martes, junio 28, 2011

La crisis no me deja soñar

No hay nada más inspirador que el insomnio, cruz con la que cargo, a mi pesar, desde los doce años. Las vacaciones de mis hijos me permiten desordenar aún más mi sueño y mi caótica tendencia a pensar sin parar favorecen que ni los somníferos puedan con mi hiperactivo cerebro.

Me paso la noche pensando en noticias tristes como que el periódico donde me formé como profesional ha cerrado hoy sus puertas. Era una mierda de diario, lo mismo que es una mierda de empresa, dirigida por un cacique cateto y con aires de grandeza para compensar sus complejos por no pasar del metro cuarenta. Sin embargo, las cosas como son, que los medios cierren es lo mismo que decir que los que pertenecemos a ese mundo estamos en desuso y es que así es. No me gustaba trabajar allí, me explotaron hasta el límite de mis fuerzas pero sabía que era muy buena, que mi capacidad de trabajo era incombustible y me curtí hasta extremos inimaginables.

Aprendí que podía escribir de cualquier cosa, que podía hacer legible y hasta interesante un montón de temas que me aburrían y no me interesaban ni lo más mínimo. Eso es oficio y eso es lo que diferencia a un profesional de un becario o de un redactor pretencioso. Y aunque parece que estoy presumiendo, nada más lejos de la verdad, porque antes de entrar en el periodismo yo era muy versátil: en el instituto, durante las vacaciones, trabajaba en una tienda de recuerdos, fui auxiliar de acupuntura durante dos años,subencargada en una cadena de moda, tras mi periplo por el periódico trabajé como relaciones públicas y comunicación en Madrid, asesora de prensa aquí en Galicia... Secretaria malhadada aunque después de decirme que era la peor y que no era nada personal, el tipo (o séase el jefe) puso a su nueva querida en mi puesto, lo cual me da mucha tranquilidad, así todo lo que dice que está mal por mi culpa todavía ya sabemos que son excusas de la nueva -que tiene mala leche y muy poca discreción, grandes dotes para una secretaria- cuando meta la pata. De todos modos, es cierto, el trabajo de secretaria es para mentes mediocres, organizadas, sin ambición (ojalá la mía fuese así). Realmente, no es mi destino.

No quería hablar de trabajo, quería hablar de insomnio. Yo creo que no me favorece no tomar nada de vino pero no me gusta beber en soledad (ya sabéis, es de alcohólicos), hay poca compañía y yo la busco menos. Me preocupa la supervivencia casi hasta la enfermedad. La gente se va despidiendo a la francesa y casi lo prefiero, ahorro de aquí y de allá y que les den a todos.

Con la crisis ha nacido otro nuevo tipo de prostitución, lo he descubierto en la red. Yo chateo, ya lo sabéis, por puro aburrimiento. A veces conozco gente interesante, en general, conozco mentecatos. Pues en los últimos tiempos ya van dos fulanos que se ofrecen a ser mis "amigos especiales" a cambio de conseguirme trabajo, hacerme regalos caros y todo lo que, como querida, no quise sacarle a mi ex pareja, que aún tiene la osadía de echarme en cara los cuatro regalos que me hizo en su día  (mala memoria: en París me iba a comprar un bolso, un reloj  -nada de nada-, se ofreció a entrar en una tienda de jeans de 300 euros y la buitre de Ninfa se negó, entramos en Hermés y ni un perfume quise, hasta las camisetas de regalo para mis niños las pagué yo... mientras en otras se invertía 800 euros en un vestidito y unos zapatitos, se iba de vacaciones a la playa a un destino exótico que había preparado conmigo a mis espaldas...).

Pero fui muy interesada, qué duda cabe... Y no sigo rajando pero cualquier día de estos hago un inventario porque me da la gana y como éste no tiene nada mejor que hacer que mirar mi blog pues así hace memoria. La consecuencia de todo esto es que, por su culpa, yo no puedo ver París, no sé si podré volver algún día, que con este tipejo y el Cobarde (otro que tal baila) cualquier recuerdo relacionado con el amor me produce arcadas y malas vibraciones. Nada bello, nada digno de recordar. Sólo dolor, desprecio y vergúenza ajena.

