sábado, enero 31, 2009

Compuesta y sin fiesta

En contraste con lo habitual, hoy siento que voy sobrada de temas. Será que no he tenido tiempo material de postear nada de nada y ya tengo cierta costumbre de opinar en mi interior con efecto-blog.

Me debato entre poner verde (aún más) al mierda de Zapatero (sí, mierda, menudo pedazo de atontao, por Dios... Me da vergüenza ajena cada vez que es incapaz de argumentar nada) y decirle que se ponga a aprender de Obama o ponerme menos profunda. Me ha apasionado escucharle decir al nuevo presidente imperial que esos sinvergüenzas de los bancos dejasen de reclamar sus bonus lloriqueando cuando el año anterior se habían embolsado miles de millones. Así mismo dijo: "Ya cobrarán. Éste no es el momento". Así se habla, coño.

Hoy estoy de buen humor partío. Parece que algo más se compone pero, conocido mi mal fario, no diré ni pío hasta que se concrete. He iniciado mi nueva andadura laboral (arriesgadísima: si no cumples objetivos el primer y segundo mes, a la puta calle...). Es mucha presión pero, vamos, mi propósito es romperme las piernas para conseguirlo. Que la fuerza me acompañe y la sombra de la puñetera crisis (bombardeo informativo incluido. No se puede ver el Telediario, acaban con la moral de empleados, parados, pequeños empresarios y la madre que los parió) no me congele de nuevo en el limbo de los parados. Serán años duros pero hay que salir con vida de ellos. No queda otra.

Estoy fastidiadilla porque, después de dos semanas durísimas, cuando llega mi finde de descanso me encuentro con que no hay nadie con quien salir. Es curioso, cuando tengo niños, todo son proposiciones y, cuando estoy libre, nada de nada. Llevo una temporada agridulce con algunas amistades.Me da la sensación de sobrar o no encajar en ciertos ambientes o, quizás, de no ser deseada. De todos modos, estas cosas no se pueden forzar.

De pronto, vuelvo a sentirme más sola que la una en Madrid pero, bueno, yo estoy acostumbrada a tirar sin mucha compañía. No me gusta pero sé hacerlo. Echo de menos unos vinitos con amigas/os, unas risas, un poco de fiesta. Pero éste parece que no tocará. Bueno, dormiré mucho, es bueno para el cutis.

Si las cosas se organizan un poco, este mes que entra o en marzo, intentaré hacer una escapada a las tierras de penumbra que tengo un primito-nieto (¡Cielo santo!) por llegar y estoy ilusionada como una tita ¿Se parecerá a mí?

Vaya, tantas cosas que se me ocurrían para escribir y, cómo no, he acabado contando mi vida. En fin, en el fondo, ya sé que es lo que venís a cotillear, jodíos...

Mañana seré un poco menos egocéntrica.

A ver si soy capaz.

domingo, enero 25, 2009

La sombra de la duda

Qué ganas de complicarme la vida. Estaba yo de lo más contenta, reorganizando mi vida emocional y laboral, aparcando errores, enviando al disco duro de mi corazón (bien emparedado) el último patinazo y, de pronto, reaparece.

Reaparece y esparce la simiente de la duda. Me traslada sus zozobra y me la contagia. Suelta lastre y, como vino, se va. Pero deja sus dudas aleteando en mi cerebro. Sus dudas, que quizá ya no sean tales, son mías ahora. Sé que lo estaba haciendo bien, sé que no debo ni pensarle, conozco cada paso que dar para reparar mi armadura, estaba resuelta a hacerlo, me haré daño, no se lo merece pero... llevo tanto tiempo sin escuchar a nada más que a la razón (que siempre tiene razón) que, de vez en cuando, me dan ganas de saltarme las normas. Y volver a resbalar.

Pero no hay problema. Sólo habló, sembró la duda sobre lo que parecía ya zanjado y se esfumó. Tiene que ser fiel a quien no le convence, a su extraña apuesta por el "no sé". Y todo se pega, menos la belleza, dicen.

