La Ninfa habla muchas veces por boca de otras mujeres, mujeres inteligentes, interesantes, fuertes, débiles, comunes y corrientes, irrepetibles todas ellas. Hoy ha venido a mi mente la experiencia personal de una de mis íntimas porque me toca aplicarme el cuento.
T. es una mujer valiente que, al igual que me ocurrió a mí en circunstancias diferentes, se ha echado todo y más encima del hombro a lo largo de casi toda su vida. Perdió a su futuro esposo días antes de su boda en un accidente y apenas un mes después falleció su idolatrada madre de una larga y dolorosa enfermedad. T. se derrumbó, con 20 años tuvo que ser internada en una clínica para obligarla a salir de su ostracismo emocional, de sus deseos de morir, de su etapa de brazos caídos. La sacaron y siguió tirando de todos como si ésa fuese su misión en la vida. De su hermana, de los secretos y sonados errores de su padre, de la necesidad en un país oprimido, del doloroso luto que guardó y el duelo que, otros veinte años después y según asegura si psicólogo, no superó.
Su psicólogo le dijo un día que ella no sabía utilizar sus “armas de mujer”. Ahí se revolvió. Es una mujer atractiva, inteligente, muy culta, ha sabido atraer a los hombres, conoce sus encantos y así se lo dijo. El profesional la corrigió: “¡Ah, pero eso son armas de hembra, no armas de mujer!”. T. se quedó muy sorprendida y le dijo que desconocía la diferencia.
La diferencia, según el psicólogo, reside en conocer cuáles son esas armas y saberlas usar. T. es el mismo estilo de mujer que yo: sentimental, necesitada de afecto y ternura pero tan orgullosa, tan preocupada de no desfallecer a lo largo de su vida que, salvo los que la conocemos en profundidad, el común de los mortales cree que estar simplemente ante algo que algunas _equivocadas como ella y yo_ creemos una virtud: una mujer resistente. Yo siempre diferencio entre fuerte y resistente. Fuerte es un calificativo que llevo encima casi como una losa.
Y es que ni T. ni yo sabemos usar nuestras armas de mujer. Cuando nos han roto el corazón, no hemos derramado una lágrima en presencia del protagonista de nuestro dolor. Desconocemos lo que es suplicar que alguien nos elija o permanezca a nuestro lado, no sabemos hacernos las víctimas, no conocemos las ventajas de dar la impresión de necesitar _aunque necesitemos desesperadamente_ a alguien.
Si recibimos una bofetada emocional, la encajamos sin pestañear, siempre seguras, nos retiramos elegantemente y ahí, cuando nadie nos ve, podemos derramar amargas y vergonzantes lágrimas de amor no correspondido, de caricias no recibidas, de ternura que no nos atrevemos a mostrar, tal es nuestro temor al rechazo. Podemos morir por dentro y todo el mundo seguirá repitiéndonos que somos fantásticas y admirables pero eso sí, se nos puede dejar ir sin sentirse culpable porque no montaremos un numerito, resultaremos encantadoramente comprensivas y daremos la vuelta sin dejar rastro.
Se tiende a pensar que las personas acostumbradas a sufrir no sufrimos, que la fuerza es igual a no sentir y a no necesitar. Nuestra fragilidad y ansia de protección la escondemos a ultranza en previsión de no resultar aún más dañadas. Por todo ello, olvidamos usar las armas de mujer.
Y por eso, los hombres se sienten los amos del mundo con una mujer con la que ser paternalistas, una pobre chica a la que consolar porque morirá si la abandonan, una tierna niña que tengan que cuidar. Porque Ninfa y T. no necesitan amor, se cuidan solas y hasta pueden cuidar a los demás. Las ven grandes y la mayoría de los hombres se sienten pequeños ante las grandes mujeres. Y un hombre quiere que le repitan que es el mejor aunque sepa que no es verdad. No quiere que le digan que, sin ser el mejor, es Él, el Único, el Elegido y que, sin ser Dios, estamos dispuestas a quererle como si lo fuese.