Pues eso, que los tíos con pasta, hacen como el zorro plateado, compran las parejas y a mí ya me han ofrecido el oro y el moro sin darles amor a cambio -porque de eso ya he dejado claro que ni tengo ni quiero sentir más-. El caso es que, aunque estaría bien eso de encontrar un cretino que pagase mis gastos, nunca he sido capaz y, aunque fuese con todo claro, si el individuo no me  gusta mínimamente, creo que no le soportaría más de una tarde de paseo. En fin, una pena, porque está la cosa muy mala.

No sé si sentirme halagada o asqueada.

Creo que ya no siento nada.

viernes, junio 24, 2011

La Ninfa no tiene quien le escriba

Me he dado, después de bastantes años sin acercarme siquiera, una vuelta por el fuego purificador. Santiago de Compostela es una de las ciudades de Galicia y, muy probablemente de España pero sin  la publicidad de otros lugares, donde las cacharelas tienen más tradición. Y eso que con la movida de los permisos se han reducido mucho pero, con eso y con todo, ayer había autorizadas unas 227 fogatas en una ciudad de poco más de cien mil habitantes plagada, eso sí, de guiris, estudiantes, funcionarios y demás...

Era la primera vez que iba con mis niños. El peque como siempre dijo que no y luego no se lo pasó tan mal y mi hija se pasó el rato besándome y abrazándome por haberla sacado a tener una experiencia nueva. Santiago es una ciudad con mucha vida per se pero, en estas ocasiones, las calles se llenan y estaba todo el mundo, grandes y pequeños aunque, claro está, la juventud y el botellón autorizado presidía las calles.

Bueno, a lo nuestro, que no he saltado la cacharela, como siempre, porque el fuego me gusta verlo pero no salto sobre él para espantar el meigallo y me temo que debería arriesgarme a quemarme un poco para acabar con la racha de sinsabores o malosabores o putosabores...

Lo que está claro es que era un día para quemar muchas cosas pero como lo de ir de hogueras surgió un poco sobre la marcha, ni quemé asuntos que quisiera extinguir de mi vida, ni nada de nada. Y mira que este año era el de calcinar... y no sólo cosas. Tiraría al fuego recuerdos, tipejos con doble cara y ningún corazón, maleducadas desconocidas que se meten donde nadie las llama, malos momentos al por mayor, el paro, el mal de amores -ya superado pero dañino y, por lo tanto, indeseable siempre-, los engaños, los insultos, el paro, las pocas fuerzas para escribir, la soledad, la incertidumbre, la tristeza, la pérdida del respeto, la desconfianza, la cobardía ajena, la pérdida de fe en el género humano, la angustia por un futuro que no tal vez no exista... Tantas cosas...

Muchas de ellas están superadas pero queda la marca, la cicatriz de los daños que, sin estar ya presentes, te las miras y son un recuerdo omnipresente de que hay situaciones que te encantaría no haber vivido y personas que borrarías de tu registro.

Se me han quitado las ganas de escribir. Bueno, no exactamente, pienso en hacerlo constantemente pero una fuerza superior a mí, una desidia extraña me detiene. Es lo mismo que mi correo. Es puro spam, me deprime revisarlo. La Ninfa no tiene que le escriba y tampoco quien la inspire y mira que, al fin, ha llegado al punto en que no sólo no siento la necesidad de tener a un hombre a mi lado sino que lo considero hasta contraproducente. Salvo una excepción (que, como suele pasar, no está tampoco para fiestas, hasta en eso nos parecemos) los tipos en general me tiran para atrás. No sólo no aprecio la idea de depender emocionalmente de nadie sino que no me imagino sintiendo gran cosa. Es como el que tiene su corazón seco. A mí me ha costado años y, por fin, cuando he dejado de intentarlo, ha sucedido. Ya no creo que la felicidad vaya de la mano de un compañero, no echo de menos a nadie. Supongo que las dos últimas experiencias fueron unos fiascos de tal envergadura que, definitivamente, me he dado cuenta de que el amor es un cuento chino y que me encuentro más segura y tranquila sola.

