miércoles, mayo 14, 2008

El árbol caído

Me siento como un árbol seco. Como uno de esos ejemplares centenarios que se mantienen ahí de modo casi inexplicable, bellos por fuera, huecos por dentro.
Desearía llorar y considero que sería hasta bueno, al menos por su efecto naturalmente catárquico. Sin embargo, hasta para eso estoy seca. Me levanto y hago las cosas con una actitud casi autista. Tras el golpe, viene el estado shock. Ese estado en el que no asumes lo que te pasa porque no te lo puedes ni creer.

Pienso que sería más saludable y natural que fuese un mar de lágrimas pero ya no me quedan. Pienso en cómo eran las cosas hace cinco días y en cómo son (o mejor dicho, no son) ahora.

Me siento de luto. Cuando muere alguien allegado, el momento de la muerte te desborda siempre, aunque sea esperada. Las lágrimas fluyen, lo vives con incredulidad. La gente te apoya, te abraza, te dice que lo superarás. Cuando pasa el funeral, el entierro, todo, vuelves a casa y te encuentras el vacío. Has de continuar solo. Durante el primer mes no eres consciente que la vida que se ha ido no volverá. Escuchas los sonidos de la puerta y aguardas que aparezca, feliz, aquel que se fue. Pasan los días y no llega nadie. Cesan las llamadas, los arropamientos, los demás también tienen que continuar vivos

Y te quedas dudando si guardar la ropa o empeñarte en olvidar. Y olvidar te parece casi blasfemo. Así que pasas un mes abstraído de la realidad, sin tomar decisiones, sin saber en qué consiste la vida con un nuevo hueco.

Así me encuentro ahora. Sin ilusión, sin valor ni deseos de creer en nada. Intentando comprender qué ha pasado, en qué momento y por qué volvieron a robarme mi vida. Y no lo sé. Y no lo entiendo.

No tengo confianza en nada porque precisamente eso es lo que me han robado. Quiero lo mejor para mis hijos (incluido una madre más o menos sosegada) y nunca estoy en posición de dárselo. Quiero ser una persona “normal” y no lo logro.

Me voy a casa a que mis amigos del alma me den palmaditas y sean capaces, con suerte, de arrancarme alguna lágrima. Nadie me va a salvar, eso lo sé hace mucho tiempo.

Tal vez el día de eso que llaman muerte (que debe ser tan liberador) me salve. Aunque finalmente sea cierto que no hay nada.

O precisamente por eso.


10 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola:

Un árbol seco es un árbol muerto, y el día (tu día) de eso que llaman muerte está muy lejos, no libera y menos salva. Si hemos de buscar metáforas, prefiero verte (en este momento) como un árbol en la plenitud de la vida con el que las hachas se han cebado. Bien es cierto que el verano no es tiempo de poda, que los dos pequeños árboles que crecen junto a ti tienen ahora una copa más liviana encima y que se han perdido muchos frutos. Pero lo esencial se ha salvado: el tronco (e incluso muchas ramas) permanece y, sin saberlo, crecerá en otoño y en invierno para dar nuevas y más fuertes en ramas en primavera.

Todo eso, el árbol no lo sabe; pero así será.

Anónimo dijo...

Nos hemos quedado tan "de piedra" que nadie dice nada.
Estamos de luto contigo.
Bkñs.

angelos dijo...

Ch tiene razon. Yo al menos ando completamente fuera de sitio con lo ocurrido.
Imagino (aproximadamente)como debe sentirse porque yo hace años pase por lo mismo.
Lo peor de estas cosas es cuando ocurren en momentos delicados.
Aun asi, y por muy negras que veamos las cosas, de todo se sale, y estoy segura que la Ninfa saldrá tambien, probablemente mucho antes de lo que ella imagina ahora.


Besos y abrazos.

Anónimo dijo...

Como te digo siempre, todo mejorara,quiza ahora no sean los mejores tiempos pero este tiempo que ahora no es indulgente contigo en el futuro si lo sera.
Tu vales mucho, tu fuerza vale mucho, tu alegria tambien, no dejes que los tropezones de la vida, hagan que olvides eso nunca...Un beso muy muy fuerte desde Colombia.

María dijo...

Ánimo, nena. Espero que estés ya en tu casa, con tus buenos amigos, y que ellos encuentren las palabras que hagan que te sientas mejor. Seguro que sí. Los buenos amigos son el mejor bálsamo para el alma.

Un abrazo kilométrico.

Anónimo dijo...

