jueves, febrero 14, 2008

¿En la mejor edad?

Hace unos días (o un mes, qué sé yo, el maldito tiempo vuela) un buen amigo me hablaba, buscando temas para postear, de los cambios que ha experimentado la mujer dentro de la sociedad.

Yo me quejaba _como supongo que seguiré haciendo hasta que me acostumbre, o sea, otros diez años _ de lo terrible del cambio de década. El señor Duque aseveraba que, si las mujeres alcanzan la madurez sexual en la treintena larga, ganan aplomo y seguridad en los cuarenta y, en la sociedad actual, se mantienen mucho más atractivas que hace veinte años… se supone que la mejor edad de la mujer estaría entre los 40 y los 50.

Esto, que tiene su punto de verdad, suena a paradoja puesto que el declive físico más manifiesto se hace evidente en esta etapa. A mí me suena a consuelo. Conforme vamos cumpliendo años decimos que estamos en nuestra mejor edad. Yo no me lo creo mucho pero sus palabras me dieron qué pensar.

Ciertamente, la sociedad está mal organizada. Es un hecho que una mujer hecha y derecha (por dentro) tiene mucho más que ofrecer: serenidad, conocimiento de sí misma, de su sexualidad, capacidad de superación _con suerte_ de traumas, tabús erróneos y normas sociales que, afortunadamente, están cada día más denostadas.

Si sexualmente estamos en lo mejor, si somos interesantes, más cultas, más experimentadas, más tolerantes, más sabias… ¿Por qué ellos prefieren a las veinteañeras? ¡Pues porque están más buenas! ¡Si es de cajón!

No me voy a poner a criticar este punto. A mí también me gustan los tíos buenos pero a mí me llaman asaltacunas. Y no me puedo quejar aún de la competencia de las veinteañeras porque, por ahora, no son rivales para mí. Ni por su físico y, sobre todo, porque el tipo de hombre que me gusta y al que le gusto, las niñas le dejan frío.

No sé cuánto hay de premio de consolación quien me dice que ahora (otra vez…) estoy en la mejor edad. Yo no noto una gran diferencia entre la que fui y la que soy salvo en el peso específico de mi personalidad.

Si noto que me hago mayor porque me cuesta horrores introducir cambios en mi hogar/refugio. Recuerdo el mal rato que pasé cuando un amigo se sentó cómodamente en mi sofá, se descalzó y puso sus enormes pies sobre mi mesa de salón nueva.

El problema no es que fuera nueva sino que no les permito a mis hijos que pongan los pies sobre la mesa. No lo hago yo ni en la mía ni en la de nadie y, a pesar de eso, debía morderme la lengua para no resultar borde. Morderme la lengua en mi propia casa. Claro, esto es una tontería en sí. Pero me molesta mucho más de lo normal. Y me molesta aún más no poder decirlo porque, encima, la antipática sería yo.

Si encuentro calcetines de mis hijos en el suelo, les indico que los recojan o lo hago yo rezongando porque son mis hijos y ninguno sobrepasa los 7 años… ¿Cómo le voy a explicar a un hombre que me disgusta encontrar mis sábanas sudorosas? ¿Que nada me gusta tanto como dormir sola, aunque acepte compañía de vez en cuando? ¿Qué adoro mi sitio en el sofá que me respetan hasta los niños _aunque a ellos se lo cedo gustosa_ y
ver a otro allí me parece una intrusión que me pone los nervios a flor de piel?
Ya sé que nada de esto es para tanto y eso me preocupa. No sería para tanto si una le pudiese decir libremente al que tenga la loca idea de compartir la casa conmigo que no quiero que ponga los pies en mi mesa, que recoja su ropa del suelo (no soporto la ropa interior de los tíos tirada por ahí y detesto lavar calzoncillos de nadie), que esos ruiditos nocturnos que hace y sus ronquidos me dan ganas de salir huyendo de mi propia cama. El milagro sería que lo entendiese.

Antes no me costaba tanto. Nunca he tenido problemas para convivir pero noto que, cada día, mi concha está más cerrada al exterior. Que me gusta mi terreno tal cual está, mancillado sólo por mí o las cosillas de los pequeños roedores.

Encima, me desilusiona la gente. Y no lo puedo evitar. Intento no hacerlo, intento dar oportunidades y, de pronto, las cualidades que parecían ser el puntal sobre el que se apoyaba mi atracción por alguien desaparece.

Me gustan los hombres seguros de sí mismos, valientes, que tomen sus propias decisiones. Y todo el mundo me pide que tire de ellos, que les dé motivos, que les arrastre tras de mí. Y ya llevo demasiado tiempo tirando de mí misma y de mis peques como para cargar con las inseguridades emocionales del resto del mundo. No me ha pasado ni una vez ni dos. Tengo que dar explicaciones por no ser posesiva, ni buscar lazos _justo lo contrario de lo que, según los hombres, hacen todas y tanto les molesta_. Pues bien, también les fastidia lo contrario.

