lunes, noviembre 26, 2012

El síndrome del nido vacío

Definitivamente, no tengo remedio. Me ha sobrado tiempo todo el fin de semana y heme aquí, de madrugada, robándole horas al sueño, para actualizar el blog porque, de pronto, no puedo esperar a mañana.

Mi relación con los fines de semana se está convirtiendo en una extraña dualidad amor-odio. Por un lado, estoy deseando que lleguen para no madrugar, si no están los niños aprovechar para no cocinar y, si me apuras, no hacer nada de nada. Sin embargo, salvo cuando tengo algún plan, me resultan soporíferos.

Siempre he sido muy independiente y me ha encantado tener tiempo para mí pero, últimamente,  me doy cuenta de que, cuando se van los niños, empiezo a padecer el síndrome del nido vacío. Nunca lo había imaginado porque adoro a mis hijos pero el haberlos criado sola desde tan pequeñitos me dejaba exhausta con mucha frecuencia. Ahora, siendo más autosuficientes que nunca, con nuestras conversaciones tan amenas y dado mi actual sentimiento permanente de desubicación, cuando no están me aburro como una ostra.

Yo creo que mi peor problema es que detesto cocinar, si no, ni haría falta que se moviesen de casa. Y eso que he prosperado mucho porque tengo un robot que hace maravillas y me ha permitido mejorar mis escasas artes culinarias. El drama es que trabajar en hacer de comer a mí me parece una pérdida de tiempo. Me gusta alimentarme bien pero no complicarme la vida pensando qué hacer cada día, calculando tiempos y dejando de hacer otras cosas que me gustan para entregarme a una labor diaria, obligatoria y no remunerada. Yo me eduqué para trabajar fuera de casa y por dinero. Justo lo contrario de lo que me ocurre ahora.

En todo caso, mis hijos están en un momento dulce. Podemos charlar, compartir gustos o disgustos y aún no son lo bastante mayores como para empezar a discutir sobre si la adolescencia es un problema o no.

Mi hija está empezando su etapa de fenómeno fan. Tiene ya sus grupos de chicos guapos que le encantan, su preocupante afición al ordenador y sus nuevos gustos preadolescentes (que ella llama adolescentes). A mí me divierte y rejuvenece mucho. Recuerdo perfectamente aquellos tiempos de tener tus posters con el cantante que te traía por la calle de la amargura, estar todo el día enchufada a la música y buscar afines.

Nosotras lo llevamos bien. A mí me gusta mucho de lo que escucha, no tengo prejuicios con la música comercial, me encanta bailar y siempre he opinado en voz alta de lo bueno que está fulanito, así que, si acaso, la que se tiene que medir soy yo. No sé si las cosas cambiarán mucho pero siempre comento que me veo como la madre ye-ye que invita a las copas a los amigos de mis hijos antes de salir y, mientras mis herederos están pensando lo pelma que soy y las ganas que tienen de irse, sus compañeros estarán encantados de tomarse un vino con la chiflada y juerguista progenitora. No me imagino de otro modo.

El peque aún es un niño y, en parte, me gusta que crezca más despacio. Aún siendo avispado y maduro, haciendo comentarios que te dejan con la boca abierta, él conserva cierto candor infantil que le hacer echar de menos a su mamá cuando está fuera de casa más de una hora y reconozco que la incertidumbre sobre lo que puedan causar los cambios hormonales en él me preocupa un poco. En cualquier caso es encantador verlo tan emocionado cuando juega con su equipo del fútbol, del que es el mejor porque se la da bien, a pesar de que el grupo es el peor de la clasificación. Un desperdicio pero este año tenemos que conformarnos con continuar ahí.

Me preocupa sentirme sola sin ellos, no es bueno. Los hijos no son nuestros, están destinados a volar y siempre lo he sabido y fomentado. Pero es un hecho que en esta etapa de mi vida creía que las cosas y mis circunstancias serían muy diferentes. Antes disfrutaba cada minuto libre porque no los tenía. Ahora me sobran por falta de muchas cosas pero, sobre todo, por ausencia de compañía.