Estoy intentando cerrar el corazón. Pero del todo. No quiero conocer a nadie. Estaba en un portal de contactos donde entraba cualquier clase de basura, donde sabía si iba o venía fulanito y perenganito, errores de los que no quería tener noticias. Y me pregunté qué pintaba alguien como yo en esa especie de zoológico del chat. Y qué coño me importa que entre o salga éste o aquél.

Así que me borré. Me borré del portal y de alguna que otra historia que es mejor no tener presente. No quiero saber, no quiero dudar, no quiero que venga y me arroje sus miedos, sus deseos para, después, ignorarme.

Quiero irme de mi corazón. Quiero borrar los recuerdos y las posibilidades. Quiero que vengan a mí con la verdad o que no lo hagan nunca. Y como yo no tengo armas de mujer y la que no convence probablemente, sí, a ella da lástima dejarla. Llorará , la verá vulnerable, le hará sentir culpable y se sentirá su ángel protector. Justo lo que los hombres odian y aman a un tiempo. Así se les retiene, ejerciendo de benefactores.

No con dignidad y orgullo de Ninfa. Con eso no, con eso un hombre sabe que puede irse sin miramientos. Al fin, las diosas, por menores que seamos, no bajamos del pedestal por vulgaridades de humanos. Aunque nos duelan casi como si nosotras también lo fuésemos. Aún continúo esperando una señal de valor. La verdad cruda en directo.

No quiero más sombras. Me toca que luzca el sol.

Aunque la sombra de la duda sea tan alargada.

(Me debatía entre otra canción y ésta... Me guardo la otra, seguro que la necesitaré)

viernes, enero 23, 2009

Maruja sin vocación

Qué poco me gusta a mí el marujeo... Mi condición de madre-padre-chacha-cabezadefamilia ha hecho el milagro: la nena limpia, plancha (lo menos posible), hace 500 lavadoras, tiende coladas, hace camas, lleva y trae niños al cole, cuida y baña, cocina... De todo, menos coser (no, la nena no cose, la nena es una auténtica matada con la aguja).´

Quién me lo iba a decir a mí. Mi madre es una mujer peculiar pero cuando tiene razón, la tiene más que un santo. Y desde bien pequeña me dijo que trabajase fuera para no trabajar en casa. De hecho, a mí me gusta trabajar pero FUERA de casa y por dinero. De gratis no le acabo de coger el chiste...

Le hice caso a mi madre en esto, para variar. Desde los 17 años ya me buscaba curros de verano y, poco a poco, me fui haciendo autosuficiente. La década que me pasé en el periódico trabajaba como una esclava, 14 o 15 horas al día, doce días seguidos para "merecer" un fin de semana. No era vida pero, cuando llegaba a casa, no tenía el penoso espectáculo que me encuentro ahora a diario. Había asistenta. Qué maravilla.

La cocina es algo especial, como las camas. Cualquier trabajo que realices ahí se autodestruye casi de inmediato. Y tienes la sensación de repetir una y otra vez la misma imagen y gratificante tarea.

Ahora vuelvo a trabajar fuera y seguiré trabajando dentro. Asusta un poquillo, la verdad, porque si estoy hasta el moño ahora... Me mola no cocinar al mediodía, el colegio se ocupará de eso a un precio escandaloso pero necesario para mí. Para compensar, yo me alimentaré de bocadillos hasta que empiece a ver comisiones y creo que aún así me tocará una temporada larga. Es lo que tiene ser una mujer liberada. Un chollo.

Bueno, esto venía al cuento de que hoy ha sido una de esas jornadas de marujeo frenético. Sólo me queda una montaña _que no deja de crecer_ de ropa por planchar y bajar de una puñetera vez el árbol de Navidad desmontado al trastero (lleva un par de semanas en la puerta esperando... lo dejo ahí para que no se me olvide y luego me acostumbro a verlo en la puerta).

Las tareas de fuerza es lo que peor llevo. Un tío en estos momentos sería un chollo. Podría enrollarse y bajar también la hélice de avión que me vendieron en su día como un ventilador. Pesa tanto y me he acostumbrado tanto a verlo que, desde que me mudé, hace año y medio, no se ha movido del salón. Ni con las nevadas. Total, cualquier día llega el verano... ¿No?

