martes, mayo 27, 2008

Dando guerra

Salgo de mi ostracismo voluntario para asomar la nariz y que veáis que, a pesar de las apariencias, no tengo ni valor ni ganas de cortarme las venas.

No he querido escribir porque no me apetecía, en primer lugar, y en segundo lugar porque no me gustar convertir mi blog en El Rincón de Plañidera. Es saludable y catárquico echar la basura fuera en forma de texto pero no me gusta escribir bazofia, aunque _como he leído hoy en un periódico gratuito_ sea bueno para la salud.

Sin embargo, hubo una ocasión en que renegué de las letras durante demasiado tiempo (casi dos años) y sabiendo que es fácil que vuelva a recaer en ese modelo de autodestrucción no me dejaré llevar. Así que aquí estoy.

He visto recientemente a uno de esos que dice que “ya no me lee” y que pretende saber todo de mí a través de mis páginas. La ignorancia (nunca me cansaré de repetirlo) es muy atrevida. A pesar de no leer mis textos los calificó de “derrotistas”, adjetivo que queda perfecto para mis tres últimos posts pero que no reflejan para nada el espíritu de este blog, ni a la Ninfa, ni a la escritora. En cualquier caso, no me sorprende que cada uno vea lo que quiere ver.

Otra cosa que me ha hecho gracia es que el mismo personaje aseguraba estar al tanto de mi vida sentimental cuando yo jamás aludo directamente al momento personal que puedo estar viviendo. Es decir, nadie puede decir que yo relate en ningún momento lo que he hecho la noche anterior en compañía de un hombre, si estoy o no saliendo con alguien, si he tenido o no sexo tal o cual día. Jamás hablo de mi vida sentimental de modo directo. Pero los listillos aluden a ilusiones rotas, amores que me abandonan y sexo a diestro y siniestro.

Es penoso que algunos ni se planteen que las letras tristes no siempre hablen de amor o pasión sexual. A mí me apasionan muchas más cosas y me producen profundas sensaciones cuestiones tan cotidianas como la amistad, la nostalgia, mis hijos, el dolor ajeno, una bonita letra, un talentoso texto, un vino de gusto alegre y vivaz o denso y ponderado… La vida me produce sensaciones muchas veces dolorosas y una canción de amor cuenta muchas de esas vivencias.

Una amiga bloguera acaba de cerrar su espacio privado y me ha dado una serie de razones poderosas que a mí me han sorprendido no por elegirlas (me dicen mucho de su valor como ser humano) sino por el corrillo que, por lo visto, se forma también en ciertos ambientes blogueros. Envidias, falsa compasión, chismorreos… Será que yo siempre vivo en las nubes _en mis nubes literarias porque, por lo demás, con tanto hostiazo estoy bien en la tierra_ que no participo de chismes y demás. No fomento la compasión porque me asquea hasta cuando la practico conmigo misma y, a pesar de alguna pataleta en la bitácora, la rehuyo en público.

Me gusta la solidaridad y la comunicación, no la compasión ni la lástima. Lo dicho, para lástima, la que siento por mí misma de vez en cuando. Si he resultado lastimosa (lo sé, lo sé, así ha sido) os ruego me disculpéis y no le déis más importancia. No tengo la menor idea de cómo pero saldré adelante. No sé con cuánta fortuna pero habrá que salir.

Así que no permitiré que las circunstancias me roben también lo único que poseo y nadie puede arrebatarme: el amor por las letras, la satisfacción de comunicarme con vosotros, el poder de transmitir más allá de mis propios sentimientos llegando a los vuestros y que ello nos permita a cada cual ordenarlos como deseemos.

Estoy lejos de estar al cien por cien y de ver mis deseos mínimamente cumplidos. Sigo rodilla en tierra pero aún queda una respetable y saludable porción de rebeldía dentro de mí. No batáis palmas, estoy lejos de estar bien. Muy lejos pero, aún así, ESTOY.

He perdido unas cuántas batallas… pero queda mucha guerra.

Y esta Ninfa es muy guerrera. Vaya si lo es.


7 comentarios:

angelos dijo...

Tan solo pierde quien acepta la derrota.
Incluso rodilla en tierra, mientras tengamos una toledana en la diestra y la vizcaina en la izquierda tan solo hay que apretar los dientes y vender caro el pellejo.

No queda sino batirse (con la vida, con el destino, con lo que sea....)

Crika dijo...

has elegido buena canción para defenderte de la osada ignorancia ;)
yo debo ser más tonta que nadie porque he leído unos cuantos de tus post y he sido incapaz de averiguar tu estado sentimental y mucho menos sexual, jeje
Me alegra verte de nuevo por aquí :D
No dejes de escribir, que lo haces muy bien!!
Un beso bloguero

María dijo...

Sí, querida, ésta eres tú.
Me alegro mucho de verte de vuelta, aunque aún te falte para estar bien. Ahora el camino es cuesta arriba pero el final está en la cima, no en lo profundo del valle.
Un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

Hola:

Me alegro mucho por el nuevo tono. Para un amante de las letras, vaciarse al escribir supone siempre un poderoso efecto. En este momento, este tipo de textos puede ayudarte mucho. Así pues, permíteme si no batir palmas, escribirte mi sonrisa en este nuevo papel de amazona más que ninfa.

Besos.

Patri dijo...

Puuuuffffff.... esos corrillos blogueros también los he visto yo...

A mí me gusta como eres, aunque me pase poco por aquí, me gustas. ^_^

Besotes cariño

Anónimo dijo...

Yo te mando un millón de cariñosísimos abrazos por como eres a nivel humano, y superación lo primero, y por lo realistamente sensata que eres puñetera!

Gracias por ser tan genuina!

Besos,

Liberto Brau dijo...

¿hambre de hombre hombro?... es fácil, mujer, sólo tienes que dejarte llevar, como si bailaras... otra cosa es que te guste llevar el ritmo y prefieras la concordancia con un chaston que la ingravidez entre unos brazos ajenos... Si estas frágil, nos fijas luego fortaleza... (te lo digo con afecto, el que tú me mostrabas cuando me leías)... Beso, shhhhh.... déjate llevar...