domingo, octubre 31, 2010

La traición

¿Cómo se mide la traición? ¿Por peso, por profundidad, por la víctima elegida, por el modo en que se practica, por el daño causado, por el número de damnificados...?

Supongo que la traición y la mentira no son asuntos de gran trascendencia para quien está habituado a practicarlas. Después de todo, son actitudes y situaciones que dañan a los otros, no al traidor.

Hay muchas modalidades de traición. La amistosa es triste por cuanto la base de ella es la lealtad, el apoyo, la sinceridad, el poder contar con el otro. Yo he vivido la traición de personas que amaba como hermanas. Siempre he dicho que mis amigos eran mi familia elegida. Sigo conservando estupendos amigos, a pesar de los pesares pero, lamentablemente, soy consciente de que vienen y van y que, salvo grandes excepciones, todos tienen su vida en la que uno no va a ser indispensable jamás. Quizá porque ellos sí tienen familias más tradicionales o, simplemente, porque es un tipo de amor que no todos sentimos del mismo modo.

A pesar de los pesares, yo opino que la amistad real se basa en la generosidad y no en la exclusividad. Por ello, a diferencia del amor, existen menos motivos para traicionarla... pero, aún así, la lealtad sigue siendo un bien escaso.

Está la traición laboral. Ésta, para ser honesto, es poco sorprendente y sólo te pilla el toro cuando eres muy joven. Valoro mucho el buen ambiente laboral pero sí tengo claro que los compañeros son sólo eso y, si por las razones que sean, eres tú o ellos, tendrás que caer. No los culpo en este caso. Otra cosa es medrar a la salud de la buena fe de uno pero... tampoco sorprende.

Por último, nos queda la traicion amorosa. En el amor, si no es verdadero -y tengo serias dudas de que exista como tal- quizá este concepto podria ser menos grave que la amistosa por cuanto el amor no se elige, lo mismo que no decides dejar de querer o hacerlo de modo voluntario. Sin embargo el daño es inmensamente mayor porque el amor si es exclusivo, o eso creemos, y aùna todas las cualidades de la amistad y ese sentimiento irracional y devastador que te hace volar o desintegrarte. Cuando se traiciona al amor, el dolor que se causa es el mayor que el ser humano conoce. Porque se traiciona la fe, la confianza, la esperanza de ser amado, los proyectos, la ilusión, la autoestima del otro,. Se traiciona al AMOR. A ese sentimiento que muchos no llegan a conocer jamás, cambiándolo por razonamientos terrenales, presuposiciones,comparaciones erróneas.

No hay un amor igual a otro, lo mismo que no hay una traición igual a otra. En los asuntos del corazón, el engaño puede ser inocuo, si la víctima no se entera o no duda, o no padece las consecuencias de él. Está mal pero... ojos que no ven, corazón que no siente.

En la otra modalidad, las dudas, miedos y dolores del cornudo/a son utilizados en su propia contra para convencerle de que es él quien comete el error, quien provoca el malestar, quien duda sin sentido. Así, se puede manipular y obligarle a confiar para poder seguir haciendo una doble vida, mintiendo a unos y otros, y haciendo que el verdugo logre convencer a su inconmensurable ego de que hace lo correcto y no tiene nada que objetar a su propia conducta.

Se causa dolor a sabiendas y se da uno la vuelta para cambiar de brazos mientras abandona al otro con los ojos arrasados de lágrimas por desprecio, abandono, ausencia de deseo... sin explicaciones, sin remordimientos. Y poder volar así, feliz, a otros brazos (también engañados) que reciben todas las atenciones que a los que sufren se les niega con mentiras, excusas, humillaciones. El traidor no se flagela, no siente remordimientos ni compasión por el otro. Sólo se siente mal si le pillan porque, por un instante, no puede mantener la estupenda imagen qeu tiene de sí mismo. Aún así, un gran traidor está encantado de haberse conocido e independientemente de que sea consciente de que lo que haya hecho esté bien o no, no necesita más que poder seguir alimentando su mediocridad emocional con nuevas víctimas.

Es terrible la traicion al amor. No me canso de decir que el amor es un sentimiento que hay que respetar, por encima de todas las cosas, aunque no sea recíproco. Pero si no puedes siquiera respetar el sentimiento, hay que respetar a las personas y, en último caso, ser lo bastante humano para apartarte de quien te ama antes de convertirlo en nadie.

Es triste que el amor traiga en este mundo más dolor que felicidad. No tendría que ser así, no era ése el plan cuando se creó, estoy segura.

Con los años y las pérdidas comienzas a pensar seriamente en no amar demasiado a tus amigos porque te abandonarán, no amar a los hombres, porque te destrozarán y no sentir demasiado por nada porque todo está destinado a terminar.

La traición es la antítesis de la humanidad. Y, sin embargo, sigue siendo quien la rige. Quizá porque el mundo es de los traidores.

Y por eso el mundo es cada día un lugar peor en el que vivir y morir.


3 comentarios:

Chipsoni@ dijo...

Sólo tengo que decir una cosa: si alguien no aprecia el regalo del amor de otro, no es porque ese amor sea despreciable o el amante no valga nada, es un problema exclusivo del amado, de su momento o su calidad humana, nunca del amante.

Hay que amar mientras quede corazón, pero hay un tiempo para cada cosa y eso significa que en algun momento llega el tiempo de estar enfadada y lamerse las heridas y eso no es malo en absoluto.

Un beso, tesoro.

Javier Muñiz dijo...

Hola,bello blog,preciosas y deliciosas entradas,te encontré en un blog común, si te gusta la poesía te invito al mio,será un placer,es,
http://ligerodeequipaje1875.blogspot.com/
muchas gracias, buena tarde, besos.

angelos dijo...

No se cuantas veces lo he releido, pero...

¿Que decirte queridisima Ninfa?



Un abrazo