También echo de menos un muchacho que sepa taladrar como es debido (me refiero a la pared, enfermos). Tengo un espejo en el suelo desde hace año y medio esperando que algún voluntario coja ese instrumento asesino (léase taladro) y lo cuelgue. Un espejo que podría ser muy erótico _por su situación_ aunque ahora mi vida erótica es inexistente y, la verdad, en este momento lo prefiero así. Calma total. Pero también puede colgar el dichoso espejo, tomar un vino y largarse. En este estadio es cuando más me gustan los tíos. Así no tengo nueva colada de sábanas cuando se van.

¿Y subir la compra? Eso sí que es tremendo. Me quedo deslomada porque, aunque tengo un carrito fashion, nunca me acuerdo de subirlo al coche. Así que me cargo como una mula mientras maldigo mi condición de mujer esmirriada.

Pues ya veis, estoy más relajada y digo tonterías. Esto es lo que yo llamo escribir por escribir, por necesidad, por gusto y para aburrir.

No sirve para nada pero entretiene.


martes, enero 20, 2009

Peter Pan planea sobre Madrid

Qué gata perezosa estoy hecha. Llevo días pensando en actualizar pero por no ponerme... ya se sabe.

Estoy agotada de un fin de semana de fiesta permanente. He tenido visita de mis húmedas tierras y hemos aprovechado para desgastar a gusto la noche y el día madrileños. Lo mejor, sin duda, el domingo en La Latina. No sé qué pasa ahí el día del Señor que, al margen de las numerosas cañas, vinitos, tal y cual, sale mi aspecto más extrovertido y de chica mala. Además, estoy determinada a cambiar el chip y, desde ya, vuelvo a mi faceta más frívola. Menos problemas, cero expectativas y santas pascuas.

Lo que he ido aprendiendo este último año en Madrid es que la modalidad de ligoteo y de homo cabronis (visto que las almas sensibles no captan la fina ironía, recalco que me refiero al homo cabronis no a toda la Comunidad de Madrid, en la que estoy feliz como una perdiz) es diferente de los del norte. Curioso, nunca me había planteado que por regiones también hubiese modalidades de putear a las mozas. En el fondo, son todos iguales (síiiiiii, estoy generalizaaando... ¿Qué pasa?) pero, según la comunidad autónoma, parece que las formas varían. Sé que me van a crucificar mis lectores del Foro pero, bueno, siempre me ha gustado polemizar, así que aceptaré todo tipo de críticas.

Y tengo que defender, contra mis ganas y principios, a los cabrones del noroeste. Visto lo visto, por mi propia experiencia y las féminas que me rodean que padecen los mismos males, está claro que los hombres gallegos son ´también unos capullos pero unos capullos un poco más honestos que los de la capital. Me explico:

En Galicia, al menos, los hombres que no quieren nada más que sexo o ligoteo sin compromiso lo dicen a las claras. Es raro que vendan alguna moto para echar un polvo sin más futuro. Si tú le cuentas a un capullo galaico que quieres algo más que encuentros esporádicos y él no, te contará, alto y claro, que es libre y que no va a tener nada más contigo (en general, también los hay mentirosos pero no tanto con las mujeres francas que dan facilidades, como yo misma). Ahí lo tomas o lo dejas pero ya sabes dónde te metes.

La modalidad de capullo madrileño te perseguirá, te llamará y te dirá lo que quieras oír, aceptará tus condiciones para el mismo resultado: sexo y a la basura. Lo peor no es que no sean sinceros en sus sentimientos, tampoco lo son las actuaciones. Supongo que las facilidades que otorga una ciudad inmensa, en la que no te volverás a encontrar en la vida si no te da la gana, les libera del peso de intentar quedar bien, incluso con ellos mismos. Así pues, se adaptarán a tus deseos, dirán que buscan lo mismo que tú y, mientras les apetezca, seguirán ahí contándote historias mientras continúan de cacería, por supuesto, a tus espaldas.

