miércoles, abril 02, 2008

¿Por qué no yo...?

Llevo unos cuantos días dándole vueltas a esto. Retomaré unos de nuestros (vuestros y míos) temas favoritos: el homo estrañus y sus rarezas.

Hace unas semanas me reencontré con alguien a quien tengo un especial cariño. Hacía mucho que no nos veíamos y más todavía que no hablábamos con tiempo. Mi vida ha cambiado muchísimo a lo largo de este año y, claro está, los que quedaron atrás también han seguido caminando y viviendo.

Charlamos de todo lo divino y lo humano y, como es lógico, también entramos en el plano emocional. Te cuentas tus batallas, con quién has estado, si te comprometiste, si salió bien o mal, por qué, qué fue de su vida desde que tú te has ido…

Me quedé dándole vueltas a muchas cosas. He conocido a unos cuantos hombres a lo largo de mi vida. Ni muchos ni pocos, los suficientes para tener cierto criterio (el mío, claro). Y siempre me sorprenden ciertas cosas. Mi amigo cuando yo me marché de Santiago tenía _o decía tener_ meridianamente claro que no quería compromisos de ningún tipo, que su trabajo era su vida, que todo a lo que aspiraba en compañía de una mujer eran encuentros casuales. Casi le daba lo mismo comer que acostarse con la partenaire de turno.

Sin embargo, según me contó, muy poco después se comprometíó, incluyó en su vida y la de sus hijos a una chica y apostó por esa relación aunque finalmente no cuajó. Claro, visto así, todo lo anteriormente dicho suena a discurso manido para poder tirarse a la que se deje sin que pida nada a cambio. El motivo pudiera o debiera ser que la susodicha no le gusta lo suficiente o no le gusta un carajo _un carallo, como decimos en Galicia_ o que no hay química o que, de repente, hay mujeres que llegan y, de un plumazo, con un par de polvos logran lo que otras no hemos conseguido en meses de complicidad, de risas, de feeling, de ausencia de presión.

Ésta es una conducta que se reitera con una frecuencia preocupante, toda vez que, en alguna ocasión, también me ha tocado ser la “desechada” o no elegida. Lo curioso es que, en esos casos, a mí me han cubierto de piropos, me han dicho que era la mejor, la más guapa, la más sexy, la más inteligente… pero no me eligieron. Al menos, no de ese modo.

Así que me siento a pensar qué es lo que están buscando algunos hombres. Si eres la mejor… entonces, ¿qué pasa? ¿Qué las preferís cojas emocionales, un poco tontas, un poco menos sexys, un poco menos… peligrosas?

Dice mi ángel de la guarda que esos hombres eligen mujeres que no les “piden”. Y le replico que yo nunca pido y creo que de ello puede dar fe más de un hombre que ha pasado por mi vida. Pero mi ángel dice que hay mujeres más adaptables, con las que un hombre sabe que no pierde el control, las riendas y están más cómodos. Que sus emociones estarán asentadas y no huele a peligro.

Yo sólo sé que, en alguna ocasión, me ha dado una punzada en el corazón _ése que nunca mostré porque no creía ser correspondida_ cuando alguien que te ha importado te muestra lo poco que tú significaste. Que el escaso tiempo que tú ocupaste no tiene valor y que no eres la elegida. Que lo que a ti se te negó _quizá por no reclamarlo_ fue regalado a borbotones a otra. Y le encuentras sentido si sabes que no eras nadie, que fue sólo sexo, que fueron un par de encuentros. Pero cuando sabes que _dijésemos lo que dijésemos, cada cual con su armadura del demonio_ sí eras alguien, sí te sintieron, sí te apreciaron... te preguntas… ¿Qué es lo que me falta? ¿Por qué no yo?

Y no encuentro respuesta.

Tal vez esté aquí:


17 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola:

¿Por qué...? Con la Teleología hemos topado. Como les gusta decir a los científicos, la Metodología (¿cómo...?) da menos problemas; aunque me temo que en el terreno de los sentimientos no hay doctrina concluyente: las variables que influyen en ellos son sencillamente inabarcables.

