Tengo tanto que transmitir y tan poco que contar... ¿Nunca habéis sentido esa tristeza sorda, tranquila, sin esperanza? Una tristeza resignada, callada, que anega los ojos en lágrimas ante tan sólo una sonrisa de comprensión, de complicidad, de apoyo.
Aborrezco las despedidas. Todos decimos lo mismo, lo sé. Pero yo las aborrezco especialmente porque acostumbro a mantener la compostura. Hoy no la mantengo. La he perdido con muchas otras cosas pequeñitas y enormes, de incalculable y, sin embargo, desconocido valor para la multitud. Ahora tengo la sensación de no tener nada más que polvo de oro que se escurrió entre los dedos. Unos dedos que aún brillan pero no puedo retener el metal precioso.
Sé, con el peso que da la experiencia, que el dolor pasará o lo podré meter en una bolita quística inventada en exclusiva para mi alma. No es al dolor al que temo.
Temo haber perdido, sin haberlo tenido jamás, lo que siempre estuve buscando. Temo no recuperar jamás ese milagro de la sinrazón que te hace romper barreras, pasar por encima de denominado como "bueno" o "malo". Temo no volver a sentirme plena con nada más que un amigo a mi lado, una buena comida, un secreto jamás contado.
Sin embargo, nunca olvido que el dolor de hoy es parte de la felicidad de entonces. Así que, una vez más, confieso haber vivido, haber perdido y haber sentido.
Hoy cierro un nuevo capítulo de mi vida. Lo hago de mala gana, sin haberlo terminado, con la sensación de que está todo escrito pero no he osado poner la tinta. O no he tenido la capacidad. O el Todopoderoso, como siempre, recoloca las cosas en el lugar apropiado que, casualmente, nunca soy yo.
No me he despedido. No he dicho adiós. En Galicia decimos que adiós sólo se le dice a los muertos. Y todo lo que se ha ido está muy vivo, tan vivo que lastima en el pecho. Acostumbro a ser valerosa. Para mí la prueba de valor hoy ha sido permitirme no tenerlo, llorar, huir. Con esa sonrisa llena de lágrimas que sólo producen los fenómenos más bellos e inexplicables.
Tengo una muesquita nueva en el corazón que duele pero recuerda que estás viva. No eres la elegida pero aún eliges. Y una sonrisa amarga y dulce que entremezcla cariño, empatía, comprensión y pasión compartidas.
Se han ido, al menos físicamente. Pero el libro de mi existencia tiene páginas nuevas, aire fresco, que va y viene como todo en ella. Aún así, me alegro de seguir aprendiendo, arriesgando, volando. Sin prisa y sin pausa.
Chisssttt... Sólo los madrileños tienen siempre prisa...
Adoro esta canción. Siempre he querido ser una bruja volandera. Quizá por eso, quiero compartirla hoy con cualquiera que pueda llegar a ella. Es de Los Burros. Si podéis escucharla, no dejéis de hacerlo.
"Tu Me Sobrevuelas 3'45
(M.García / Q.Portet)
"Muy dentro del bosque, sobre un manto de humedad;
sentados muy juntos te contemplo, te oigo hablar.
Mientras, me has pintado la noche de carmín,
me señalas el cielo que se abre para tí.
De repente miro y tiemblo porque ya no estás.
Entre nubarrones el viento te llevará;
por el cielo cruzan brujas del alba.
Me siento estremecer, tu mirada es azabache.
Escapaste entre alientos de fuelle y hoguera ululante;
te vas, ¿qué será de mí?
Sopor, duermevela, incertidumbre, ¿dónde estás?
Espero señales, saber que regresarás.
Con las puntas de tus dedos rózame;
noto tu presencia, Dios del cielo, ahí estás.
Tendido en el suelo me miro en tus ojos.
Bruja volandera de entrevientos y cerrojos;
de tormenta y viento tu me sobrevuelas,
y por un instante tu mirada es negra.
Albas de zozobra y desapego terrenal.
Encuentros del cielo que me aturden, déjame escapar.
Entrelanzamientos de acoso a mi debilidad.
Mi remolino de estrellas, quiero estar donde tú estés.
Noto que se abate ese espíritu que fuí.
Noto que se abate ese espíritu que fuí...".
