas ocasiones no tengo demasiado tiempo, o no m siento inspirada para escribir, pero casi siempre m tocas la fibra...; espero q no te canses nunca.
Por lo demás, ya hablarems algún día de nuestros "estados esenciales", o más bien "estados carenciales", como la novela.

ninfasecreta dijo...

Jejejeee! Bueno, yo tb estoy enganchada y el día que no escribo me da la sensación de que me falta algo.

Es natural que no te identifiques todo el tiempo y que no te guste siempre o siempre por igual, eso es signo de criterio y yo, de forma premeditada, varío de vez en cuando el tono y los temas para no caer en la redundancia (en la que, de cualquier modo, caigo inevitablmente...)

Sobre los estados carenciales... ains, qué quieres que te diga que no sepas???

Un bico

Shutt dijo...

¿"decentización"?,¿por que?, este mundo no lo merece, cuando la vida sea decente conmigo yo comenzare a plantearme ser algo mas decente pero me da que mi parcelita en el infierno ganada a pulso por meritos propios, no me la quita ni una "bula papal", jejeje.

"Se feliz y no mires con quien", parece plagio-titulo-peliculero pero para indecentes ellos, indecente "YO".

Se "MALA" my friend, te divertiras mas.

bechus muchus.