martes, febrero 13, 2007

Blog de todos los colores

Me siento culpable. Estoy de ¿vuelta? _no lo sé_ pero me he sentido impelida a escribir tras echar una ojeada puramente informativa al contador de visitas.

Me ha conmovido vuestra fidelidad. Además de los mensajes de aliento, las llamadas riñéndome por abandonar este nuestro rincón (porque ya es tan vuestro como mío), me he quedado petrificada viendo que, a pesar de la despedida, las visitas no se redujeron en absoluto. A lunes había 89 personas que se habían pasado a revisar este blog moribundo. Me he sentido abrumada y avergonzada al mismo tiempo.

Que sigáis ahí cuando yo considero que lo que ofrezco no vale gran cosa, que repaséis una página cerrada y las visitas no desciendan, es algo... devastador. Cuando empecé el blog, ya lo he dicho en otras ocasiones, no esperaba un público. Tampoco soy de las que escribe para poner en papel lo que no se atreve a decir. Sólo tenía que sacar de mí lo que sabía hacer, dejar de odiarme por no ser más que una ratita de letras... Y me encontré con todos vosotros: los que me criticáis por radical _en el fondo no lo soy tanto pero esa etiqueta forma parte de mi dudoso encanto_; los que os identificáis conmigo, no porque nos parezcamos en nada sino porque hablo de sentimientos universales, al fin y al cabo; los que os sentís agredidos _mis queridos hombres sin los que, sin embargo, no hay manera de vivir..._; los que habéis llorado conmigo y los que me hacéis llorar con toda vuestra energía.

Me he sentido desleal. Porque sois muchos los que me repetís que tengo un don y, aunque siempre me he resistido a creer que tenía ninguno valioso (algo escrupulosamente aprendido en la infancia), habéis llegado a convencerme de que si algo soy es una comunicadora. No aspiro a mucho más aunque siempre he sido ambiciosa. Pero no con las letras. La sombra de mi ex marido era muy alargada _escribe muy bien, abstruso, extraño, pero muy bien_. Todo el mundo daba por supuesto que el periodista "de verdad" era él.

En realidad, no me siento periodista. Gracias a vosotros estoy empezando a sentirme escritora, a permitirme sentirme humana, frágil, imperfecta, resentida a veces, romántica encubierta a todas horas, sentimental en general.

Y me he dado cuenta de que no me puedo ir. Como ha dicho Toño, si estoy gris, escribiré gris. Si soy luz os enviaré luz. Cuando envíe oscuridad, tendréis la oportunidad de fustigarme o no leerme.

Que tiene razón Jose, no tengo por qué huir de mis temas que son los de todos: la familia, los hijos, el día a día, los malos humores, las rarezas, el aburrimiento. Porque yo sólo hablo de la vida. De la mía y de la existencia como esencia humana.

Me pregunta un amigo si yo tengo tiempo para pensar estas cosas porque él no lo tiene. La autorreflexión es un ejercicio permanente en mi loca mente. No puedo dejar de ejercitarla, ni de observar al resto de la humanidad, ni de intentar descubrir las entrañas del alma. Sé que es un recorrido eterno, no tendrá fin, por eso trabajo tanto en ello. Por eso y porque desconozco cómo se hace para poner la cabeza en blanco. Es malo, es agotador, pero ésa soy yo.

En mi línea, tengo una oferta de trabajo a la que yo he de ponerle el precio. Maldita sea. ¿Cómo se le pone precio a dejarlo todo atrás, a llevar una vida más difícil sin que nadie salga perjudicado? Como siempre, ahí estoy yo, navegando entre dudas, temiendo pasarme o quedarme corta. Decidiendo si registro mis textos para intentar publicar de una puñetera vez (sin la menor fe, todo hay que decirlo), decidiendo si me tiro en piscina a la vida laboral, si _como dice mi Belén_ me marcho a Madrid a complicarme la vida con otros "mamonazos" que, señala, lo serán tanto como aquí pero serán "mamonazos nuevos".

He pensado en muchas cosas estos días. Estoy mejor pero sigo siendo una oruguita metida en su capuchón. Pero oruga y todo, ahí estáis vosotros. Así que, puesto que yo aún no he podido volvar, me recrearé en vosotras, mariposas del blog, para ver si es verdad que soy una ninfa o una farsante.

Gracias

4 comentarios:

Patri dijo...

Me alegro de leerte de nuevo. Yo seguía pasando por aquí por ver si de verdad seguías ausente.

Por mí puedes hablar de lo que quieras, aquí estaré para intentar ayudarte, porque comprenderte, te comprendo, y sabes que siempre he visto tu lado tierno y cariñoso.

Besos mi dulce Ninfa.

PD>¿Oruga? ¿tú? ¡¡De eso nada!! Eres una preciosa mariposa. ^_^

Anónimo dijo...

Gracias a tí por volver, aunq nunca he escrito nada hace casi un año q te leo fielmente tods los días (gracias a un amigo en común q me recomendo leerte). A veces me identifico otras veces no, pero me pareces una escritora magnífica. Simplemente darte las gracias. Con mucho cariño y ánimo desde las rías baixas. Nube

ninfasecreta dijo...

Gracias a ti. No sabía de tu existencia pero me hace sentir doblemente bien saber que estáis ahí. Insisto, si alguien es el alma de este blog, hace tiempo que sois vosotros.

Un beso

Shutt dijo...

Ves, la vida hace a veces de las suyas, tu piensas que no es mucho lo que aportas y los demas se te tiran al cuello por que sin tus palabras no ven algo de luz, bueno, algunos ven tambien oscuridad pero una cosa esta clara, "DAR, DAS MUCHO AUNQUE TU NO LO VEAS" y con respecto a si ¿es valido o no lo que das?, pues que te digo, ahhh si "LIBERTAD DE EXPRESION", asi que... a quien no le guste que lo diga y a quien le guste pues tambien y si no que callen para siempre, jejeje.

Se tu misma y danos algo mas de ti aunque sea con tus palabras ¿quien sabe lo que podra ocurrir mañana sin tus palabras o con ellas?.

Saluditos y bienvenida nuevamente, besos varios