miércoles, marzo 14, 2007

Noto que se abate ese espíritu que fui

Un día relajado, sí señor. He rebautizado a mi móvil con el nombre de mi jefe porque es, sin ninguna duda, el que más me llama en cualquier momento y lugar. Ahora, cuando suena ya no digo: “Pásame el móvil”. No, ahora es: “Pásame a P.” Y no fallo. Controladísimo.

He tenido tiempo de poner en marcha un proyecto que me han encargado pero que la hiperactividad de mi superior me impedía desarrollar. Hace una tarde hermosa y barajo la posibilidad de salir y pillar un trocito de sol. No está mal.

Alguien escucha a mi alrededor a Manolo García, en sus tiempos de El Último de la Fila. Yo soy una fan incondicional de él y su mensaje. Me retrotrae a años pasados, a recuerdos muy lejanos no sólo por la distancia temporal sino por la emocional.

He compartido los conciertos con mi mejor amigo con una ilusión desbordante. Recuerdo que diluviaba en las previas de una de sus actuaciones y me fui, bajo un temporal de cuidado, a llevarle huevos a Santa Clara para asegurarme de que no se suspendía. Arrolló hasta la hora de comer y, después… el Dios de la Lluvia nos respetó. Porque en Galicia no creemos en las meigas pero… haberlas, haylas.

Mi ex también es fan de Manolo García y compartimos muchos momentos de nuestra vida con su discografía. Hoy camino en solitario y, de vez en cuando, a mi alrededor suena esa voz y vuelvo a dar un salto al pasado más neblinoso.

Y de todas sus letras hago un amasijo de mi vida. Me fascina una muy antigua: Los ángeles no tienen hélices. Hay un momento en que señala: “A veces te busco y sólo quiero sexo. Y tú me dices que no somos felices…”.

Esa inquietante disyuntiva entre la pasión, el sexo, el amor _que tal vez nunca existió_ resume muchos de nuestros tradicionales prejuicios a la hora de sentir libremente. Aunque no queramos, le ponemos etiquetas. Es amor, es sexo, es pasión, no es… Nos empeñamos en darle forma de palabra a lo intangible, a ese calor infernal, a ese instinto que nos arrastra… Puede que para evitar que nos arrastre. Siempre pretendiendo ponerle diques al mar.

No encontramos a ese ser que nos vaya Como la cabeza al sombrero, seguimos sintiendo que lo único que tenemos, al final, es Arena en los bolsillos. Dejamos pasar hermosos Aviones plateados, vemos como cuando La pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana pero seguimos sin renunciar al Llanto de pasión y a soñar con la Insurrección.

Aún me pregunto Dónde estabas entonces, cuando tanto te necesité, pero ya no me importa que no estés.

Yo sólo espero que algún día alguien sienta que Canta por mí y que me vea como la bruja volandera de mirada negra que soy y a quien siente deseos de decirle: “Tú me sobrevuelas”.

Mientras, Noto que se abate ese espíritu que fui…

13 comentarios:

Unknown dijo...

je, cómo mola, te ha quedado bordado, hermosa, muy bien!

Anónimo dijo...

Tu mirada..Soy yo,sol arena y mar,o tu o ninguna,quiero dormir contigo y dimelo en un beso aunque no me fio te propongo esta noche solo tu en ese momento amarte es un placer....LUIS MIGUEL (disco "amarte es un placer")

Pete Vicetown dijo...

P.
Que curioso.
He llegado de salto en salto a tu blog y prometo volver a menudo.
También a mí me acompañó Manolo García en momentos muy especiales. Solo o con Quimi. Cuando yo era como un burro amarrado a la puerta del baile.
Besos.
P.

santibichos dijo...

qué bonito, cuantos recuerdos a jazmín, mi niña...yo sigo oyéndolos todavía, me encantan. Aunque Manolo, a secas, no es lo mismo. Ellos son mi única isla en mi mar de rock duro!

por cierto, voy a poner algo de ellos...

ninfasecreta dijo...

Lobo... Es un mensaje o tratas de emular mi genialidad literaria XD??

ninfasecreta dijo...

Santi, a mí me acompañarán siempre... son parte de mí. En medio del carbón y las hojas secas, siempre resuena su voz.

A mí Manolo sigue gustándome mucho. Tal vez asociemos El Último con una etapa bien diferente de nuestras vidas.

Anónimo dijo...

Te conozco, y sé que eres de las que no 'se hacen parapetos con poemas', Pero tengo que reconocerte (otra vez) que escribes jodidamente bien.
Te preguntaría cómo lo haces, pero es mejor no desvelar el secreto, no??
¡¡Besos!!

ninfasecreta dijo...

Sí, pocos parapetos con poemas me hago yo y debería... De momento, me gusta más "subirme a la parra y hacer el amor bajo el lucero del alba"...

Gracias por los piropos. No sé cómo lo hago. Sólo lo hago.No hay secretos, creo

Besitos, anónimo bilingüe!

ninfasecreta dijo...

Por cierto, Lobo (deberías de quitarte lo de hechizado, no? ya no lo estás, creo...) de ese disco yo me quedo con una sola frase:

"Y amarte como yo lo haría, como un hombre a una mujer, tenerte como cosa mía y no podérmelo creer... Tan mía, mía, mía que eres parte de mi ser, conocerte fue mi suerte, amarte es un placer... MUJER"

Anónimo dijo...

Ummmm... Manolo García me gusta. Cuando necesito situarme en el mapa, lo escucho.

Desde Newark, New Jersey,... te manda besos una especie de avión plateado.

Mucha suerte en la capital. Keep it up, honey, you are terrific.

ninfasecreta dijo...

Vaya!! No tengo el contador aplicado en este PC para saber si eres quien yo pienso. Me confunde la ciudad y me iluminan los aviones plateados.

Gracias, sweetheart, es maravilloso que sigas leyéndome...

Anónimo dijo...

Gracias a ti, leerte de vez en cuando es uno de mis entretenimentos. El otro día le enseñé tú blog a un amigo (un periodista hispano aquí en la CNN). Leyó alguna de tus historias y dijo que escribes "fantástico".

Ya ves, hasta te leen en el otro lado del charco.

Besos, sweetheart.

ninfasecreta dijo...

Pues gracias, la promoción nunca viene mal...

(Siempre te reconozco, anónimo o no.... Muchos besos de vuelta)