viernes, octubre 20, 2006

Rebeldía

¿Y de qué os hablo hoy sin que sea de mis aburridas "teimas" (preocupaciones en gallego)? Saldré de copitas con el brazo destrozado y mañana me iré a urgencias porque no me apetece perder la noche de fiesta allí. Ya sé que tengo un punto masoca pero es que desconectar y ligar un poquito siempre hace la vida _sí, esa losa con pierna encima incluida_ algo más llevadera.

A veces pienso en cómo habría sido mi vida de haber nacido en circunstancias diferentes, de haber elegido una profesión diferente, un hombre/hombres distintos, otros amigos de esos que desaparecen con el deshielo...

Me planteo muy seriamente cambiar de profesión pero, la verdad, yo soy como los ganaderos, poco reciclable. Y a mí no me van a dar pasta para que cierre el chiringuito porque no hay chiringuito. Por de pronto, mi espíritu rebelde se niega a pasar por el aro y trabajar perdiendo dinero. Me cuesta pensar en ponerme de cara al público. Ya sé, ya sé, no deberían caérseme los anillos. Pero yo soy sincera. Estar de cara al público en esta ciudad me horroriza.

Me conoce demasiada gente mala del periodismo y yo misma me sentiría por debajo de mis posibilidades. También sé que no tengo derecho a pensar así porque tengo hijos y todo eso. Sin embargo, una no deja de ser humana, orgullosa e imperfecta. Así que aquí sigo, en el limbo de los parados, sin esperanza alguna de volver al gremio.

En realidad, quería escribir sobre algo interesante pero no tengo nada especialmente interesante que contar. O que se pueda contar, claro está.

Me gustaría decir que voy a crear una novela, como si eso supusiese dinero... Además, soy dispersa y volátil, no me apetece crear una historia de un montón de páginas. Huyo de los post extensos porque yo misma me aburro de leer los ajenos con esas características. Huyo de escribir sobre mi vida porque yo misma estoy aburrida de ella, al menos a ratos. Huyo de escribir sobre los demás porque ninguna vida me parece lo bastante atractiva para distraer aún cuando hay muchas con las que se podría hacer un guión de terror.

Estoy empezando hasta a dejar de necesitar el sexo (señal de que lo practico poco... ¡Maldita sea!). Por un lado está bien. Así no me encapricho de nadie que, como de costumbre, sólo ve un cuerpo y una mente ágil para no tener ganas de salir corriendo al terminar el acto. He de decir que esto a mí no me pasa. Es una chulería pero es verdad. Lo de que quieran salir corriendo y no verme nunca más a la primera noche. Supongo que porque selecciono con cierto criterio. No, esto no es. He conocido a mucho imbécil a lo largo de mi vida.

Me han preguntado que por qué "necesito" una pareja. Alguien que me lee, por cierto. Respondí que no la necesito, la palabra no es correcta. Pero sí que me gustaría conocer alguien con quien disfrutar de las pequeñas cosas a dúo. Cada uno en su casa y Dios en la de todos, eso sí. Pero me aburren profundamente las aventuras. Bueno, el día en sí, no, es divertido, claro.

Sin embargo, este juego de estar sin estar, de sentir sin sentir, de acariciar sin rozar... Tengo que reconocer que no me va demasiado. Al final, va a resultar que soy una romántica. Ser libre es divertido pero para mí tener pareja no es perder la libertad. Al menos, como yo entiendo la pareja. Quiero a alguien que sea y se sienta libre conmigo. Una utopía, supongo.

Le contaba para qué quería una pareja. Un seminovio, como digo yo. Para disfrutar de las pequeñas cosas juntos, para sentirme acompañada y mimada, para acompañar y mimar, para seguir siendo yo, única e independiente, al lado de alguien único e independiente. Para ser dos naranjas enteras el tiempo que dure. Pero, sobre todo, para no tener que fingir que siento lo que no siento y que no siento lo que siento. Para encontrar a alguien que no tenga miedo de SER y que sepa que a mi lado SERÁ más. Porque soy una compañera y él sería mi compañero.