10 comentarios:
"Aún así, me alegro de seguir aprendiendo, arriesgando, volando"
Hace un año pasé por aquí... hoy lo hago de nuevo y me encuentro las mismas letras.
Sigue volando, que no aprendiendo.
Lo siento chica, pero alguien te lo tiene que decir!
Triste el que piensa que camina un sólo día por la vida y no aprende algo...
(Y yo te lo digo con nombre y foto xD)
Nombre y foto.
Siento decepcionarte, te equivocas. Ni te conozco, ni me conoces. Ni tú ni yo, tenemos interés en ello. Pero tú eres la que dejas esta ventana abierta para que miremos, halaguemos, critiquemos, para que te hablemos. Yo no.
Triste es el que piensa que todos los días se aprende algo, y al cabo de un año ves igual. Eso sí, ha pasado ya otro año, eso es otra victoria de alguna manera, ¿no?. El mismo vestido, la misma música, el mismo baile; la misma elección.
Solo se estanca quien no aprende que la mejor lección es descubrirse viva y con toda la capacidad de conmover (se) a (con) otra persona, si para ti anónimo es poca cosa, será que aún te faltan cosas por aprender.
Un besito mi dama hermosa, que los días mejoren y te lleven luz y nuevas motivos para sonreír, con lo bien que lo haces…
Vaya por delante mi desconocimiento absoluto de las circunstancias personales que te mueven a dejar ese “capítulo inacabado”, por tanto y ante todo, mi respeto y tributo a un texto que describe, magistralmente por supuesto, situaciones emocionales ajenas. No obstante al leerlo, no he podido sustraerme al “dejà vu” que ha sobrevolado por instantes mi recuerdo, cuando en otro tiempo, otra mujer independiente, dinámica y con ideas muy claras, se despidió de mí en parecidos términos: “renunciamos a lo que queremos por que ansiamos querer”, anteponiendo el pragmatismo al sentimiento.
Seguramente nada tenga que ver con tu caso y por tanto nada hay que puntualizar. Los espíritus libres, lúdicos y errantes, suelen ser también los más sugerentes, seductores e hipnóticos que la mente del hombre pudo haber ideado, lástima que su corazón nómada tenga alma de Tuareg...
Anónimo, sólo te diré que la ignorancia es muy atrevida y pretender saber quién yo soy a través de una ventana... es de mucha ignorancia.
De lo que yo he aprendido en este año soy muy consciente yo. Como tú me veas, a través de unas letras, no te da derecho a juzgar ni a entender.
RAÚL: tú sí que me conoces ya... No te preocupes, nunca permito que la sonrisa se aparte de mí más de un día.
JESÚS: no, no ha sido mi alma de tuareg la que ha dejado sin terminar el capítulo. Ha sido la vida, que muchas veces, decide por nosotros. Pero no me arrepiento de nada, eso es lo bueno.
Lo conseguiste, eres una bruja volandera.
Por tu prosa,tan acertada y tan viva.
Por que la compartes aun no eligiendo con quien.
Por que transmites intencion..
Por que eres valerosa y abres paginas nuevas sin arrancar las viejas.
Por que eres sonrisa aun cuando te sientes lagrima.
Por tu visible no armadura.
Por que te bastan unos acordes para ver, sentir, desear..
Por que has traido alegria a un ambiente triste.
Por que subo la escalera y me sonries.
Por tomar el relevo de la exclavitud con una sonrisa.
Por que siento tu idioma como mio..
Mil besos bruja volandera..
Mil gracias, valerosa dama que nunca esclava. No lo has sido ni lo serás porque siempre has sido la dueña de tu vida, de tu destino, de tu trabajo.
Porque eres fuerte, porque sabes ver donde otros sólo leen. Porque eres leal y prudente. Porque tu sonrisa llena de intención y vida es una de las alegrías de cada mañana.
Porque me has brindado todo tu apoyo sin apenas conocerme. Porque eres grande, porque eres sabia.
Mil besos a ti, hechicera.
!!Joder!! Que sopor.... y sólo son las 11am.
Aburridito me teneis...
Pues menos mal que te aburres, macho, porque aún así estás todo el día por aquí entrando y saliendo e intentando hacerte notar...
(Por qué no pruebas a leer en otra parte acorde con tu nivel intelectual..?)
Pero me has dado tema para un post!!
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