Los galeguiños si no quieren verte, te lo hacen saber. Los madrileños, simplemente, te ignoran. Y reaparecen cuando les da la gana, sorprendidos de que no estés encantada de haber disfrutado de sus dudosos favores...

Ahora me dirán que estoy resentida pero no. Aunque lo parezca, esto no es exclusivamente autobiográfico. Es el resultado de mi último estudio de mercado, encuesta femenina incluida. Ni uno solo deja de criticar estas actitudes antes de llevarte al huerto ni reconoce que, definitivamente, te ha usado, ha sido un jeta y un infantil.

Yo soy muy liberal pero considero que no es incompatible ser libre con bien educado. Ojo, conozco más de un gallego que es para tirarlo por la ventana pero su modalidad de estupidez camina por otros derroteros. Y hoy hablamos de los capitalinos.

Por la parte que a mí me toca, lo que tengo claro es que a partir de ahora, si me lleva al huerto alguno será el que me diga: "Hola Ninfa, soy un putero (como todos) y busco sexo ¿Te hace?". Así cuando esté necesitada fisiológicamente ya sé dónde buscar y dónde automáticamente olvidar. De palabras bonitas y falso buen rollo, lo justo. Que ya estoy mayorcita para tonterías.

A ver si creceis, Peter Panes de las narices, y aprendéis de los chicos de El Canto del Loco.


jueves, enero 15, 2009

Y de pronto... algo de luz

Me decía hace muy poco Criky que la vida daba giros de 180 grados de repente. Yo pensaba que sí,claro, los he padecido con frecuencia pero siempre para mal. Su mensaje era de esperanza pero, aún cuando empecé el año positivamente, estaba al borde de mis recursos emocionales y económicos.

Pero sí, la vida, in extremis, como es habitual en mí, ha girado, esta vez a mi favor. De pronto, mi vida alberga esperanza, recupera su dignidad, su norte y, a pesar de que nada será fácil, de que seguiremos asfixiadillos económicamente, yo recupero mi fuerza, mi legendaria sonrisa y ganas de vivir.

Mi cumpleaños no pudo ser más feliz. El martes y trece me regaló una nevada preciosa, exactamente igual que la última vez que cumplí en esa fecha, hace 22 años en Santiago. La nieve me devuelve a la niñez. No podía evitar sonreír al observar mi hermoso regalo, tan blanco, tan suave, mientras recogía a mis pequeños roedores.

Recibí más llamadas que si fuese un ministro. Me he sentido desbordada y sorprendida por todo el cariño que tantas personas quisieron transmitirme. Por recordarme, por ese afecto sincero con el que siempre he sido premiada por mis amigos y por seguir en sus corazones en la distancia, en la adversidad. Ninguno de los buenos me ha fallado y hasta algunos nuevos me hicieron sentir importante y valiosa también.

Celebré la buena nueva con cuatro cinco buenos amigos, cuatro de ellos, cosa curiosa, vecinos. El otro era mi ángel de la guarda, que siempre está cuando tiene que estar e incluso cuando no tiene por qué. Hubo emoción y hasta lágrimas porque nos veíamos todos recogiendo mi casa y el lazo que hemos establecido a través de nuestros hijos ha traspasado la mera relación de cordialidad.

El gran regalo me lo "filtró" Criky, hacedora del mismo de la mano de Chess y Silvia, a quien espero conocer pronto. Por unas horas me he sentido tan sumamente afortunada, he sentido que el peso del infortunio me liberaba y disfruté de los primeros minutos en nueve meses de sentirme tranquila, emocionada, agradecida.

Nada va a ser fácil, no me va a sobrar el dinero porque mis responsabilidades son muchas, llegaré agotada de trabajar para enfrentarme a una casa en la que nadie me ayuda y a cuidar de dos niños que me necesitan mucho aún. Estaré agotada, me quejaré pero, si Dios quiere, saldré adelante.

Sólo espero afianzarme, no perder oportunidades y que la vida no me abofetee tan fuerte de nuevo.