Supongo que todos nos hemos hecho esa pregunta alguna vez. Al menos, yo también me la he hecho y, al igual que tú, no encuentro respuestas (si bien, bastantes sospechas que no van más allá de mi pesar).

Cambiemos la pregunta: ¿Por qué no él/ella? ¿Sabemos nosotros por qué decimos "no" a alguien?
"¡Por supuesto!". ¿Seguro? De acuerdo. En tal caso, si decidimos compartir nuestro cuerpo con otra persona durante un período breve y apasionado, ¿la traicionamos cuando elegimos a otra para amarla (también, por cierto, por un tiempo)? Yo creo que no. Es más: ¿acertamos en la elección, en el rechazo? ¿Cómo saberlo?

Si en la cuestión del sexo los atributos físicos del otro/otra (desde la percepción subjetiva de cada cual) suelen ser determinantes en nuestra elección, en el caso de un proyecto en común intervienen factores mucho más sutiles que escapan a nuestra consideración. Una mujer puede pensar que ha sido rechazada porque es muy complicada, muy exigente, y el hombre en cuestión simplemente ha visto en otra un rasgo de ternura que le permite despojarse de su disfraz de individuo muy seguro de sí mismo. Y viceversa.

A veces solo formamos parte de la vida de otro/otra durante un tiempo menor y de una manera diferente a lo que quisiéramos. Eso no significa que no seamos de la mayor importancia para ellos en ese período. Valorémoslo. Recordémoslo, incluso, con cariño.

Un beso, ninfa.

P. S.: A mí me gustan las mujeres complicadas. ¿Qué pueden pensar las que no lo son tanto aparte de que soy estúpido?

ninfasecreta dijo...

No estoy totalmente de acuerdo, al menos de modo individual, generalizando sí me vale tu respuesta.

En fin, si tuviese las respuestas este post sería distinto y se titularía de otro modo....

Un beso

Treinta y tantos dijo...

No te doy una respuesta, simplemente te doy mi opinión, que puede estar equivocada ya que, me limito a algunas frases que mencionas:
Las relaciones son una balanza que busca el equilibrio entre dar y tomar. Unas veces da uno, otras da el otro. No se sostienen si uno de los dos es el que siempre da, porque no existen almas altruistas que exponen sus sentimientos y se esfuerzan en algo que no les aporta lo que buscan. De alguna forma al "no pedir", indirectamente, quizás se interprete que no estás dispuesta a dar: "no te pido nada porque no te voy a dar nada". Quizás las "elegidas", sí que están dispuestas a dar, y quizás esa sea la razón por la que las eligen. En el "dar" no me sólo refiero a sexo, me refiero a dar sentimientos, a mostrar que el otro te importa, a estar a su lado si te necesita, en definitiva, a sacrificar un poco tu comodidad por la otra persona. En cualquier caso, si esta es una razón, sólo es una de las muchas que hay para que una relación funcione. La química entre dos personas, probablemente no se pueda explicar de forma racional.
Un beso!

Luissi dijo...

Siempre pedimos. Las cosas más peregrinas.
A veces pedimos que no nos quieran, porque queremos conquistar.
Otras veces pedimos que nos quieran a nosotros más que nosotros a ellos, porque no queremos ser los pringados.
Pedimos que nos hagan daño, porque nos resuena en un pasado doloroso pero extrañamente añorado. O que nos desprecien, porque queremos demostrar que podemos ganar su aprecio. Que encajen en el hueco, más o menos grande, más o menos flexible, que tenemos reservado. O que se hagan sitio. Que tengan un hueco donde podamos encajar nosotros. Que no sean nuestros. Que nos pertenezcan. Que hagan temblar todos los rincones de nuestra existencia. Que no nos compliquen la vida. Que no sean más que un adorno bonito. Inacabable.

Y no hay mayor exigencia que pretender que nos amen libremente.