Hazle caso a "Ex-esclava", las cosas cambiarán. Ya sabes que esto de la vida es un sinfín de altibajos, un camino lleno de baches... (Sí, ya sé, ahora me dirás que para ti no son "altibajos" sino "baji-bajos", so quejica!!!)
Te deseo "paciencia", para que se te pase rapidito esta etapa, y, sobre todo, te doy mucho ánimo, Alteza.
Un beso de corazón,
El D. de R.

Félix Amador dijo...

¿Qué pasa con la primavera que todo el mundo se está poniendo pesimista?

Ay, ay, mi ninfa. Te envío un abrazo cálido y lejano. ¿Te sirve? Creo que por muchas palabras que te enviara no cambiarías eso por una sonrisa.

Quedo a la espera de un post obligatoriamente optimista. Si no, habrá reprimenda. el que avisa no es traidor.

Anónimo dijo...

No te acepto como árbol seco... bonsai, sí... hazte pequeña, respira poco, consume suficiente, crece hacia abajo, si quieres... Pero árbol seco no, por favor... ¿Con quién mediría mi nostalgia?

Gabi dijo...

No lo puedo creer! Una Ninfa teniendo lástima de sí misma. No es natural, no es razonable, no es posible, NO debe ser así!
Que una mujer SANA, inteligente, linda, con dos hijos SANOS, inteligentes y lindos, haya pensado por un momento que ésta es una vida que no merece ser vivida, es porque -disculpame hermana- está viendo otra película.
Y si la película que estás viendo en tu cabecita soñadora es la de princesas de Disney, la de la chica que se casó con el millonario o la de la gran ejecutiva triunfadora de Manhattan, te aconsejaría que salgas del cine y empieces a caminar por la vereda del sol, que es la de la vida real.
La vida real que nos quita personas muy queridas, nos pone muchas veces ante crisis económicas, nos retacea el amor de pareja aunque a veces la tengamos al lado. La vida real que nos muestra el lado feo de la gente, el egoísmo de algunos sectores, la lucha cruel por sacar la cabeza del pozo de miserias humanas en el que siempre estamos en riesgo de caer.
Y sí, es dura, pero es la vida que te ha dado momentos de felicidad, de amor, tus hijos, tus amigos y, fundamentalmente, a vos. ¿Sabés la cantidad de gente que daría lo que no tiene por ser como vos? Así, sin nada accesorio, con lo que sos en cuerpo y alma, esa es la única fortuna. Algún día vas a entender que hoy sos rica (y ésto no es un discurso barato de libro de autoayuda), te lo digo porque pasé por varias crisis, salí adelante, y comprendí que hay consas por las que no vale la pena llorar. Y que hay cosas, muchísimas, por las que vale la pena levantarse a la mañana y salir a la calle con una sonrisa en la cara.
Besos Mil

http://www.youtube.com/watch?v=eS6NZn_D_q0

Crika dijo...

hace muy poco que te visito (desde que recibimos el mismo premio de manos de nuestro admirado félix) y no me ha dado tiempo a ponerme al día de tus tribulaciones cuando te encuentro así de baja de ánimos. No se muy bien cómo animarte pues apenas te conozco, pero intuyo que tenemos cosas en común (padre y hermana también perdidos, infancia nada fácil....) y, por eso mismo, llevo un buen rato pensando en qué decirte.
La vida es dura, eso ya lo sabemos, pero no lo es tanto para unos como para otros y es fácil decir "no te rindas" cuando la tuya no lo ha sido tanto. Yo también he sentido muchas veces ese cansancio infinito que te llega a hacer pensar que el único modo de descansar sea la muerte. Lo malo es que YA lo pensaba con 9 años....y, sin embargo, sigo aquí luchando. Lo bueno de luchar es que siempre te queda la esperanza de poder seguir cambiando las cosas, pero si te rindes dejas tu destino en manos de la vida, que además de dura no es justa, así que no esperes que te ayude a remontar. Busca a tus amigos, resguárdate en su cariño y apóyate en el amor de tus hijos, pero hasata que no encuentres en tí misma las ganas de luchar, los demás no te las podrán dar.
Por desgracia sólo conocemos esta vida y aunque puñetera es la que tenemos que aprovechar.
Arbol tronchado pero no caído. De ti depende que la fuerza de tu savia lo haga enderezarse y seguro que tus niños te ayudan. Sólo con mirar en sus ojos sabemos que son el único sentido de este vida de locos
Un enormme beso y espero verte pronto recuperada,sino tendré que darte otra "chapa" como la de este comentario-testamento, jeje

Crika
P.D.: quise enviarte un mail pero no lo veo en tu perfil y en tu otro blog hay que entrar con invitación...