Ahora lo único que me roba la paz es la incertidumbre laboral, como buena española, y la pérdida de inquietud intelectual porque eso sí estaba acostumbrada a compartirla y ya no tengo a nadie a quien le interesen esos temas. Me convierto en una ameba, mi intelecto apenas vive de rentas y mi legendaria chispa se apaga en esta ciudad donde casi no veo a nadie. Tengo que ponerle solución, sé cuál es pero para eso necesito fuerza interior, ilusión y estabilidad económica. Y no tengo ninguna de las tres cosas. Quizá la primera sí pero me falta un empujón, un toque de suerte, un sueldo cada mes, un poco de orden. Y un mail estimulante de vez en cuando. Unas letras que me hagan brillar los ojos.

"Porque escribo igual que sangro, porque sangro todo lo que escribo"...

Y es que la Ninfa no tiene quien le escriba...


viernes, junio 17, 2011

Prendida en una red que no me atrapa

Cómo me aburre internet. Sí, ya sé que es una paradoja que lo diga aquí, precidsamente en un blog que se publica en la red. Pero es así. Reconozco el valor de las redes sociales como elemente unificador y de difusión de información y, puesto que es para lo que sirvo, me encantaría estar en ellas trabajando pero he de admitir que, como ocio, las encuentro soporíferas. Alguna excepción, algún amigo o amiga especial que no puedo ver habitualmente me sacan de mi sopor pero... poco más.

Aprecio mucho encontrar información sobre cualquier cosa en los buscadores. No tanto que ésta sea tan sesgada y que no sepas a qué carta quedarte demasiadas veces. O que entres para leer opiniones sobre algún tema y salgas tan confundido con todas las chorradas y diferentes versiones con y sin fundamento que acabas más perdido que un pulpo en un garaje.

Me gusta porque me permite conocer gente pero se cuentan con los dedos de la mano aquéllos que he conocido por este medio que valen la pena. Valga también reconocer que tampoco valen gran cosa la mayoría de los seres que me he ido encontrando por la vida por la vía tradicional. Y que estoy poco receptiva, ciertamente, a casi cualquier nueva influencia exterior. Me ahogo en casa y apenas salgo.

Busco trabajo y me deprimo. Infojobs se repite como el ajo y es agotador intelectual y moralmente buscar. Es útil, seguro, pero yo nunca encuentro nada útil por esos lares. Será que no estoy en racha.

Nunca he sido amante de navegar por navegar. De hecho, en los comienzos era muy mala. Ahora me gusta pero siempre con un propósito. Estar ahí, buceando para nada, no es lo mío. Es como pasear, no me gusta, no soporto andar sin destino. Y cuando llego no me apetece seguir andando, busco una cafetería. Debería haber algo parecido en la red. Mira, acabo de tener una idea brillante, debería patentarla.

Me gusta leer pero me agota la pantalla aunque adoro poder crear posts acompañados de música, algo que no se puede hacer en el papel. Internet ha revolucionado mi vida para bien, está a mi lado en largas jornadas de soledad y me permite llegar con mis letras a lugares y personas jamás soñados. La amo tanto como la odio por permitirme ser escritora sin serlo del todo y por no ser capaz de magnetizarme como parece que a la mayoría. No soy lo bastante friky y no lo digo con desprecio. Con tanto tiempo libre, más me valdría serlo. Quizá mi vocación es serlo profesionalmente. Estoy acostumbrada a usar el ordenador por dinero...

En fin, espero no haberos aburrido yo...

O que si quiera se me haya entendido.

martes, junio 07, 2011

Para que Salga el Sol

Nunca he confesado que, además de Ninfa, soy una vaga de cuidado. He tenido paralizado mi blog por numerosas razones: mesura, descanso, pereza, mala salud y... un algo indefinible que, del mismo modo que me incita a escribir compulsivamente por temporadas, me detiene por otras...

Pero ya he vuelto, para alegría de unos y malestar de otros -no tendrán la conciencia tranquila-. He de admitir que es muy reconfortante encontrarse con lectores que te cuentan que se les hace largo abrir la página, dia tras día, y no hallar letras nuevas... supongo que no hay nada más estimulante para quien escribe. El mejor regalo que se le puede hacer a un escritor frustrado, o no.