Luego los parteners son como trajes, nos tienen que caber, nos tienen que sentar bien, nos tienen que gustar, nos tenemos que ver con ellos puestos, pero sobre todo, sobre todo, nos tienen que vestir, cubrir donde necesitamos que nos cubran, destacar lo que necesitamos que destaquen, suplir lo que nos falta, enseñar lo que nos sobra, nos tienen en un sentido literal que encajar en nuestros huecos y protuberancias. Y nosotros al traje

Por último y para no agotar a tus lectores, tu sabes bien de parejas perfectas que luego no lo son tanto, de las que ni siquiera los más íntimos llegan a adivinar, porque mentiras y verdades a medias tapan lo que muchas veces ellos mismos no pueden ver, sin querer y pese a ellos muchas veces.

ninfasecreta dijo...

Demasiado bien me conoces, ángel de la guarda...

Tienes razón, soy muy exigente, mi mayor exigencia ha sido pretender que me amen libremente... En un mundo donde nadie es libre.

Me temo que no hay traje que se me amolde, que me cubra, que me descubra, que me encaje, que me siente y al que yo le siente...

Me temo que yo tenía razón y es imposible encontrar un traje a medida para una ninfa poliédrica: demasiadas caras, demasiados ángulos, demasiada vida...

Treinta y tantos, créeme no se trata de no dar sino de no amar a quien no te ama, de no querer a quien no te quiere, de no darse a quien no se da. Lección aprendida a conciencia en la Universidad de la vida...

Leo Zelada dijo...

En el abandono esta el amor

Félix Amador dijo...

Huy, me ha dolido este resumen teleológico de tus fracasos (propios o ajenos) a pesar de que sabes que sobre Eso no hay que hacerse preguntas.

Nosotros NO las preferimos de ninguna manera. Nos hacemos cábalas, pero luego nos entráis a saco en el corazón, suena una alarma y algo te dice que te has enamorado. No hay baremos para eso.

Por lo demás, tienes todo el derecho del mundo a ser exigente. ¿Cómo iba a ser de otra forma? Pero hacerse preguntas sobre por qué le va a uno mal siempre hace que le vaya peor.

QUé pesimista me ha quedado.

Un beso. Y a los que te han hecho daño, que les den.

angelos dijo...

Creo que en el fondo todos tendemos a comprometernos con quien a la larga no nos importe demasiado que todo acabe.
Todos, de una u otra manera, acumulamos experiencias y los dolores de las rupturas siempre duran mas que las mieles del amor.
El dolor nos vuelve cautos.
Al final acabamos siempre salvaguardandonos de la ruina total, de que la posible ruptura, si la hubiese, no convierta el resto de nuestros dias en un dolor perpetuo.

Besos

Pau Llanes dijo...

he leído buena parte de tu antología y me parece excelente tu blog... en contenido y forma... si me permites te adjuntaré a mis favoritos... Fue un banquete de madrugada, hasta recenaría de nuevo a estas horas... saludos... pau

ninfasecreta dijo...

Muchas gracias por leerme y enlazarme. Cena todas las veces que quieras :)

También te enlazo, si te parece bien.

Besitos

Anónimo dijo...

No hay que hacerse estas preguntas porque no hay respuestas. Nada te/nos falta. Alguna vez leí que la pasión es lo que se ubica entre el sexo y la muerte. A eso estamos condenados y qué bueno!

No es fácil estar mucho tiempo con nadie. No solo nos abandonan, también abandonamos. Somos sólo devenir. Y está bueno.

abrazoslejanos querida Ninfa.

Anónimo dijo...

Nunca sabre porque las cosas funcionan o no,porque te comprometes o no, pero tal vez sea una conjuncion de varios factores,sobre todo el momento,pero a veces conoces a alguien que se ilusiona tanto desde el primer momento con la candidez de la primer vez y que te hace sentir el ser mas especial e importante del mundo,sin mochilas a la espalda de otras relaciones y te sientes tan centro del universo que no lo puedes dejar escapar porque no sabes cuando vas a encontrar alguien con esa inocencia,con esa ilusion,con esa pasion,con esa entrega que realmente te ponen los pelos de punta.
Estamos ,en general,tan quemados...

ninfasecreta dijo...