Como de costumbre, he divagado. No estoy en mis mejores momentos _sigo enferma pero ya estoy enganchada a esta rutina bloguera que me hace sentir tan bien_. Continúo esperando que la vida se transforme de pronto, que surjan los milagros que me había prometido y poder sobrevivir a tanto despropósito que llaman existencia.

Sobrevivir a la vida, que tanto amo y, a veces, tanto detesto.

12 comentarios:

Raúl Alberto dijo...

Hace rato que no te leía como se debe, con calma y tranquilidad, apenado me encuentro de saber como la estas pasando, saber que la vida las mas de las veces es injusta, es de perogrullo, pero claro cuando le toca sufrir a nuestros cercanos, a las personas que admiramos y queremos es aun mas doloroso, me encuentro sin palabras…solo decirte que pese a la lejanía, al leerte me inspiras de manera enorme, estoy seguro que no solo a mi sino que a muchos y a muchas. Tarde o temprano eso que brindas a brazos abiertos, volverá a ti, mas fuerte y constante, es cuestión de tiempo, estoy seguro de eso… un bezazo enorme y mis mejores deseos…

ninfasecreta dijo...

Querido Raúl, antes de nada, gracias pero, sobre todo, quiero pedirte disculpas por no haber leído aún tu cuento.

Me encuentro físicamente mal (para más inri) y moralmente, ni te cuento. Así que no soy persona de leer algo por pasar páginas. Nadie que escriba se merece eso.

Quiero leerte cuando tenga la mente abierta y fresca y preparada sólo para tu mensaje. Quiero darte una opinión sincera de alguien que, seguro, disfrutará mucho con tu texto. Y ahora me encuentro tan mal uqe no me parece justo.
Pero no me he olvidado de ti, te lo aseguro. Lo leeré con todo el cariño y te daré mi humilde opinión, recordando que no soy más que una mera lectora y mi crítica no tiene por qué ser valiosa.

Gracias de nuevo y un gran beso.

POr cierto, me hace mucha ilusión que me lean en ¡Bolivia!

Chipsoni@ dijo...

Joder, algunas veces me asustas.
Hace unas semanas, tomando una cerveza en la terraza de un bar con un amigo (Ignasi de orkut) le explicaba que yo no queria una pareja 'estandar', que no me interesaba fusionarme con alguien y que asi perdieramos los dos nusetra individualidad. Le dije exactamente que yo no queria ser media naranja y unirme a otra media, porque pensaba que dos medias naranjas unidas, a la larga no se convertian en una naranja sino en un limón. Que yo preferia ser una naranja entera y caminar junto a otra naranja entera.

Cuando te he leido me he quedado perpleja, es increible, sencillamente increible.

ninfasecreta dijo...

Por qué, alma gemela? Aún no nos reconoces??

Un besazo, ven a verme.

Anónimo dijo...

En esta linea me gustas, muxo más. besos

Anónimo dijo...

UN BESOTE Y UN ABRAZO DE ÁNIMO, PORFA NO DESESPERES, TE QUEREMOS Y TÚ LO SABES. BUSCA LAS NARANJAS ENTERAS, LAS MEDIAS EN CONTACTO CON EL AIRE Y EL SOL SE PUDREN.....

Chipsoni@ dijo...

Si que te reconozco, pero como es la 1º vez que me pasa, me quedo flipada con cada cosa...pena que seas una tia. Aunque con lo buenorra que estas, lo mismo me paso a la otra acera ;-)

Anónimo dijo...

Bueno, bueno... serían dos pérdidas importantes para el colectivo masculino...

Pero como me dijo una amiga mía desde la otra acera: «¿y lo que ganamos las de este lado?».

Por cierto Sonia, un saludo.

Ninfa, no tienes por qué escribir una GRAN novela. Si lees "Los invitados al jardín" de Antonio Gala, te darás cuenta de que se narran pequeñas historias. Al igual que el libro "Déjame que te cuente" de Jorge Bucai. Te menciono esos dos porque creo que son buenos ejemplos de «retorno de la inversión».