He estado en mi Madrid del alma, con algo de luces y sombras, no Madrid, claro, mi entorno, pero el balance, desde luego ha sido más que positivo. Pude vislumbrar, más a través de las pantallas que físicamente pero con la voz en directo, a una verdadera Ninfa triunfante.

Tiene los cabellos rubios como el sol, las caderas cimbreantes, talento para componer, tocar instrumentos, bailar sin descanso con un estilo único y cantar con un estilo también único que, puede gustar o no, pero nadie puede negarle el talento para haber llegado a lo más lo más alto por méritos propios.

Siempre me he preguntado por qué algunos afortunados seres llegan a lo más alto y otros nos quedamos entre la oscura multitud. Obviamente, porque no tenemos el mismo talento en ciertas esferas pero... ¿De qué misteriosa materia está constituida el éxito que unos les llega y les catapulta a lo más alto y a otros, el maregmanum de la gente corriente, nos deja a un lado, peleando con unas vidas que a veces nos merecemos y a veces no tanto? Es posible que haya quien diga, como lo haría mi peor error, que no sé hacer nada bien, (después de ser la más inteligente de la faz de la Tierra, la mejor escritora, blablabla...), o que estoy tan especializada que, como digo yo, lo único que hago bien no vende. O no lo sé vender. En fin, qué más da.
A mí me gustaría ser Shakira con el kit completo: caderas, cuerpo, cerebro, talento, duende y Piqué... Pero sólo soy la Ninfa del Pelo Azul, como dice una querida amiga... Y ya no sé para qué me sirve eso.... Tal vez en otra vida...

He tenido la suerte de reconocer a un escurridizo afín en mi parte favorita de Madrid, el centro-centro, aunque la zona de los Austrias me apasiona pero los fines de semana hay demasiado guiri (me cuesta asumir que yo también debería ser considerada como tal pero me es imposible).

Unos ojos verdes de una intensidad sólo comparable a las esmeraldas pero con la vida de la que las piedras carecen, sonrisa franca, boca jugosa y un corazón de oro que alguna mujer y él mismo deberían disfrutar. Soy una romántica impenitente y, aunque ya no busco (mis dos últimas experiencias han sido tan de mentira y tan traumáticas que se te quitan las ganas de ir a por más) estoy convencida que la vida con amor es la plenitud porque se da y se desprende. Y él es de esos contados hombres que, estoy convencida, ha nacido para hacer feliz a una mujer que lo merezca. Es injusto que los pocos espécimenes buenos no estén en el mercado y que yo viva en el quinto pino.

¡Ay,ay, ay, que ya me veo pidiendo donaciones de Bosquecitos de Noruega para mi estrafalario futuro de solterona fumadora...!

Es extraño, sigo pensando que mi lugar está en Madrid, con mis queridos vecinos colombianos, donde mis hijos son tan queridos como sobrinos, yo estoy como en mi casa, tengo amigas solteras para salir y hacer vida y no encerrarme en casa como una maruja en esta hermosa pero limitada ciudad, llena de amigas casadas y ennoviadas a las que les importo un pepino.

Ahora he vuelto. Disfrutaré del mar, lo único que me compensa de haber vuelto a mi Galicia, tan hermosa ella pero de la que me siento una visitante.

Sigo buscando trabajo, esperando que mi madre se recupere, que la vida se sosiegue y que la estabilidad llegue, de algún modo. Sigo deseando que llegue la paz, sigo soñando que un día viviré tranquila y feliz y que me aceptarán tal cual soy, unos y otros. Mientras os regalo dos canciones: una porque me produjo una gran sensación ver que, de las pocas canciones que Shakira comentó, señaló como una de sus favoritas y lo es también la mía y la segunda porque ahora lo es también, un canto a la esperanza... que a ella le funcionó y espero que a mí también. Te la dedico, Javi.

Porque hay cosas de mí Inevitables y espero, de corazón que, al igual que para ella, Salga el Sol

Deja que salga el sol, "no seas perro", Lo mejor siempre está... Adelante!



Esta me la dedico a mí.... xD!!!