Quiero pensar que es temporal (todo en la vida lo es, de hecho). Así que sigo viéndome mucho más joven de lo que dice mi carnet de identidad -y sin  entender cómo puedo continuar cumpliendo años sin mi aprobación-, deseando hacer cosas nuevas que me saquen de la monotonía y ser solvente. Es mucho en los tiempos que corren pero hay que conservar las ganas de que las cosas mejoren.

Tengo la desagradable sensación de que mi vida y los años pasan sin darme cuenta mientras la desperdicio y me desperdicio en muchos sentidos. Lo dicho, espero que sea temporal.

Mientras, escucho las cosas geniales que dicen.



9 comentarios:

Raúl Alberto dijo...

Cuando necesites platicar o el tiempo se te haga largo, a tus ordenes guapisima! :)

Maria dijo...

Disfrútalos todo lo que puedas que ellos crecen,cambian e irán buscar su propia vida.
Has colocado aqui una reflexión preciosa.
Un placer leerte.
Aperta.

Fran dijo...

Ostia que mal esta la gente. Un beso guapa

ONDA dijo...

A mi me pasa un poco.

Preciosa cancion..

Ninfasecreta dijo...

Anda, hacía tiempo que no pasaba por aqui... XD.
Tanto resentimiento me halaga, 1970, debo haberte causado una gran impresión. Yo, sin embargo, ni sé quién eres.... :P

Ninfasecreta dijo...

Gracias Fran. El monstruo oculto te desea feliz Navidad ;-). Un beso

Unknown dijo...

1970... Es evidente que sufres por algún hecho acaecido entre ninfa y tu... Tienes que entender lo que significa y saber vivir y disfrutar de su mundo ya que por lo que dices...tus palabras reflejan un gran sufrimiento y si no eres capaz habla con el director de tus sueños porque se nota que no esta a la altura del reparto de tu pelicula mental.

Hola Ninfa, sirva este espécimen como muestra de lo que te decía el otro día... Hay ocasiones que te rodean la vulgaridad y la envidia. Si me permites un consejo, ríete a carcajadas que vale la pena, ademas esto tiene que servirte para seguir escribiendo, el chavalito (1970=camino de los 50=el si que va viejo) también te echa de menos y se esta volviendo loco, y aunque tengamos que asumir la fantasía de este mundo yo se que en la realidad reúnes muchas cualidades (que no creo necesario nombrar) y, entre ellas, destaca tu humanidad... Así que ya esta bien y vuelve que chavalito te echa de menos... Vale!!! Nosotros también.
Aun van a tardar un poco pero se acercan buenos momentos!!!

ninfasecreta dijo...

Querido Miguel Alonso:

No dudes que ya me he partido de risa, no sólo por la agresividad sino por el contenido (tan descabellado y demostrativo de que este ser no me conoce absolutamente de nada...).
Hace años escribía textos muy polémicos, en clave de humor y que daban pie a controversias que me resultaban muy divertidas pero estos me parecen bastante más aburridos, jajajaa!
No sé por qué la gente siente la necesidad de insultar (o sí, tiene toda la pinta de ser algún despechado, vete tú a saber por qué) y más aún con la cobardía de esconderse bajo un nick sin perfil ni referencias. Para más inri, escribiendo como un analfabeto funcional y diciendo barbaridades...

Bueno, lo dicho, me ha animado el día xDDD. Lo que más me gusta son los galantes caballeros que salís a defenderme ;-) y que me dais más ganas de escribir. A ver si me pongo las pilas. Necesito un tema... Uno cualquiera.

Un beso y fel

ninfasecreta dijo...

Que tú me diste oportunidades a mí? Jajaja! Si hubieses conocido a la auténtica no la hubieses perdido y darías la cara xD. Y yo no alterno con gente que no sabe poner mayúsculas después de los puntos. De todos modos, si estás tan malherido por mi desprecio, supéralo y busca alguien a quien puedas aspirar. Y si tienes algo que decirme, ya sabes, en la cara. Si tienes un par, claro.