M. me decía el lunes que quien no me conociese no se daría tanta cuenta pero ella veía mi mirada más apagada, más triste. Ella, que me descubrió en los buenos tiempos y que ha compartido conmigo lo bueno y lo malo, que ha disfrutado a mi lado de la noche, de las aventuras, de la vida cuando yo era el cascabel de mi oficina, conoce perfectamente mi máscara de supervivencia.

Espero que esa mirada recupere su brillo y mi rostro su habitual sonrisa. En cualquier caso, no puedo decir más que una palabra, que repetiré hasta la saciedad y rezaré para que no ocurra nada más que nos lleve al desastre:

Gracias.

lunes, enero 12, 2009

Cumpleaños... ¿Feliz?

Mañana, en realidad hoy para la mayoría de los que os acerquéis a este rincón, martes y trece, es mi cumpleaños.

La última vez que lo celebré fue hace dos años con una fiesta por todo lo alto. Hacía varios que no lo hacía y, por lo general, me movía y muevo en la dualidad con esa fecha. Por un lado me entristece _en mi familia no se celebra, aquí no tengo a ninguno de los íntimos que vengan a darme un achuchón, digo que me da igual pero es mentira..._, así que me niego a celebrarla desde que mi vida se puso patas arriba y, por el otro, me da pena no hacerlo y festejar que estoy viva, que la edad no me trata mal y que tengo la obligación moral de disfrutar de esos dos privilegios que muchas personas cercanas a mí ya no tienen.

Que sea martes y trece a mí no me da mal rollo. Es una fecha singular y la singularidad me gusta. Además, alguien que haya nacido en trece no puede ser muy supersticioso con ese número o viviría amargada. Resumiento, me parece perfecto cumplir en esa fecha. Hace dos años tampoco tenía trabajo y muy poco después apareció uno que, durante un tiempo, fue mi gran oportunidad. Empecé año apostando por el Fin de Año, por mi cumple y por mí y me fue bien. Quiero repetir ese espíritu. No es fácil todo el tiempo pero creo que sí lo más acertado.

Me temo que mañana sí estaré sola porque es día de semana y ni siquiera mi M. puede venir a verme. Tal vez invite a mis acogedores vecinos a un vinito y a que me den unas palmaditas. Soplaré un bizcocho de chocolate con una sola vela con mis pequeños roedores y formularé un deseo. Tengo varios pero he de decantarme por el obligatorio. A. me llamará y me mortificará porque SIEMPRE será más joven que yo (la muy perra)y puede que alguna persona más se acuerde. No muchas pero eso tampoco es tan importante aunque sea muy sentimental y me gusten las expresiones de cariño.

He tenido una entrevista de trabajo y otra con una orientadora de una ETT, muy interesante la segunda. Me dio una serie de consejos muy valiosos y unas pautas a seguir que ojalá alguien me hubiese ofrecido hace meses, cuando no iba contrarreloj. Dice que debo buscar dentro de mi ámbito y que en Madrid hay oportunidades. No conozco los mecanismos de búsqueda en la gran ciudad y temo haber perdido un tiempo valiosísimo pero no por eso dejaremos de intentarlo. Me doy ánimos y me aplaudo como una foca pero es importante tener fe y, tal vez a base de repetírmelo, me crea algo.

Pues eso, voy a repetir los exorcismos de hace dos años que tan bien me fueron. Mis amigos santiagueses vienen el fin de semana y romperemos la noche y los aperitivos de Madrid. Trataré de pasar la fecha fatídica con poca aprensión, intentando no recordar los tiempos de regalos y sentirme importante y tratando de que sea un día "normal" sin el regusto amargo de estar un poco lejos de todo y de todos para que te abracen, te apretujen y te digan:

Feliz Cumpleaños, Ninfa.

sábado, enero 10, 2009

Cita con el Duque

Pues se han cargado al Duque. A mi Duque… Se acabó mi serie favorita por varios motivos: es la única que sabía a qué hora y día la ponían y era capaz de memorizarlo para la semana que viene (parece fácil, ¿eh? Pues yo nunca me entero de lo que ponen, así que, si la tele de por sí ya es aburrida, a mí me carga doblemente porque pillo todas las pelis empezadas y las series avanzadas). Otro motivo, y ya sé que se me van a echar encima los tíos como anancondas…: Miguel Ángel Silvestre es uno de los hombres, además de objetivamente macizos, más atractivos que he visto… Menudo morbazo, por Dios, es una hormona andante…

