jueves, junio 25, 2009

En busca del manto dorado

Me resisto a escribir. He entrado en ese estado que busco cuando he tenido un grave disgusto. Me ha costado dos migrañas de campeonato que he empalmado con una gripe y ahora la tos me ha dejado afónica como un camionero. Emocionalmente estoy catatónica, el estado ideal. Ni frío ni calor. Fuera emociones.

Hoy alguien ha escrito un texto que me recordó uno de los dones que mi ninfa -de nuevo secreta- solía ofrecer. Decía el texto "Llevo unos días viéndome con mi vecinita ninfa para esos quehaceres que las ninfas hacen mejor que nadie (convierten en magia casi cualquier cosa)". Qué hermosa definíción. Mi ninfa tuvo un tiempo de luz, brillaba donde iba, desprendía gracia, simpatía y, sí, ponía magia en la pasión, en la lectura, en las tertulias de viajes... Era verdad que fue así y algunas personas pudieron percibirlo.

En estos días de oscuridad he recibido llamadas de atención sobre mi pérdida de fe en su halo dorado. Olvidé que la magia estaba ahí, entre las alas de mi ninfa. No puedo verla ahora, las alas están rotas. Las destrozaron de un sólo zarpazo, tratándo a mi náyade como una cualquiera, como un ser insignificante al que no hay que respetar.

Obviaron su inteligencia, su locuacidad, sus ganas de vivir, de dar, de entregar. La trataron peor que a una desconocida y deshicieron, con su vulgaridad y su ignorancia, todo el manto de oro que había tejido.

He descubierto que existe gente que cree en mi ninfa más que yo misma, que la quieren viva, libre, alegre. Pero le va a costar salir de su encierro. No sé si quiero que lo haga. Es vulnerable y delicada, como todas las cosas valiosas. Quizá su error fue mostrarse a quien no puede ver más allá de sus narices, a quien no sabe distinguir la singularidad.

Creo que mi ninfa dejó pasar su verdadera gran oportunidad hace un año ya. Una oportunidad que vive feliz en otro mundo mientras ella seguía mirando al lugar equivocado.

Yo pensaba que su corazón mágico no podía equivocarse, que veía donde él mismo no veía. Es mentira. No había nada que ver. Sólo vacío, egoísmo y egolatría.

Espero que Ninfa recupere sus alas aunque sólo sea por los que -hombres y mujeres- son capaces de verla. Ellos lo merecen.

Pero ahora, necesita calma, soledad, retiro.

Tal vez alguien venga a rescatarla algún día.

Tal vez.

8 comentarios:

Unknown dijo...

o tal vez se rescate ella misma :)

un besazo! y cuida esa salud!

RKincaid dijo...

Hay días en los que me gustaría no tener nada. Nada de nada. Ser capaz de no sentir alegría ni tristeza. Ser capaz de abstraerme de todo lo que me distrae y dejar la mente en blanco y entrar en eso que llamas estado catatónico, y que otros llamarán nirvana o satori....

Pero no puedo dejar de esbozar una sonrisa incluso siendo consciente de estar roto por dentro. Siendo consciente de la enorme fisura por la que se me va el alma no puedo dejar de sonreir a los que me rodean. Es mi papel. No sé si soy un actor o un autor, pero mi papel exige entrega, y el tuyo también. Dejemos el estado catatónico para el dalai lama, pero todo a su tiempo... no hay prisa.

Un abrazo de un hombre paternalista, dogmático, incapaz de apreciar la singularidad de ciertas personas y de palabras manidas. :D

Carmina dijo...

Solo tu puedes rescatar a tu Ninfa esta entres los pliegues de tu ser, eres tu quien con tus miedos estas impidiendo que regenere sus alas y emprenda de nuevo el vuelo, de todas maneras supongo que primero tendras qeu curar heridas y luego adoctrinar a tu ninfa para escoger mejor delante de quien mostrarse... te pueden dar un zarpazo pero es menos probable, levanta tu animo wapa y deja que la ninfa se vista con un manto dorado y vuelva a hacer tus delicias y las de aquellos que son capaces de apreciar sus dones

Ana Malpica dijo...

Tú sólo Tú vendrás ha hacerlo...

Félix Amador dijo...

Olvidas qeu los espíritus vulgares no pueden ver a las ninfas.

Yo te veo desde aquí. Estás en una especie de fase crisálida, de la cual emergerás (florecerás) de nuevo en todo tu esplendor. Y entonces...

Unknown dijo...

Hola, te invito a que te pasees por mi blog (si tienes un momentín), entre mis caidas me he dado cuenta que lo importante es levantarse... te dedico el mensaje positivo que intento reflejar (dentro de esos momentos de flaqueza que a mi también me aprientan las tuercas de la vitalidad).
Sé, que si me lees, me entenderás...
Un saludo muy grande y como siempre, mucho ánimo!!!

http://memoriasdemialmaputa.blogspot.com/2009/06/tengo-toda-la-vida.html

Emma Núñez dijo...

Me alegro que albergues esperanzas :-D
Déjala dormir, despertará renovada de su sueño... ¿recuerdas?
Feliz finde Ninfa ;)

Anónimo dijo...

Por muy grande que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
No hay nada mejor que un sueño reparador, deja que duerma y se recupere, ella sabrá y sentirá, (cuando llegue su momento) que tiene que despertar.
Besos.