Las mujeres fuertes o resistentes no lloran, no piden y no reciben. Por eso tienen lo que se merecen:
Nada.
Eso sí, haremos ver que no nos importa... nada.
12 comentarios:
Hola Ninfa
Llevo mas de un año leyendote, identificandome contigo, con tu vida, con tus peques.....y hasta hoy me animo a comentar, solo para decirte, que cierto es esta publicacion, solo nos queda a las mujeres como tu, como tu amiga T., y como millones de mujeres mas, que aparezca ese que nos entienda, que nos descubra....mientras seguimos, como dice la cancion "yo juego a que te creas que te quiero, buscando una coartada me das una pasion que yo no espero, y no me importa nada..tu juegas a engañarme yo juego a que te creas que te creo, escucho tus bobadas acerca del amor y del deseo y no me importa nada"!.......aunque luego, a solas, nos convirtamos en un mar de lagrimas....no se si seremos mujeres o hembras...pero de que dia a dia demostramos que somos el fuerte sexo debil...lo demostramos!!!!.....y no necesitamos mendigar amor, porque sabemos que simplemente lo merecemos....sigue escribiendo, eres maravillosa ...pa´lante!! ninfa....y a T. es una pena que haya tenido que pasar tantos tragos amargos...pero al final, crecemos en el dolor....besos desde una isla del caribe.
Hola... vengo de mañana, recien despierto. a leerte... Para qué decirte otra qué me gusta leerte... Sólo que otra vez interpreto en clave de género... y aunque sé que los géneros son así y nos condicionan (por supuesto reivindico mi condición, no tengo por qué negarme)... no entiendo por qué en todas las ocasiones que sale a relucir (es decir) el tema del dolor o sufrimiento amorosos, las relaciones afectivas, aparece ese genérico "los hombres"... Yo me niego a esos genéricos deterministas... Sí, ya sé, es una manera de decir... ¿Pero y todo lo demás? Cuántas cosas sentí y aprendí con mujeres... (no con "las mujeres")... Ah, y no planteo mis reflexiones de un modo mimético, ni con respecto a ti o a mí; somos literatura, personajes que hacen pensar, reflexionar estimulados por las palabras... Yo al menos así lo veo: no te puedes imaginar lo que me molesta que confundan al personaje con quien lo escribe... jajaja... Fue un placer desayunarte... Pau
Querido Pau :)
Si llevas algunos post leyéndome, ya te habrás dado cuenta que la lucha contra los clichés emocionales es casi el monotema de mi blog.
Cierto que generalizo y lo reconozco en muchas ocasiones. Obviamente, no todos los hombres son así. Si todos fuesen como digo cada vez que os doy caña en un post la esperanza (cada vez más escasa, eso sí) habría acabao.
De todos modos, hay cosas como las que digo en este post que salen de mi experiencia, de la de muchas mujeres con las uqe hablo y, como cito en el post, en la opinión de los profesionales.
Claro que la clave de género duele pero está ahí, es una realidad. Yo he constatado a lo largo de toda mi vida emocional _y es muy densa, créeme_ que los hombres dicen que gustan de las mujeres fuertes porque es políticamente correcto pero los hechos cantan.
En líneas generales, la actitud de los hombres, especialmente en la franja de edad que yo intento reflejar, la treintena, es la que cuento y comento.
Hay un porcentaje de autobiográfico en estos comentarios. Y sí, hay hombres excepcionales estoy segura, pero como dice la lectora que hace el otro comentario, son una rareza y tienen que molestarse en descubrirnos.
Que el mercado está fatal, Pau querido...
Un beso
Querida anónima:
Gracias por tu fidelidad lectora (un año, no lo puedo creer...) y por haber roto tu silencio.
