jueves, noviembre 18, 2010

Pasado, presente y futuro

Dicen que donde hubo fuego siempre quedan brasas. No sé si esto es cierto en su totalidad pero es un hecho que hay experiencias, personas y momentos que marcan tu vida. Hay un antes y un después de ellas. A veces, te hacen daño y te cambian no siempre para bien, ése es uno de los motivos por los que rehúyo el odio y el rencor como la peste, independientemente de los motivos que puedan originarlos. No se construye nada en el dolor, en la rabia.

En otras ocasiones, el tiempo pone las cosas en su sitio. La perspectiva te devuelve lo que te fue robado por error o falta de criterio. Puede ser la autoestima, el amor, la dignidad o tu sentimiento de ocupar un lugar adecuado y útil en el mundo. Ayer fue uno de esos días.

Yo pasé del cielo más claro y azul al infierno más oscuro y profundo de la depresión cuando perdí al amor de mi vida. Nunca pude entender lo que había pasado, por qué lo que ERA a todos los efectos una emoción única y compartida me fue arrancada. La vida continuó, seguí adelante, como siempre, sin querer ni poder mirar atrás, sin dar ni espacio a una leve señal que derrumbase el nuevo castillo de naipes que había creado para sobrevivir.

Cerradas ya las heridas, las de aquel amor y otras que este extraño devenir puso en mi camino, volví a crecer un poquito más. Tal vez mi alto nivel de tolerancia y sinceridad me hayan causado más mal que bien (por cuanto hay gente que lo usa en su propio provecho en lugar de valorarlo como el regalo que es) pero siempre han sido y serán los que me levanten y me devuelvan esa fe que es mi sostén y el de mis hijos. Entiendo que para muchas personas puedo parecer un pelín estúpida, confiada o ilusa. Yo también lo he pensado en alguna ocasión. Mi exceso de confianza en el ser humano me ha jugado muy malas pasadas, simplemente porque soy incapaz de imaginar que alguien a quien le ofrezco lo mejor de mí pueda hacerme daño o engañarme. Una tontería, lo sé.

A lo que íbamos. Por azar (¿Alguien cree realmente en el azar...?) o por destino abrí una puerta que me había negado siquiera a revisar. La puerta seguía abierta y entré. Casi cara a cara con ese pasado pude reformular y conocer detalles que me recordaron quién soy y quién, pese a quien pese, siempre seré.

No hay dolor ni remordimientos cuando lo has hecho lo mejor que podías y sabías. No hay pena ni asignaturas pendientes. Sólo paz y... dulces brasas. En esa puerta escuché algo que le dio mucho valor a tanto sufrimiento y autoflagelamiento sin sentido. Me dijeron la frase más bonita que un amor (presente, pasado, futuro...) puede regalar a alguien como yo. "Cuando una pareja se separa, no suele echar de menos al amigo que había en ella. El día que te perdí, no perdí sólo a la pareja. Perdí a la amiga más divertida e inteligente que he tenido nunca. Y es por eso que te echado muchísimo de menos".

Recordamos cómo nos reíamos, constantemente. Nos reíamos en la calle, en los restaurantes, en la cama, por cualquier cosa. La risa me ha salvado siempre de mis peores momentos, me resulto graciosa hasta cuando sufro (por patética pero es raro que no haga una humorada hasta cuando lloro) y la complicidad y el bienestar que lleva a una relación no tiene caducidad como la pasión o la emoción de los primeros tiempos. La risa es saludable y no provoca arrugas. La risa crea lazos que ni el tiempo ni el desamor pueden romper.

La distancia ha aclarado muchas cosas. Con el paso de los meses y los nuevos mazazos he aprendido que aún hay modos de hacer peor las cosas. Tras el dolor que en su día me hizo cerrar cualquier comunicación con ese pasado, me siento como lo que soy: una persona valiosa, honesta, buena compañera, mejor amiga y excelente amante. No hay vanidad en mis palabras, es reconocimiento, salud mental. Nadie puede quererte si tú mismo no lo haces y, algunas veces, me temo que lo olvido.

Aquello que ayer fue una ofensa y una llaga insondable es hoy un modo de valorarme de nuevo porque tengo a gala decir que ninguno de los hombres que me han importado puede decir de mí que le he decepcionado o no era lo que aparentaba. No pueden decir que les aburría o agobiaba. Que les mentía o fingía. No pueden decir nada más que que les amé. Si fue suficiente o no, depende de sus propios sentimientos y ambición emocional. Yo soy muy ambiciosa, realmente compadezco a aquéllos que no lo son en ese aspecto. Eso puede costarme acabar sola o dar con la verdadera horma de mi zapato. En cualquier caso, practico la coherencia y la sinceridad, no importa que no se aprecie, esa pobreza no es mía.

Se acerca el puente y, con él, un encuentro que hasta ahora, por temido, por no confundir lo que creía que podía perder (sin saber que no tenía nada), se ha ido posponiendo hasta el momento adecuado.

En mi presente hay ilusión, hay emoción y hay sentimientos. En dos semanas le pondré una nueva cara al pasado y, con el perdón y la paz interior, crearé mi verdadero futuro. Cruzaré esa peligrosa línea entre lo que pudo ser y no fue y, tal vez, empezar por una buena amistad. Me miraré en ese espejo y, recordaré, pase lo que pase que ésa soy yo: la mejor amiga, la amante, la compañera...

La Ninfa

9 comentarios:

La Orquídea dijo...

Qué precioso post, querida Ninfa. Y tú sabes cuánto sentido tiene para mí también.

Estoy segura de que a Rkincaid le va a encantar también ;)

Me has regalado un momento precioso. Muchas gracias.

Y suerte en el puente!! :D

Muchos besos, hermosa.

ninfasecreta dijo...

Gracias a ti, preciosa jpor leerlo y comprenderlo.

Muchos besos de vuelta!!

angelos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
angelos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
angelos dijo...

Si esto es una falacia con algo de miga......¿que sera de nosotros el dia que decidas escribir sobre algo con enjundia.....?

jajajaja


Bromas aparte, me alegro......
Me alegra ver que a pesar de los mazazos el juicio del tiempo te ha sido favorable....



Besos

ninfasecreta dijo...

Querido Angelos... Te he dicho ya que te quiero??

Jajajaa... son mis falacias, ya sabes, lo que pasa es que te gustan, corazón.

Un besoss

Chipsoni@ dijo...

Bueno, la voda pone las cosas en su sitio y sobre todo le da a cada cosa su justo valor, cosa que cuando estamos hasta el pescuezo somos incapaces de mensurar.

Suerte en tu reencuentro.

Un besazo ;-)

ninfasecreta dijo...

Gracias guapa. No es exactamente un retorno sino algo más sutil... para mí.

Te mantendré informada ;-)

Más besos

Chipsoni@ dijo...

Vida, quería decir vida, jajaja.