martes, febrero 05, 2008

Una felicidad con financiación

Sigo inquieta. A lo mejor en lugar de la pre-premenopausia (hay que mantener la esperanza, ¿eeeh?) es la ovulación que, para algunas, viene a ser muy parecida al síndrome premenstrual. De todos modos, que yo esté como una moto no tiene nada de inusual ni extraño. Lo raro es verme tranquilita. Raro, sobre todo, para mí.

Hoy he tenido una buena noticia: me han concedido una beca de comedor para mis hijos. Esto que suena tan pueril es, en mi caso, un notición ya que nunca consigo una puñetera ayuda estatal ni de las otras. Así que me ha dado el ataque de hiperactividad burocrática y me he puesto a llamar para ver qué coño pasa con el prometido carnet de familia numerosa para familias monoparentales de dos hijos (o sea, yo misma).

La funcionaria me dice que eso es para los viudos _tiene narices la cosa. Ellos, al menos, cobran del estado, así que cobrarán…_. Le replico a la susodicha que se ha aprobado en el Congreso y me manda, fina pero bordemente, a freír churros.

Hay que ver la tomadura de pelo que es esto de las leyes, los debates y la madre del Congreso. En las noticias dice que a partir de 2008 somos familia numerosa. En familia numerosa me tratan como una petarda aprovechada y dicen que, si no sale la ley, que me den bailén. Bah, otro bluff…

Una de las cosas que sí que no me gustan ni un pelo de Madrid es lo borde que, salvo excepciones, es el personal que está cara al público. Del Carrefour ya he salido con una Hoja de Reclamaciones por culpa de sus chanchullos y la chulería _y ésta era madrileña_ de la cajera.

En las instituciones son funcionarios gilipollas como en todas partes pero un pelín más; las dependientas del Corte Inglés son las más viejas, palurdas y maleducadas de toda España. Mira que el servicio de estos grandes almacenes suele ser lo que les distingue. Pero no con las viejas glorias de la capital. No te contestan y, si les preguntan, te dicen de malos modos que están atendiendo a otra persona y te dejan plantado sin poder ni siquiera ponerlas en su lugar.
Las chicas de Zara tienen más entrenamiento que en toda la península (y entrenan mucho también por ahí) en masticar chicle y hablar a voces con la dependienta de la otra punta de sus planes para el día sin mirarte a la cara. Da gloria ver todo ese rimmel concentrado en observar el más allá mientras te tienden el ticket para que lo firmes. Es como estar con un ciego. De verdad, que ni te miran. Me siento como una gusana cuando compro y no existo.

Bueno, a lo que iba. Habría que decir que me toca mucho las narices que me agobie tanto el maldito dinero en este momento en que podría ser razonablemente feliz. Tengo un trabajo que está bien, me gusta mi casa _que apenas puedo pagar_, me encanta el cole de mis hijos _que apenas puedo pagar_ y la ciudad en la que vivo _que, directamente, no puedo pagar_.

Yo no sé quién será el memo que dijo que el dinero no da la felicidad. Ya. Pues la financia. Yo estoy cansada de vivir ansiosa por el recibo del gas (he recortado drásticamente el uso de la calefacción tras el recibito de más de 200 eurazos…), el del teléfono (no puedo explicarme por qué pago tanto si hablo poco aunque… mensajeo mucho) y no se me ocurre nada más que si no, también lo recortaría.

Me encantaría largarme lejos y olvidarme de todo. Irme a un hotelazo al sol (ya sé, no es la primera vez que lo digo pero es que el deseo no se ha cumplido), ponerme ciega de margaritas, de cocktails y de sexo _o “hacer el amor”, es que no me acostumbro a usar esta expresión_, comer mucho, rico y ponerme modelitos.

En realidad, no es tanto pedir. Sólo unas vacaciones. Pero de pija, para ir de mochilera me quedo en casa. Mi espíritu bohemio no incluye dormir en albergues y no poder bañarme a gusto.

Pues eso, aquí ando, soñando presa de mi síndrome ovulatorio o de abstinencia _¿Sí, qué pasa? yo también tengo mis necesidades_. La verdad es que tampoco hace tanto pero una es Ninfa (que no es lo mismo que ninfómana, para los ignorantes que caen en este chistecito periódicamente), pasional y no quiere hacerse mayor sin haber optimizado todas sus posibilidades.

¿Será que tendré que ponerme a hacer la Primitiva…?

¡Qui lo sá!

8 comentarios:

Félix Amador dijo...

Amiga mía, creer en la primitiva es tan antiguo como inútil.

Anónimo dijo...

Bienvenida al mundo de los apuros y apretones económicos!
Por lo menos contentate con esa beca que te ha "caido del cielo" que con los tiempos que corren, demasiado es.
Puta sociedad materialista!
:-(

ninfasecreta dijo...

Hombreee, llevo con apuros y apretones cuatro encantadores años. Ya soy veterana xD!!

Anónimo dijo...

Entonces soy yo el que me uno a tu club ¿se admiten nuevos miembros?
Que vida mas perra esta!!!

Patri dijo...

Con apuros y apretones creo que somos más de uno.... ¬_¬

Por cierto, te dejé un regalito en mi blog.

Besotesssssssssssss

Shutt dijo...

Ahi, querida Ninfa, se de lo que hablas por vivir en carne propia el tema "apuros economicos", asi que mejor solo dejarte "ANIMOS A MANSALVA"

Con respecto al tema niñas+ centros comerciales vs tiendas mejor ni hablo, porque encima que a vosotras os tratan asi,mejor no te digo nada cuando eres hombre y haces algo que se "supone no hacen los hombres" como comprar lenceria para su esposa, ropa para sus hijas o simplemente la compra de la semana, pon en marcha la maquina de imaginar.

Saluditos y aunque no me hayas visto sigo visitandote desde las sombras de mi mundo.

P.D: Enhorabuena por la beca de comedor, que poco es siempre mejor que nada, tu ya me entiendes.

ninfasecreta dijo...

Muchas gracias por los ánimos y la enhorabuena.

Espero que tu situación haya mejorado. Hace mucho que no sé de vosotros.

Cuídate y mucha suerte.

Besos

Anónimo dijo...

Como dice esa filósofa moderna llamada Mafalda: "no será que la vida moderna, está teniendo mas de moderna que de vida"?.
Le saludo desde Palermo, cuna del Gatopardo.
La próxima vez que venga, le aviso...