De todo tu comentario que, obviamente, suscribo, me quedo con una frase brillante: "no necesitamos mendigar amor porque sabemos que lo merecemos". Así debe ser, a ver si todos estos inseguros que necesitan niñas en lugar de mujeres que les hagan sombra se dan cuenta de una vez.
Y si no... a seguir esperando el milagro...
Un besito!
Hola:
No sé por qué quiero decir aquí que yo sí tengo "armas de mujer". Debe de ser porque este fin de semana me han vuelto a fallar tras un breve período de ilusión.
Tampoco si cuando hablas de Él, el Único, el Elegido, también consideras que existen "armas de hombre". Si las hay yo no las tengo.
Admiro tus "armas de hembra" porque a mí me gustaría tener "armas de macho".
Un beso; y perdona que haya venido a llorar aquí.
Queridas amigas, bueno, amigos también. Tengo que suscribir lo que decís de que a la mayoría de los hombres, sobre todo d la franja q tu dices, ninfa, no gustan de las mujeres fuertes y con las cosas claras. Ese afán protector que tienen...es que es superior a ellos, pienso yo. Cuantos más problemas tiene una tia, cuanto más "loca" está, más se cuelgan ellos, es como si fuera un imán. Las mujeres que tenemos unos años, con nuestra vida más o menos solucionada, que sabemos lo que queremos , que somos estables emocionalmente, tenemos éxito para un polvo, bueno pueden ser dos o incluso llegar a la media docena, pero no pasa de ahí. A algunos aunque le gustemos, prefieren no engancharse y como saben que somos fuertes y no nos van a herir....., como no somos celosas andan pica de aqui y de allá..., y en cuanto encuentran a una "débil mental", especialista en manipular, van y se cuelgan, pq, pobrecitas, necesitan de un hombre protector; será esa la única manera de que se sientan útiles?. ¿Cómo pueden ser tan inútiles?. ¿No pueden tener alta su autoestima con una mujer con la autoestima "idem" ? En fin, por mi experiencia, la de mis amigas, es lo que abunda..., lo que predomina, incluso me atravería a decir que todos los hombres, sin excepción, se sienten inclinados por ese tipo de mujeres. ¿Serán esas las armas de mujer? Nunca he tenido claro cuales son; yo es que siempre me he mostrado tal cual soy, creo que no he mostrado nunca mis, es que no sé cúales son. Así tendré que gustar y así tendrán q enamorarse de mi, si es el caso. Esto no quiere decir que no haya hombres que merezcan la pena; los hay; los hay muy inteligentes que saben valorar relamente lo que tiene "valor" (valga la redundancia) en una persona, pero aún así sucumben o sucumbieron en alguna ocasión a estas "muñequitas" inseguras, emocionalmente alteradas que consiguen q quien está con ellas se haga un lio, y en ese lio se enmarañan y no dan salido de la madeja.
Ahora tengo un pareja que sabe valorarme, pero ha necesitado un poco de tiempo y ha tenido que aprender, porque sus anteriores parejas fueron precisamente como las que he descrito, y puedo asegurar que les es muy difícil descolgarse de ellas, que dejan huella. Como mi querida ninfa, me pregunto pq se llevan siempre el gato al agua....
Un bikiño a la audiendia.
Querida Ninfa, querida T.
Leo tu post y me siento derrotado. Es demasiado pesimista. A lo peor, aspiras a cosas que no están a tu alcance o simplemente te planteas demasiado la vida. Deja correr el tiempo. Lee, sal, vive. Deja correr la vida sin planes.
No me gusta decir a los demás lo que tienen que hacer. Tómalo como un reflejo de mis experiencias.
Si puedo poner algún granito para que la vida te parezca más bonita, pide por esa boquita.
Un beso.
Paradójicamente, yo nunca hago planes, querido escritor.
