De vez en cuando, releo mis viejos posts. No sé exactamente por qué (nunca los cambio incluso si veo alguna errata… cosas de Ninfas). Algunos siguen emocionándome como el día en que los escribí, me hacen llorar como si lo que cuento hubiese ocurrido ayer y, sobre todo, como si lo hubiese contado ayer.
Muchos de ellos deben su valor a los comentarios que recibieron. “Feliz cumpleaños” es un ejemplo. Cuando veo los comentarios, esa comunión entre desconocidos (y otros no tanto) proyectando sus felicitaciones al otro lado del espejo se me cae la armadura y las lágrimas corren por mis mejillas.
Podría elegir mis favoritos, unos por su calidad y otros por su humanidad y por todas las emociones que, inexplicablemente, siguen produciendo con su lectura incluso a mí, que casi los sé de memoria.
Hay sentimientos que el tiempo puso en su lugar y ya no valen nada, hay sensaciones que son eternas, hay ilusiones imposibles “como no morir”, parafraseando a Alejandro Sanz.
Hace poco me contactó otra blogger y lectora también. Dice que se sorprende de que no tenga muchos más comentarios. He de admitir que la autopromoción no es lo mío, soy perezosa y ni siquiera sé cómo funciona. Pero como ella, conozco a muchos que leen en el silencio, sin ruido, sin comentar pero me siguen.
Hay polvo de estrellas que, probablemente, abre esta puerta “espacial” y viaja un rato conmigo, en ese avión imaginario que nunca compartiremos. Hay duques que fueron míos en vidas paralelas pero nos hemos equivocado de línea. Hay ángeles de la guarda que sé que nunca _dentro y fuera del ciberespacio_ me abandonarán. Hay escritores que me fascinan y atraen como una polilla a la luz hasta caer en una admiración platónica que roza la post-adolescencia. Hay hermanos y padres que viven para siempre en mi blog y han muerto en la memoria de quien debería mantenerlos vivos. Hay vientos que se quedaron en brisas pero, con todo, refrescaron el ambiente aunque fuesen, como todo en esta vida, volubles y pasajeros. Hay lobos que nunca hechicé y, sin embargo, me pertenecen más de lo que jamás estarán dispuestos a admitir.
Hay sueños que nunca se cumplirán y desilusiones que ya no duelen. Hay una carrera de obstáculos en la que sigo empeñada, tanto en no abandonarla como en superarla. Hay posibles amores ocultos entre las líneas, hay lectores-amigos que son el alma del blog y, sobre todo, hay sentimientos a raudales que ninguna armadura puede impedir que lleguen al teclado.
No he encontrado el amor en estos dos años de letras con vida propia, que me usan como un mero vehículo para reunirse y decir lo que les parece. Estuve cerrada a él, con la sabiduría de la racionalidad. Lo malo es que la razón y el amor no viajan juntos y yo soy un torturado pack. He conocido a algún posible candidato pero ellos mismos se ocuparon de abortar cualquier posible fisura en la chatarra que me envuelve.
Está también ahí, paso a paso, el diario de la Ninfa emigrante, con sus monotemas laborales, movidas con ex maridito, bloqueos y hasta recuerdos envueltos en sensualidad que siguen a la espera de ser realidad… por un rato, como siempre.
Todo esto venía a que mi blog sigue haciéndome vibrar y vuestros comentarios siguen haciéndome llorar. Es tan simple como que quería devolveros el favor de hacerme sentir viva. A todos los que, de alguna manera, habéis sido protagonistas _lo sepáis o no_ y más aún a los que, atentos, abrís las páginas de este libro que jamás se verá impreso en ningún papel.
Me conformo con imprimirlo en mi alma.
(Luis Miguel tiene la capacidad de hacerme vibrar, de hacerme sentir tal y como cuentan sus canciones. Por esto lo comparto con vosotros, aunque no tenga nada que ver con lo que cuento... o sí).
A ver si aparece uno que se atreva a no renunciar al paraíso.
11 comentarios:
Hola:
¿Seguro que no te has enamorado? Pues llevas unas últimas entradas que te sales :)
Como castigo por tu ostentación verbal, esta noche tendrás réplica e-pistolar.
¡Vista al frente! (He oído que los soldados son muy atrevidos. Igual me presento voluntario...).
Mi Ninfa querida:
Qué afortunados somos los que sabemos dónde encontrar tus palabras en la inmensidad de internet. Cada una de tus entradas es como un beso en la mente.
Un abrazo enorme.
Y cada comentario de una buena amiga, aunque sea en el ciberespacio, vale por mil abrazos terrenales.
Un besazo
Jajajaja, Solitaire,no,no me he enamorado pero me encantaría, la verdad...
Es que se me va pasando la "histenia" e intento aflojar las tuercas del maldito yelmo...
Besos
Soy una de esas que te lee mucho y te comenta poco. Pero igualmetne te mando todos los abrazos virtuales que necesites, cuando lo necesites. (Además tenemos un feo en común, jaja)
Abrazos y besos
Y premio a medias!!
Me acabo de pasar por tu blog... cómo envidio la pasión por la cocina. Yo soy perezosa e ignorante en temas culinarios (y no tengo mala mano pero... poco interés).
Sin embargo, soy una gran comedora... Y qué fotos tienes tan comestibles en el blog, nenaaa!
Muchas gracias por visitarme y por comentar o no. Aquí hacemos lo que nos da la gana menos faltarnos al respeto.
Besazos
y que dure el blog! que dure!
(yo debo de ser muy mala porque no me hace llorar lo que escribo ni lo que me comentan... bueno a veces de la risa.. )
felicidades por haber encontrado tu válvula de escape a través de las letras, un besazo reina.
Solete, mejor, mejor que no llore nadie!!!
Lo tuyo es hacernos reír y a fe que lo consigues (es más difícil hacer reír que llorar, no lo olvides).
Besazoss
No se sabe quien hace el favor a quien. Yo mas bien me inclinaria por decir que el favor nos lo haces a nosotros al compartir una parte de ti..
Gracias por escribir (y por compartirlo...)
Besos
Angel (mas que lector, re-lector)
Bueno,
ya has sabido de una lectora tuya -incondicional- a través del tiempo;
Que soy yo de viva voz, y con la satisfación -ya- de saber que eres si cabe decirlo un auténtico regalo de la humanidad.
Eres sobre todo realista, creo que el verdadero secreto tuyo, es que emerges con tal conciencia a pesar de lo dura y no tan dura que la viva te ha aportado, que el resultado de tu personalidad es para los que te leemos verdaderas clases magistrales.
Y eres tan cercana con las cosas cotidianas que eso es todavía más fácil de comprender -y- entender.
Y que es inevitable quererte abrazar.
(no soy lesbiana), pero vamos que si me lo pides me acuesto contigo (jajajaj ;P)
Viva esa Morenaza!
Muchos besos,
gracias por existir!
;)
DESPEDIDA: Vengo a despedirme… Fue un placer leerte y saber que alguna vez también tú leíste los textos de Pau Llanes… Un saludo fraternal y un abrazo cómplice… Pau
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