Ayer tuve un día movidito y la mar de entretenido. De mañana, me planté casi por sorpresa en el pediatra donde mi ex y los niños esperaban para la revisión de ambos y vacunar a la princesa.
Mi ex había dicho, sorpresivamente, que los llevaba él (yo había solicitado la cita, habida cuenta que, desde que nos separamos, no se ha preocupado de revisiones ni vacunas ni nada de nada...). En principio, a pesar de que me daba cargo de conciencia, cedí. Me dije: "Bueno, chica, deja que haga algo y si la nena ha de pasar un mal rato que sea con él...". Sin embargo, no me quedé tranquila y decidí llevarla yo porque iban a pincharla y quería que me tuviese cerca.
En definitiva, me planto en la sala de espera y, entrando en el ambulatorio, se me iluminó la mente recordando sus palabras cuando se ofreció. "Me interesa llevarlos". Conociendo como conozco al animal _manipulator man_ y con su extraña y enfermiza obsesión por repetir, paso a paso, los papeles de nuestra vida pasada, caí en la cuenta.
Durante el embarazo do su actual _tendremos que ponerle nombre algún día..._ churri, por supuesto, la llevó a MI ginecólogo de toda la vida. No contento con pasearla por el colegio de mis hijos, tiene una extraña necesidad de reafirmarse en todos los lugares que compartió conmigo. Hay tropecientos ginecólogos en Santiago. Pero no, tenía que ser el mío, que le conoce y me conoce perfectamente. Del mismo modo en que veranea en el mismo lugar en que siempre lo hicimos desde que tuvimos niños. Mira que existen islas en España y destinos de sol. Pero no, tiene que ser el mismo escenario. De hecho, el primer año ya me había propuesto que fuésemos los cuatro como si tal cosa (llevábamos uno separados) para que los niños tuviesen sus vacaciones en Mallorca.
La verdad, sería lo mismo de siempre. La familia aparentemente feliz, los dos preciosos niños y los guapos papis que no follan pero ¡hay qué ver qué bien lucíamos! Ni que decir tiene que respondí que nones. Le pareció fatal pero qué se le va a hacer...
Pues siguiendo la escalada de tonterías, "en llegando" al médico me di cuenta. Me senté a su lado y le interrogué: "¿Quién es el pediatra de la nena?". Con la frialdad que le caracteriza, contestó: "Éste mismo". Hay que joderse. En su línea de actuación cara a la galería, el muchacho quería aparecer en el pediatra después de ir tropecientas veces con la nueva criatura y actual ¿mujer? como el superpapi. Solo con sus dos hijos. Qué bonito.
Así que, para variar, no me mordí la lengua y le dije que ya comprendía su afán y la palabra "interesa". Se hizo el loco pero no se escandalizó ni extrañó de mi deducción. Le comenté que para el médico iba a ser muy divertido aquello. El macho ibérico con sus diferentes churris y ex churris, con sus hijos de aquí y allá, todos de diferentes madres... Se queda tan tranquilo y afirma que al médico le da igual y que a él no le conoce. Le recordé que le conoce perfectamente porque cuando nos separamos hablamos del asunto. Ahí se la tuvo que envainar.
Total, entramos en el cubículo del doctor y me dediqué a observar a este último. Durante una fracción de segundo sus ojos se abrieron como platos al verle _no me extraña_. Después, como buen profesional, hizo su trabajo y punto. Mi ex, ya de hacerme pasar por la estúpida situación de ir con él después de pasearse por allí hasta el aburrimiento con la recién estrenada madre y el nuevo bebé, al menos estuvo callado como una puta. Surrealista, en mi línea.
Si lo hubiese sabido, no iba conmigo ni de coña. El pediatra debe pensar que soy tonta del culo. Y lo soy, mecachis...