Qué contradictorio, lobo... Tú que siempre has huido de las que se daban, se ilusionaban, se entregaban...

Ves cómo no sabéis lo qué queréis...?

Luissi dijo...

El mayor error que podemos (y de hecho cometemos a menudo y a conciencia) es querer pensar / sentir por los demas. Esa valoración de lo que somos para el otro ... el intentar saber que somos para el otro ... no hay mayor error

Utilizamos todo tipo de razonamientos, y todo para nada. Como si la vida no nos hubiera enseñado ya, varias veces, que ni siquiera somos capaces de razonar lo que el otro es para nosotros mismos

En sicología te dirían que no es más que una oportunidad de proyectar la imagen que tienes de ti mismo en alguien a quien generalmente ves "favorable"

Aquí, entre nosotros, yo os digo que es inútil.

Decide, pero no razones, y menos por lo que puedas a llegar a pensar que eres en el otro. No tienes puta idea. Ni la tendrás. Nunca
Bastante sería que el otro se aclarase un poco que es, en general

ninfasecreta dijo...

No puedo estar más de acuerdo con Luis. A mí, lo que más me sorprende de este comentario es que, al final, lo que parece importar es que el otro alucine contigo, lo que siente por ti y no lo que uno, de modo espontáneo, siente por el otro.

El lobo parece elegir en función de la admiración que no cree poder encontrar en otra persona más "forjada" emocionalmente. El temor a no ser querido de esa misma forma en el futuro le hace elegir a alguien no por sus virtudess sino porque siente que es el rey del mambo. Hasta que uno se despierta y la realidad canta: nunca somos el sol de la vida de nadie.

A los hechos me remito.

Anónimo dijo...

Tal vez no me he explicado bien, o no me habeis entendido.No se puede simplificar ciertas cosas y mas cuando se pasa por alto ciertas cosas,el momento es fundamental y ademas de la imagen que pryectas en la otra persona hay muchos factores.Voy a poner un ejemplo y que no se malinterprete.Cuando compras un coche hay muchos factores.
1-Que tengas necesidad de comprarlo(hay quien vive solo con el transporte publico
2-Que tengas capacidad (dinero)para comprarlo.
3-Que cumpla con tus necesidades del dia a dia
4-El aspecto estetico y el equipamiento(seguridad,confort,potencia etc)
Con esto no quiero decir que las mujeres son coches pero cuando iniciamos una relacion influyen muchos factores pero cuando nos preguntan porque compramos ese coche reducimos la respuesta a que nos salia muy bien de precio y que nos hacia falta.
O simplemente lo vi y me gusto y no sabes bien porque.
No seamos tan jueces de los sentimientos ajenos todos somos un poquito iguales,todos somos un coche hay quien es un todoterreno,deportivo,utilitario y tenemos que encontrar nuestro piloto,no todos nos conducimos igual.
No se si he vuelto a explicarme mal pero si no lo habeis entendido seguire intentandolo.

Luissi dijo...

Lobo, mi comentario sale a colación del tuyo, pero no pretende corregir(te en) nada. No seré yo quien diga por que elegiste/eliges (y mucho menos que debes o no). Ninfa que hable por si misma

Pero cuando vuelvas a pensar en lo que el otro siente/piensa, acuérdate de mi comentario y piensa que posiblemente, ni tu, ni yo, sabe lo que el otro piensa/siente. Yo ya he cometido ese error, y aún sabiéndolo lo volví y volveré a cometer. Pero ya no lo uso como argumento

Respecto a los coches pasa algo parecido, alguien los comprará porque "mas potentes son más seguros en el momento que los necesites", pero por si acaso, los anunciantes siguen mezclando coches con poder=éxito=sexo por si acaso. Y los que se gastan la pasta anunciando no son estúpidos.