Encima, la serie era original (estoy de series de policías y de hospitales hasta donde la espalda pierde su casto nombre. Del rollo paleto tipo Aída, también. Qué le voy a hacer, yo soy así). Así que los tíos que os pongáis a perrear con que la serie sólo la veíamos por el muchachote (que sería un motivo más que poderoso en sí mismo) os equivocáis. A mí me enganchó y me entretuvo como pocas. Por eso lloro hoy su muerte.

Me vi los dos finales, claro. El más real (en que se muere el icono sexual del 2008) me desilusionó porque a mí me gustan los finales felices, a la americana. Es que la vida ya es muy dura y aunque reconozco que está bastante bien, yo no quería que esa maravilla de la naturaleza, con ese modo tan viril y compulsivo de fumar y esa mirada que derretiría un iceberg hasta palmándola, pasase a criar malvas. Además, mandar a la nena al trullo me parece un exceso. Y la realidad no es así. En la vida real los narcotraficantes no reciben su castigo. Por tanto, los que defienden el acabóse con todo el mundo jodido andan despistados. Para jodida, la vida real de los millones de parados que poblamos este extraño lugar llamado España.

El otro final es algo ñoño, es verdad. Pero hace ilusión ver un alma atormentada disfrutando de la vida. Sí encontré ese porcentaje de realidad en un personaje que era carne de cañón, maltratado y despreciado por sus padres. No somos conscientes del daño que podemos llegar a hacer en la infancia hasta que ya no tiene remedio.

Además, en la vida real hay eso que llaman “protección de testigos” que consiste en que si has sido un cabrón pero descubres a uno mucho más cabrón, te dan una nueva vida. ¿Por qué no para mi Duque? ¿Eh?

Lo malo es que Miguel Ángel Silvestre ya dejó clarito que no habría tercera parte, que no quería encasillarse pero aunque espero que su carrera sea prolífica, va a ser difícil separar un personaje tan seductor, maligno, amoroso, sexual, sensual y ese “Je ne sais quoi” del Duque, de los negros y preciosos ojos del chico de calendario.

Se fastidió mi cita fija con bombón los jueves. Qué injusticia… A ver de dónde me saco yo otra fantasía como esa para acompañar el vino y los pistachos de los jueves…¿Con un bombón de carne y hueso?

¡Vale, acepto barco como animal acuático

viernes, enero 09, 2009

Manto de ilusión

Hoy es uno de esos días tan hermosos por sí mismos que me reconcilian con la vida. Observo desde mi ventana una preciosa nevada de esas que los que nos hemos criado al borde del mar no hemos tenido oportunidad de ver casi nunca. Caen blancos copos que lo cubren todo de ese color limpio, purificador, reluciente.

En la televisión sólo hablan de colapso, de atascos y lo entiendo pero… cuánta belleza… Vuelves sin darte cuenta a sentirte como un niño. Al salir de casa y verlo todo blanco me envolvió un tipo de emoción que no recordaba. Podía sentir exactamente lo mismo que mis pequeños roedores, probablemente gracias a ellos. Nieve polvo, suave, persistente, inagotable. Jamás he visto una nevada parecida, en el norte rara vez cuaja, el mar suaviza las temperaturas y es casi imposible tener el privilegio de disfrutar de esta lluvia de algodón.

La primera vez que vi la nieve este año fue en medio de una mera ilusión, ilusión que, por cierto, ha sido la primera en cambiarme por otra, con el consiguiente daño a mi autoestima. Sin embargo, he recuperado la perspectiva. Pobre, otra alma perdida más.

Hoy recuerdo lo bonito que es tener la fortuna de tener ojos para ver, dedos para acariciar, piel para sentir. Dicen que año de nieves es año de bienes. A mí _y a gran parte de España_ le hace falta bien, mucho bien. Intento resucitar la fe a través de los apoyos y la necesidad. Y algo hace.

