jueves, septiembre 21, 2006

Selección natural

Pues vaya "miedda" de ciclón... Desde luego, en Galicia tenemos el sambenito de todas las lluvias del mundo mundial y después... ni un mal árbol derribado...

Hay que fastidiarse. Han suspendido las clases de los niños, les he vendido que un vendaval fascinante nos iba a tener recluidos en casa y... nada, leches.

Aquí estaba yo, esperando al Hortensia, y no ha venido ni una mala ventisca. Mi "compa" de piso fantaseaba ayer con irse a ver las olas de nueve metros, mientras mi cáustico sentido del humor le ponía a parir por chalado. Recordábamos en la mesa unas imágenes en las que unos turistas se asomaron al malecón cubano a ver el oleaje y un tsunami chiquitín se los tragó. Por gilipollas, decía yo.

Yaa, soy cruel. Pero, veamos, su punto de selección natural tiene la cosa. Es como el caso _tristísimo_ de un padre gallego que se llevo a su hijo a la costa a mirar el oleaje un día cualquiera de mal tiempo (menos publicitado pero bastante peor que el de hoy). Una ráfaga de viento se los engulló. Yo tengo un sentido del humor muy negro pero recordad siempre que estas cosas sí me impresionan. Lo que pasa es que estaba comiendo con una buena amiga y dándole caña al pobre de mi compañero y le decía que le iba a pasar como al idiota éste. Selección natural. La madre naturaleza es sabia y se dice: "¿A ver, qué clase de padre con la cabeza como es debido se lleva al niño a ver la furia del mar en la Costa da Morte? Pues un pedazo de imbécil irresponsable. Los débiles caen... ¿Quieres ver el mar? Pos pa dentro, lo vas a ver hasta el final de los tiempos. Paspán. ". Ya sé, soy algo corrosiva pero si no fuese por estos ratos y los que pasamos en el baño...

Esto me recuerda aquel ya lejano Hortensia. Aquello sí que molaba. Oí zumbar el viento toda la noche como si la casa se fuese a ir abajo (cuando eres una adolescente, estas cosas te ponen mucho...). No tuve que ir a clase y luego me reuní con mis amigos a ver cómo mi calle de la zona antigua estaba cubierta por ramas de árbol de la Alameda, tejas y cadáveres de paraguas. Aprovechamos la coyuntura para tontear mi futurible primer novio de adolescente (un amigo de la infancia, un día le dedicaré un post a estas cosillas...), reírnos con la mala leche que nos caracteriza a los chavales (yo no he evolucionado mucho en esto, sigo siente terrible) y haciendo chistes porque, en estas ocasiones, siempre pasa a la historia alguna aguerrida anciana que tiene que ir a la compra _por sus cojones_ y se le cae una teja encima. Igual a uno no le mata un cacho de tejado pero si eres una abuelita temeraria acabas en el otro barrio de inmediato.

Bueno, que sepáis que, rompiendo tópicos, ya hace sol, el viento es una ridiculez y vamos a salir no sé a qué. Que mis hijos encerrados con tanta tensión ambiental se ponen insoportables y yo soy peor que ellos.

Mañana hablaré de mi nuevo contador. Los adelantos de la tecnología y mi futuro como escritora de tres al cuarto. Siento no haber contado ninguna intimidad, que ya sé que os gusta, cotillas.

Pero algo hay que dejar al misterio. Si no, perdería todo mi indudable encanto, ¿No?

5 comentarios:

Patri dijo...

Yo mirando la tele esperando algo muchísimo peor que cuando la tormenta Delta pasó por aquí, y no parece que hizo mucho. Eso sí, los techos que arrancó y los árboles que tiró lo hizo con saña, jejeje.

Bueno, voy a seguir leyéndote que me está gustando.

Besotes y gracias por pasarte por mi blog.

Raúl Alberto dijo...

Mira tu las cosas que pasan, y yo que creía que les había dado duro el huracán que ya para estas horas estara por el país Vasco, en forma de viento fuerte, en fin mejor reírse de algo que no paso, que lamentar mayores cosas, un biquillo, que me gusta to lo que escribes…pero claro, ya sabes que el cotilleo entretiene y mucho je je je je

ninfasecreta dijo...

Bah, lo que ha salido en la tele es todo cerca de la costa y ahí el viento es mayor. Nos dijeron que iba a ser la hostia y cuando me levanté ni siquiera llovía...

Una miedda..

Treinta y tantos dijo...

Mucho, mucho mejor que no haya sido para tanto. Yo viví en la Costa da Morte una temporada y aunque no llegaran a huracán, los temporales me espantaban. Si tenía que coger el coche no paraba de imaginarme cómo un eucalipto me iba a caer encima y me iba a dejar como un dibujo animado: ¡en dos dimensiones!

Un beso!

Chipsoni@ dijo...

Jejeje, lo que me he reido!!!, aich, buena falta que me hacia...

Bueno y ya poniendonos serios, ¿que pasa?, ¿estamos locos?, anoche llovió en Málaga (bueno, fue algo mas que un chispeo y algo menos que lluvia y no duró mas de media hora, pero algo es algo) ¿y vosotros sin un triste huracancillo de nada?... el mundo esta cabeza abajo, ¡¡¡¡donde vamos a llegar!!!!