Pues no acabo de recolocarme. Ya sé que soy una pesada pero, ya se sabe, aquí cada uno habla de su libro.
Hace dos días que he retomado el estado de ansiedad que prácticamente tenía aparcado. No veo el futuro, no veo estabilidad laboral a corto plazo y sigo añorando desesperadamente mi Madrid y, claro está, al propietario de mi corazón que allí he tenido que dejar...
Los principios de semana siempre son fastidiados. Después de un fin de semana largamente esperado, intenso y, a qué negarlo, también complicado, llega el bajón a la cruda realidad, las dudas. ¿Habré tomado la decisión adecuada? ¿Estoy hipotecando un año de mi vida y la de mis hijos para nada? Hummm, qué difícil es sobrevivir a la incertidumbre...
Encima, hay que sumar que de las certezas absolutas paso a la preocupación, a las inseguridades estúpidas, al miedo a perder algo tan parecido a la perfección que me tiemblan las piernas. Ya sé que el ideal no existe ni yo lo espero pero... cuando se roza el cielo con las manos, pensar en volver a la terrenalidad es lo más parecido al infierno.
Un día si y otro también se me pasa por la cabeza la loca idea de volver a hacer las maletas en Navidad. No lo harè, claro, es imposible, no puedo, no debo, no... pero me resulta imposible no darle vueltas.
Necesito trabajar, yo soy así. El tiempo libre me atormenta, me permite elucubrar, desvariar, angustiarme. El hombro donde encuentro la paz no lo tengo a mano, el dinero que me trae calma no llega y me he levantado cruzada. Se me hacen largos y monótonos los días, no tengo madera de maruja, no tengo madera de residente en ciudades pequeñas -no es que reniegue pero tampoco es un pecado, soy urbanita de pro-,no tengo... un buen día.
Bueno, hacía tiempo que no os dedicaba una pataleta, ¿no?
Pues ahí queda eso.
6 comentarios:
Yo a veces también tengo la sensación de que me hago pesada con mis subidas y bajadas de ánimo pero, es lo que somos ninfa ;)
Quizá la paciencia sea tu mejor compañera, no sé...
Ojalá mañana sea un buen día para tí ninfa. Un beso ^^
Esta canción es la canción de los amores a diatancia, lo que pasa es que a mi me la cantó (de hecho me regaló el disco) un mentiroso.
Mala suerte para Alex Ubago que no le compraré jamás un disco, sin culpa ninguna.
Besitos y ánimo que estás en racha.
Gracias Enma, seguro que en un par de días se me pasa.
Chipsoni, guapa, sí que lo siento por ti y Álex Ubago... A mí me pega ahora la onda de la distancia. Esperemos que sin mentiroso de por medio.
Besos
Vueeeeeeeeeeeeelve, a casa vueeeeeeeeeeeeelve, por Navidaaaaaad... ;)
No puedo, no debo, no...psssse, quién sabe? quizá lo suyo sea ir contra la "norma", vivir alocadamente disfrutando cada nueva fase de la misma como si fuera la última, máxime cuando es de las buenas...no se, Ninfa, no se...
Ay, Criky pero... y los niños?? Y el colegio?? Puaff, qué asco de vida...
Tranquila. Las pataletas desahogan y quien no quiera oírlas que se vaya a otro blog.
Todo llega. Sé que no es un consuelo, pero podrías buscar algo para el tiempo libre. Conocerías gente y esa gente podría tener contactos (contactos laborales se entiende, déjate de contactos más comprometedores) y tendrías otra cosa en qué pensar.
Un beso a la espera de un post más optimista (con razones).
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