Tengo ganas de no oír hablar de la crisis. Tengo ganas de que mi vida se defina hacia donde sea y, sobre todo, tengo ganas de ilusionarme y creer en que el futuro está esperándonos a los niños y a mí, que ganaremos esta guerra y que saldremos adelante.

No sé si será así pero es lo que debo pensar. En eso y en poder hacer un muñeco de nieve con los dos reyes de mi casa por primera vez.

Y mañana será otro día

jueves, enero 08, 2009

Amigos... ¿O no?

Esteee… Yo quería escribir sobre algo que no fuera yo, básicamente porque las cosas no van muy allá y si me aburro de mí misma, no quiero pensar lo que os pasará a vosotros.

Hace un frío que pela y estoy en plena cuenta atrás existencial. Espero un milagro (¡Qué novedad…!) y ahora tiene que ser express. Se admiten sugerencias, novenas, plegarias o promesas tipo San Cucufato. Acepto cualquier tipo de ayudita.

Ando por ahí sintiendo cositas… Me había prometido que me reforzaría la armadura pero, como señala mi ángel de la guarda, mi armadura ya no sirve para nada. Que está hecha un asquito, vamos. Y eso antes me alegraría pero ahora no. No quiero creer ni esperar nada y, de modo más o menos consciente, mi condenado cuerpo y mariposillas mandan. Y eso que en la tablilla que mandé a la hoguera puse bien claro que quería evitar que mi puñetera lujuria me ganase siempre la partida… Pero, caray, una es quien es y a estas alturas… está difícil cambiar.

Ayer conversaba con un buen amigo sobre eso, la movida de la amistad. Hace pocos días yo le decía a Criky que no quería enredarme aquí y allá porque luego se acaba la amistad, surgen las espantadas y tal y cual. Y me hizo una pregunta que me aclaró mucho más de lo que ella imagina. Me dijo: ¿Y tú para qué lo quieres? ¿Para ser tu amigo? Y, sinceramente, la respuesta es no. Ya tengo amigos y amigas suficientes. Es más, al final, se buscan novia y la que los disfruta es ella. Sí, eres la amiga superguay pero la vida continúa… y nos separa.

Así que se me clarificaron las ideas. ¿Qué apetece dejarse llevar? ¡Pues venga! Luego vendrá el rechinar de dientes pero mientras… ¡que me quiten lo bailao!
Es verdad que mi permanente stand by puede ayudar a mantenerme a salvo. Que no pongo expectativas de futuro en nada, porque no tengo futuro ni pasado. Vamos, que no tengo ni puñetera idea de planificaciones ni leches pero eso, para mí, es lo mejor.

Lo que sé es que esta temporada me gustan las tabletas de chocolate más que a un tonto un lápiz.

Y santas pascuas.

(¡Leches, he acabado hablando de mí! Maldito ombliguismo…)


viernes, enero 02, 2009

Tomando aire... para volar

Estoy hecha una vaga. Llevo días pensando en actualizar pero entre fiestorros, fechas, salidas nocturnas, marujeo, muestreo de habitación en alquiler, sueño y agujetas, no me he sentido con fuerzas. Le he dado nuevo aire a mi blog, color verde esperanza y cambio la foto porque me han dicho que no parezco yo (con lo que me gusta a mí, jooo) y a ver si ésta obtiene el beneplácito, porque nuevas yo no tengo.

Han pasado muchas cosas, no todas importantes pero muchas sí curiosas. Aparte del episodio que no os he contado de Nochebuena (la Ninfa ceniza no encuentra el Libro de Familia para volar con los peques, llega al aeropuerto y se ha dejado el DNI _momentos de pánico y desesperación_. Presenta denuncia en la Policía de Barajas y, milagrosamente, logra tomar tierra en Gallaecia, con roedorcillos incluidos sanos y salvos), ahora sigo con el hilo de mis anuncios clasificados.