Es verdad que el post y yo somos/estamos pesimistas. Hay dos motivos: uno, que es primavera y yo en primavera me pongo tonta del culo hasta decir basta; dos, que lo que cuento es rigurosamente cierto y, si no, mira lo que opinan otras mujeres...
Sí me planteo mucho la vida _especialmente en el blog, en mi vida cotidiana no soy tan cansina_ pero a mí no me gusta dejarla pasar sin más. Cada día vulgar y corriente es otro día más que no volverá y se ha perdido.
Son etapas, aunque es público y notorio mi desengaño sobre las relaciones personales. Además, estoy cansada de tirar de todo. Necesito descansar y no puedo.
En cualquier caso, supongo que con los calores se me subirán los ánimos y las faldas (o seguiré engañando al tiempo).
Cada comentario que pones en este blog hace mi vida más bonita. El hecho de que lo leas, también. No pretende ser un piropo, es la verdad, señor escritor.
Muchos besos
Ch, ciertamente es un mundo este de roles, y hombres y mujeres nacen y crecen rodeados de ellos, a veces absorbiendo a veces esquivando los roles tiramos hacia adelante, pero no podemos negar que están allí esperando por nosotros, como lo estuvieron para nuestros padres.
En cada uno desencadenan reacciones diferentes, tamizadas por nuestros granitos de arena, y al final no nos queda otra que vivirlos y hacer nuestra propia versión, lo más propia posible.
A algunos, como a algunos de nuestros padres, les dejarán decepcionados, con un "¿era esto?" retumbando en la cabeza, pero a todos sin excepción no nos queda otra que vivirlos cada día y hacerlos más nuestros
Y voy mas allá, si has desarrollado una necesidad de proteger o de que te protejan, si es eso lo que te satisface, no vas a poder alejarte mucho de ese imán, porque está forjado en cada fibra de tu personalidad. Cobarde o valiente no son solo elecciones racionales.
La única esperanza no es pequeña, se puede ser incluso cobarde, pero dentro de los cobardes hay un gran margen de maniobra que nos convierte en personas muy distintas. Hay cosas en las que uno no puede cambiar mucho, pero la vida aun así se puede vivir de muchas maneras
Puede que no escribamos el guión de nuestra vida, pero damos vida al actor principal, que no se nos olvide. No es poco.
Querido luissi, gracias por tu comentario; aunque solo sea a través de este blog, nos asomamos a esta ventana y asi sabemos q estamos vivos, aqui, compartiendo un espacio. Gracias querida ninfa por proporcionarnos este espacio. Es curioso, pero precisamente ayer me acordé de ti; pensaba si seguirías por Santiago o te irias ya para los madriles...
Ciertamente, las energías fluyen, no podemos imaginarnos a donde pueden llegar. Lo bueno es cuando salen del corazón y nos acercan a los seres a los que queremos.
Volviendo al tema: somos actores y actrices de nuestra propia vida...en efecto,pero, ¿está el guión escrito en algún sitio? Prefiero pensar que no, que escribimos cada día el nuestro propio y que podemos tomar opciones, no solo dejarnos llevar...; ¿para q tenemos entonces cerebro? ¿solo para vender su producto al servicio de alguna empresa? Ya me dirás. A veces es bonito perderse, guiarse solo por las emociones, vivirlas intensamente y disfrutar, pero cuanndo nos hacen sufrir...Yo quiero utilizarlo también para q me proporcione felicidad.
Feliz mañana de miércoles!
A pesar de ser actores y actrices de nuestra vida, a veces pienso que parecemos personajes en busca de un autor.....
paso rápido sólo para ver si habías compuesto otro texto... releo tu réplica a mi comentario... sigo pensando que es un error generalizar... de tales polvos derivan estos lodos... (quiero decir generalizar la crítica, la visión negativa)... No es lo mismo generalizar el elogio que la crítica... (prefiero pecar de exceso en el elogio general que de injusto en la crítica generalizada, incluso en un texto sin más pretensiones)... Un saludo... pau Llanes...
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