lunes, enero 16, 2012

Bloguicidio frustrado

Estaba mi blog en claro proceso de bloguicidio de un modo más o menos deliberado. Estaba, digo, porque hoy, precisamente hoy y no ayer o mañana, él y yo hemos resucitado para las letras. Seguramente ya nadie nos espere pero bien sabe Dios que jamás he escrito por eso. Hay quien dice que el bloguero tiene un componente de exhibicionista o de vanidad porque la finalidad del mismo es que le lean. Es posible pero yo nunca me he sentido bloguera al uso. Así pues, yo sólo he tecleado por gusto, necesidad o impulso. Que me lean es un placer porque las letras nacieron para comunicar pero no hay vanidad en las mías. De ser así, escribiría sobre cosas más profundas, que también sé hacerlo y probablemente algún día lo haré. Pero no me preocupa ahora.

Le debo este arrebato de regreso a una charla encantadora con un escritor al que admiro tanto... que me ha inspirado tanto cuando comencé mis andares por este mundillo y me lo tropecé con su estupendo y exitoso blog... Se lo debo a mi queridísimo "Feo recién divorciado", que por maravillas del Facebook estaba conectado y he logrado darle la paliza un buen rato. Qué agradable sensación. Y me ha recordado todas las estupendas sensaciones y personas que me ha regalado este blog a lo largo de los años.

En su blog, el Feo me hizo un hueco y hasta me dio un papelito, un personaje, "el más sexy" dice (¡Qué encanto!). No es cierto, sólo era una vecinita mona pero era encantador encontrarse allí, de pronto, paseando por el libro de mi admirado escritor. Me decía mi Feo que mi blog le pone triste porque siempre estoy triste en él. Por eso me aparté. Porque se había vuelto tan catárquico que proyectaba sólo penas, dolor, heridas y yo, no Ninfa, yo, soy mucho más que eso.

Separo a la Ninfa porque la encuentro desaparecida. No tengo mucha magia en este momento vital. No estoy triste. No estoy ni mejor ni peor que en otras ocasiones pero soy consciente de que no me siento Náyade ni mágica. No sé si volveré a serlo, espero que sí, espero que ésa sea mi esencia y no una fantasía literaria que me creía para subsistir en tiempos difíciles. El tiempo hablará.

Este es un día de renacimiento, sin embargo. El 2011 fue un año para olvidar (otro más) pero no acabó mal. Finalizó con proyectos, algo que ya no tenía desde hace mucho. Terminó y dejó paso a 2012 -un número mucho más bonito para mí- con otra luz. Soy cauta, no me emociono de buenas a primeras pero diciembre fue un mes en que volví a creer en el género humano.

Quería haber escrito ya entonces. Quería hacer un post sólo para María y Pedro, dos seres humanos excepcionales que han sabido hacer de una circunstancia dolorosa, terrible, una fuente de esperanza, de fe en las personas, de tranquilidad y apoyo a los que estamos en una situación desfavorecida. En lugar de regodearse en su dolor; de su tristeza crearon felicidad para otros, un colchón de futuro y una amiga que ya tenían pero que, desde luego, saben ya que estará aquí y allá cuando la necesiten para lo que sea y cuando sea, el resto de sus vidas.

Queridos, no podéis imaginar lo profundamente que estáis en mi corazón y no es una cuestión material. Pocas veces me han regalado amor porque sí a cambio de nada y bien sabe Dios que lo necesito y lo valoro. Un millón de gracias.

Es de ley que agradezca también a una persona muy especial que apenas conozco personalmente pero también me ha mostrado que la empatía y la capacidad de dar está donde menos te la esperas y que, si bien en el pasado yo he dado mucho a otras personas cuando he podido -y he sido muy criticada cuando me traicionaron y yo jamás me arrepentí porque lo hice con toda la sinceridad del mundo-, de pronto, aparecen otras  que, sin motivo aparente, te tienden una mano ( y no una mano interesada como la de ciertos tipejos que hacen cualquier cosa con tal de llevarte al catre) y dos y las piernas y lo que haga falta. Esa persona se llama Ana. Por motivos de intimidad familiar no voy a pormenorizar quién es. Sólo que es una hermosísima sorpresa, mi mecenas y alguien tan empeñada en darme un futuro que no tengo dudas de que lo logrará.

Se lo dije a ella y a Emilio. Estoy orgullosísima de vosotros. Por mí, por vosotros y por nuestros hijos: GRACIAS.

No es que en este tiempo me hayan faltado ideas y ganas de contar pero estaba bloqueada. Llegaba la hora de teclear y una especie de resistencia pasiva me contenía. No sé por qué hago estas cosas. Yo escribo con el corazón y dejo de hacerlo del mismo modo. Hace dos días fue mi cumpleaños. Volví a salir de copas con mi prima después de años. No hicimos nada especial, salvo estar juntas. Para mí, mi prima es tan especial, tiene tanta luz, es tan mi hermana que el simple hecho de estar con ella es una ocasión espectacular.

Jamás me aburro, te adoro Concha. Gracias por pasar ese día conmigo. Y gracias a Julio, mi primo también, que es ideal para el ego y pasarse la noche diciéndome que era un pecado tener una prima tan cachonda. Es tremendo pero me parto con él.

Gracias a Pepa y Carmiña por haber vuelto a mi vida aunque sea más virtualmente que otra cosa y por haberme traído a Mary, que es un amor, tan graciosa, tan generosa y que se quiere tan poco. Un amor de criatura que quisiera ver más, que tiene tanto que ofrecer y que debe pensar mucho en sí misma. Porque ya está bien, mariquiña. Es mi deseo para ti en 2012. Que te quieras y estar cerca de ti. Vales mucho y eres todo corazón. Empieza a disfrutar de la vida. Te toca.

Hay clásicos: Inés, que se alegrará mucho de ver que escribo y que tengo intención de hacerlo con frecuencia a pesar de mi vida monacal. Moni, que no me lee pero me quiere allá por los madriles. Luis, que tampoco me ve pero también me quiere on his way y Sonia, que me quiere mucho pero no tiene tiempo ni de respirar. Mi lista de amigos se acaba pero, tal como está el patio, creo que son muchos. Lo malo es que casi no los veo. Así es la vida de las divorciadas en el extrarradio.

Podría decir muchas cosas más pero sería demasiado denso para empezar. Por hoy, ya está bien. Tengo ilusión, medida, pero ilusión. Paso de la crisis y de ver los telediarios. Voy por libre. Mi nueva vida y carrera empiezan hoy. Por todo lo recibido y lo que ha de venir, hoy toca ser agradecida y positiva, aunque no tenga costumbre.

¿Queréis acompañarme?