De todos modos, primero quiero dar gracias a mi queridísima Criky _qué guapa estaba la joíaaa_, a Chess (ole ese escotazo…), a J. (y su esconxuro con acento portugués) y a D. por lograr entre todos, decir adiós con alegría y no con resquemor a uno de los peores años de mi vida. He disfrutado como si estuviese en familia, no he echado cuenta de la fecha que, si para muchos es dolorosa, para mí es especialmente fea por cuanto es el aniversario de la muerte de uno de mis hermanos.

No he querido mirar atrás, sólo adelante. Empecé el año de uno de los modos que más me gustan y que, la única vez antes que tuvo lugar, me dio suerte. Hemos echado a la hoguera todo lo negativo y voy a darme tregua y creer un poquito en las buenas vibraciones.

Echando cuentas también tengo que decir que he conocido personas fantásticas en este año tan complicado. Gente de la que no viene a ti en los buenos tiempos sino en los malos, que te arropa y se deja arropar y que tiene ese algo que yo sé que se encuentra en muy pocos corazones: generosidad, solidaridad, comprensión, apoyo y cariño. Así, como siempre, vuelvo a presumir de amigos pero este año de los nuevos, de los de la capital. Sabéis quiénes sois y lo mucho que deseo conservaros en mi vida. En cualquier caso, esté o no, si vosotros lo queréis siempre os llevaré conmigo.

En cuanto a mi famosa habitación… Pues qué decir… Tenía confirmado el alquiler a un chico agradable y que parecía apropiado. De repente, no sé nada de él y, tras el final del año, me comunica que le han despedido y no puede venirse. Hasta ahí le comprendí y le apoyé. Es la nueva tendencia. Yo llegué al trabajo feliz como una perdiz y cinco minutos después no podía creer que estaba en el paro. Lo malo ha sido cuando el muchacho se ha liado a mandarme mensajes diciendo que quiere conocerme más, que si quedamos, que si no sé qué… He dejado de responder pero me ha hecho pensar.

Y yo os pregunto a algunos de vosotros que ya me conocéis personalmente: ¿Tanta cara de zorrón tengo? A pesar de ser gallega… ¿Tengo la más mínima apariencia de ambigüedad? Porque no es la primera vez que me pasa. Ya en otra ocasión otro chico me dijo que no se quedaba la habitación pero que podíamos salir de copas… Otra chica me dijo que necesitaba una amiga como yo y me manda mensajes (coño, estoy alquilando habitación no buscando ligues ni nuevas amiguitas que no tienen con quien salir).

Al final, me he alegrado de que el chico no se haya podido venir porque… imaginaos qué situación si intenta tontear conmigo viviendo en mi propia casa. El caso es que sigo sin inquilino ni trabajo. Estoy algo más positiva a pesar de todo. Tengo mucho que agradecer a Criky (como a mí me gusta llamarla, los gallegos somos aficionados a los diminutivos cariñosos) y a Chess, por implicarse para ayudarme a buscar y no desfallecer, cuando estás tan cansado el impulso de los demás es fundamental y ellas hacen que no me sienta sola, que sienta que se puede lograr, que hay puertas a las que llamar.

He tomado la postura de no implicarme más en ningún tipo de relación. Si alguien me enamora porque se enamora, maravilla, maravilla, pero yo intentaré por todos los medios no echar más margaritas a los cerdos. No me fío ni de mi sombra y de mujer fatal siempre me ha ido mejor. Así que, lo dicho, a buscar trabajo que el amor no existe y si existe, no ronda cerca de mi casa.

Con eso y con todo, empiezo con ganas. Estas Navidades me he sentido bien. Mañana pondré nuevos anuncios, sin foto de mi careto _que manda carallo_ y sí del piso. A ver si hay suerte. Y dejaré en manos del destino (ése que siempre hace lo que le da la gana) el futuro. Ahora me quiero quedar con el buen sabor de boca de mis nuevos amigos, de creer que no me apartaré de lo que quiero porque me siento apoyada y porque necesito hacerlo.

Así que allá vamos, 2009…

Haz el favor de comportarte.

(Os dejo mi canción de Navidad favorita, acorde con mi nueva vida)