Bueno, finalizado el momentito de gloria, por la tarde me pasé por casa de unos familiares. Allí me cuentan _señor, lo que me pude reír_ que una persona de mi familia que trabaja en el hospital estaba en planta en el momento del feliz acontecimiento de la llegada del nuevo retoño. Mi ex no tiene mejor idea que presentarla como una "gran amiga de hace muuuchos años". No contaba éste con que en mi familia no tenemos pelos en la lengua. Así que ella intervino: "Bueno, vamos a decir las cosas como son, yo soy ....... de Ninfa". Dios mío, qué risaaaaa. ¿Cómo se puede ser tan patético, Dios mío? Después intentó arreglarlo con un "ya iba a decirlo ahora". Y una mierda. La semi-suegra debió alucinar, la parturienta no creo, no le importa reproducir mi vida paso a paso. Me pasma su disposición para permitir clonar una existencia. Yo creo que están chalados los dos...
Y llega el momento del parto. Ella gimotea: "Ay, ay, y yo ahora no sé dónde está "E". Ya, querida, que él lo va a parir por ti... A él le encanta presumir de ser experto en estas cosas y lo fácil que es todo y tal. Más de una vez, cuando le explicaba a alguna amiga lo hermoso e indoloro que era, le tuve que recordar que él no había parido nada en su vida. Así que ya me imagino a esta pobre chica pensando que todo el monte es orégano y en las SS ya sabemos que no es así...
Por cierto, ya conozco al nuevo retoño. Me crucé al feliz papá con mi hijo y su hija (Dios, qué lío) mientras yo estaba de paseo con la nuestra. Es diminuta, pesó muy poco. Por lo demás, un bebé como otro. Al menos no es fea, he de reconocer. No he visto parecidos ni especial belleza pero antes de un mes, los babys no dicen gran cosa... No he sentido nada desagradable. Incluso cierta ternura, como por cualquier recién nacido. Siento que sus padres estén tan mal de la cabeza pero, bueno, las familias no se eligen.
Como veis, hoy no tengo el día literario. Me toca el cuentacuentos. En fin. Me marcho hoy de marcha fuera y mañana a la fiesta del marisco en el Grove. Para que me envidiéis un poquillo, estamos invitadas a la recepción del Ayuntamiento. A ver cómo me las arreglo para ponerme las botas sin pringar el vestidito...
Ya se sabe, las penas con el mejor marisco del mundo, son menos.
7 comentarios:
Los ex es lo que tienen, que aunque nosotras no queramos, siempre nos devuelven la cruda realidad, ahì tienes al mìo (bueno el de su puñetera madre mejor dicho)que para pensiòn, libros ,material y demàs cosillas sin importancia no tiene dinero, pero se ha comprado un BMW, que segùn mi hija tiene todo lo habìdo y por haber del mercado, hasta tiene ventanita en el techo de cristal, que con un poquito de suerte, se le termina de achicharrar el cerebro, total para lo que lo usa....
En fìn,que lo llevaremos lo mejor que podamos corazòn, què cruz Dios mìo, què cruz.......
Besitos y disfruta del marisquito y riègalo en condiciones.....
Este ex tuyo es un poco patético.
¡Qué aproveche el marisquito!
Y a mí que no me gusta!!! Nadie lo entiende: que por qué no lo pruebo (ya lo he probado varias veces y casi vomito), que lo que me estoy perdiendo (vomitar), etc,etc. Así que insisto ¡¡¡no me gusta el marisco!!!
Pregunta tonta..pa qué cojones os casais?
Pa na, Gemmita, que semos tontas del culo...
Ninfa, cambia de ginecólogo y pediatra! que ex más plasta!
Buen provecho con el marisco, unmmm!
Santibichos
lo mejor: la alegría de como lo llevas.pero reconozco que es un caso único.
tenias que mandarlo con mi ex.
besos y lo del marisco .......traerías unas patitas he he!! bicos
Yo no cambio de nada, que haga el ridículo todo lo que quiera...
Además, mi pediatra es buenísimo.!!
La Fiesta mucho Gran Hotel de La Toja y tal... pero se podría haber papeado más...
POr supuesto, no dejé ni una pata!!!
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