A mí me gustan los hombres adultos y que no dependan de mí para tirar la casa por la ventana o lo que les dé la gana. Que hagan lo que su cabeza y su corazón (en perfecta combinación) les diga. Y que no me pidan a mí que resuelva crucigramas.

Debo, como siempre, esperar imposibles.

Pero ésa soy yo.

¡¡Y he acabado hablando de hombres otra vez, maldita sea!!

7 comentarios:

Shutt dijo...

Bueno, bueno, bueno, la cosa parece seria y así responderé.
Personalmente no me gustan las veinteañeras y te daré la razón por la que si les gusta a la mayoría de los hombre las niñas de veinte.
Yo prefiero a una mujer de 40 o mas como describes pero como también dices la desgracia es que no existen muchas y con respecto a los hombres que tiran de las veinteañeras no es porque estén mas buenas, eso lo siento pero es un tópico, lo que pasa es que ellas no preguntan, no saben, no hablan o de que hablar, no contestan, y al hablar tú las obnubilas con dos palabras técnicas o dos chorradas que nadie mas que ellas creerían y además con dos duros la tienes contenta y son capaces de todo contigo así que ... si lo se suena a machismo puro y duro, pero soy hombre y se de lo que hablo, por mucho que la sociedad cambie la imagen de la mujer hoy día no ha variado tanto, solo se ha maquillado esa imagen para tranquilizar, seamos serios, que una mujer no cobra lo mismo que el hombre, que una mujer no es libre de decir o hacer lo que quiera sin que la etiqueten, que una mujer sigue aun encerrada en casa porque eso le enseñaron sus antepasados y por desgracia aun la mujer sigue callando por que nadie quiere ver sus lagrimas, oír su llanto o escuchar su petición de auxilio cuando existen malos tratos, así que… aquí lo dejo porque paso de enumerar lo que ya todas sabéis que pasa en la realidad.
Con respecto a tus gustos, yo solo te digo una cosa, sé borde, sé antipática, sé como eres y di lo que quieras pero si te pido que “SEAS TU MISMA”, sé libre y mas aun en tu mundo, casa o refugio. Por favor sigue siendo el referente, como hasta ahora, de la mujer que muchos buscamos, a lo mejor consigues que se multipliquen las mujeres como tú pero lo dudo, el peso del “que dirán”, “que pensaran de mi” o “siendo así no gustare a nadie” o “no le gustare a… ”, estas frases o pensamientos aun quebranta a la mas osada.
Me ha encantado esta entrada tuya y aunque, como siempre, terminemos los hombres siendo los malos de la película lo que escribes no deja de ser una VERDAD que muchos hemos aun de aprender, asimilar y poner en práctica.

Besos

ninfasecreta dijo...

Jajajajaja! Como siempre, sabio Shutt...

Tienes razón en tu visión del atractivo de las veinteañeras. Sé perfectamente que alucinarlas es fácil y encanta a muchos hombres con pocas miras...

Me halagas diciendo que puedo ser un referente (ya me gustaría y Dios me libre, al mismo tiempo!)

Y aunque siempre acabe hablando mal de los hombres, algo tendréis que algunos siguen gustándome...

Un besazo

SexTypeThing dijo...

De hecho Shutt me copios las palabras de los dedos... es mas facil para uno treinton-cuarentos apantallar veinteaneras...
Y es cierto, mujeres como tu, pocas... y sobre todo honestas... ya no hay muchas de esas...

Lastima que vivas tan lejos...

saludos

MeSientoMuyBien dijo...

Pienso que todas las edades son buenas, todas tienen sus ventajas y dado que nos queda otro remedio que aguantarnos con los años que tenemos: ¡Siempre la mejor es la de ese momento!
Creo que lo que nos asusta y tememos es lo que se avecina, saber el deterioro físico que vamos a sufrir. Yo lo llevo fatal!

SexTypeThing dijo...

Hola!

me alegra mucho que te hayas dado una vuelta por mi blog. Es un honor para mi tenerte por aquellos lares!!!!

Y no es ningun piropo, es solamente la verdad ;)

De hecho me acorde de una frase: Las mujeres son como el vino...

saludos

Anónimo dijo...

¿Cómo decía Wilde?... nada mas interesante que una mujer con pasado y un hombre con futuro, o algo así.

Anónimo dijo...

Muy bien dicho. Pero no descartes que te llegue alguien especial que se introduzca en tu hogar.

un beso