Salud!

Anónimo dijo...

Estimada compañera,

Me he parado en este tú espacio y he leído todo lo que he podido. No tengo intención de ser un psicólogo barato aunque pueda parecerlo, pero este desconocido te diría un par de cosas, tómatelas como quieras:

1.- Noto rencor en casi todos tus escritos, rozando el odio a no sé qué. ¿Es de esto de lo que trata tu blog?

2.- Pregúntate qué ha sido lo último que has hecho para mejorar tu vida??.

3.- Nunca comprenderé cómo se puede permanecer tanto tiempo en ese círculo vicioso que es la creencia de la inutilidad de uno. Sólo tines un camino; coger ese trabajo de una puta vez, estar machacada como el 80% de los trabajadores en españa y demostrar lo que tú tanto dudas!! y los que hemos leído tus escritos sabemos, ni más ni menos que una profesional con mucha valía y grandes temores, miedos a trabajar. Mientras sigas así estarás mucho tiempo en el círculo del paro, sin salir y cayendo. Tú misma. Me jode ver gente así, llorando y sin reaacinar, atenazada por sus propios miedos.

Suerte.

ninfasecreta dijo...

Noto que no sabes leer muy bien (me refiero a interpretar).

Y sobre lo que yo he hecho para mejorar mi vida, no daré cuentas a quien no pone ni nombre y no sabe de lo que está hablando.

Y decir que yo vivo atenazada por los miedos...

En fin

Anónimo dijo...

Hola Ninfa,

Soy el Usuario Anónimo, pero no el violentillo de antes, sino el que un día se pasó escribiendo sobre la guerra de los sexos y sobre el valor de tu escritura. Cuando no esté perezoso y abra mi nick me pondré de alias Terranova.

¡Menudo guirigay se forma últimamente contigo!! Buena señal, eso es que interesas. Ya tienes tu pequeño público, lástima que no sea siempre sea el de los voluntariamente escogidos (situación que tanto gustaba a artistas como Debussy o Béla Bartok. Yo hágo música para mi círculo de escogidos, solían decir ambos).

Reconozco que puede resultar estremecedor relatar tanta amargura condensada, pero insisto, también demuestra una valenttía inusitada. Libertad al poder, pero para el que tenga huevos de decir con un par lo que le pasa. Muy bien, muy valiente.

Navegando entre amigos blogueros vuestros, me quedé impactado también con la lectura de uno que cuenta historias sobre aceleradas andanzas sexuales. ¡Es fantástico! Le menciono aquí por un motivo, porque también se desnuda con una sinceridad tan impactante que deja al lector en cierta manera petrificado. En eso el símil y la refrencia. Me impactó cuando calificaba el rango de las pibitas según la estrechura de su vagina. Nunca lo había reflexionado, pero el tema me hizo pensar. Después sobre las sensaciones olorosas con una emigrante sudamericana. También sobre cómo poner en práctica el cunilingus. Es un relato naturalista al más puro estilo, vamos, que se arrodillen los franceses del XIX.

Como siempre dice Harold Bloom (El Canon Occidental, Qué leer y por qué), el sólo lee a aquellos que en ciertas facetas son más inteligente que él mismo. Es decir, para absorber sabiduría. A mí me pasa exactamente lo ídem. Por eso te leo a pesar del ramalazo agridulce. Porque en algunos temas, como el del sufrir, eres bastante sabia.

Besos

ninfasecreta dijo...

Pues gracias, otra vez.

Siempre siembro la polémica donde voy, estoy acostumbrada.

Creo que sacar fuera los sentimientos, como tú dices, es un signo de valentía y, en mi caso, liberador.

De hecho, yo no soy nada rencorosa porque no me guardo la porquería. La echo fuera y me quedo tan a gustico.

Tú deberías crear tu blog también. Escribes bien y pareces tener criterio´así que, ya sabes, anímate!

Biquiss