A pesar de las apariencias, no me gusta tener siempre la razón. Es más, en materia sentimental, no me gusta en absoluto. No me gusta confirmar que mis impresiones sobre la volubilidad de los sentimientos de aquellos que presumen de llevarlos a flor de piel es tan real como la brisa.
A mí me fastidia profundamente que me regalen los oídos con palabras que no son más que eso: palabras. Las palabras se las lleva el viento y, salvo las escritas, son tan irreales como intangibles. No quiero que me digan que soy la reina de los mares para ser destronada de un día para otro. No necesito halagos, ni mentiras. Yo siempre apuesto y apostaré por la verdad, por dura que ésta sea.
Hay quien asegura sentir mucho por alguien y sentirlo como alguien importante sólo porque le hace sentirse feliz . Para mí una persona es importante cuando lo es por sí misma, cuando empiezas a sentir y a hacer cosas porque son importantes y valiosas para el otro, no para uno mismo. Alguien es importante cuando das porque te nace, no porque recibas una contraprestación que compense. Amar no compensa nunca.
Hoy me decía uno de mis mejores amigos que no debía rendirme. Le pregunté si no se había dado cuenta de que yo me había rendido hace ya tiempo. No por derrotismo, ni siquiera por dolor. Por experiencia.
No he tenido una sola relación en la que no me hayan defraudado. Ahora diréis que es por mi nivel de exigencia. No, no es eso. Las personas me defraudan por ellas mismas. Por no estar a la altura de sus afirmaciones o por no ser coherentes. Por dejar de sentir con la misma velocidad con que comenzaron a hacerlo: de forma ficticia, pura ilusión cuasi juvenil que nada tiene que ver con el amor adulto.
Cuando uno es adulto _es, como siempre, mi propia visión del tema no necesariamente una verdad, sólo es “mi” verdad_ no se cree que está enamorado al mes, que lo daría todo al segundo y que se ha acabado el amor al tercero. Eso es infantil, es mentira, es una falacia.
Yo no le llamo afecto a la pasión. Tengo demasiadas horas de vuelo como para no diferenciar el que alguien me guste o me dé placer con quererle y más todavía amarle.
La pasión muere al menor revés, cuando no se siente satisfecha. El amor adulto es un corredor de fondo, la pasión es esprinter: veloz y poco duradera.
Yo soy una corredora de fondo en todo. A pesar de mi temperamento apasionado tengo una vida demasiado vivida como para creerme nada cuyo orígen tenga relación directa con la adrenalina o las hormonas. Tengo perfectamente claro que el tiempo pone a las personas y las cosas en su sitio. Por eso yo me mantengo en el mío. Y si nadie puede llegar adonde estoy y descubrirme, no me sirve.
He puesto la radio y suena una canción de Bebe que me encanta _y no es mi estilo de cantante_. Adoro el mensaje positivo y la fuerza que transmite para todas esas mujeres que hemos elegido salir adelante como podemos, queremos o nos ha tocado: solas.
Así que hoy, mi canción y mi grito de esperanza os lo transmito con voz de niña.
Esa niña que jamás he sido.
6 comentarios:
Hoy me voy a ir a dormir con una sonrisa. Gracias Ninfa!!!
Gracias, como siempre, a ti, a vosotros por estar ahí.
Esta leyendo y deseando rebatir tus palabras, pero no se pueden dar consejos ni llevar la contraria a quien habla desde la experiencia.
Me ha dolido especialmente eso de "esa niña que jamás he sido". Suena triste. Hay cosas que hay que vivir (por decreto) y una de ellas es una infancia feliz y recordable.
Gracias por la canción.
No estás sola.
Félix: sí que es triste que te roben la infancia pero nadie ha podido quitarme la juventud _que se me antoja eterna_ y las ganas de disfrutar.
Creo, como tú, que la infancia debería ser sagrada pero, tristemente, no lo es.
Sí estoy sola, Félix. Eso es algo que también se aprende. Por mucho que tus amigos te quieran, tienen sus propias vidas y uno tiene la suya y ha de pelear con ella. Yo hace mucho que sé que nadie me va a solucionar las cosas, ni siquiera hacérmelas más fáciles a pesar de que me lo han prometido muchas veces (tantas como me han defraudado).
Pero gracias por el buen deseo.
ya lo dijo felix... pero es bueno saberte fuerte a pesar de todos... incluso de uno mismo
Una a una suscribo tus palabras.
Esos que te eligen de repente, y de repente te olvidan...la diferencia entre la pasión que salta por el resorte de las hormonas o la ilusión, y el verdadero sentimiento, sea querer o amar...
Muy bueno como siempre , ninfa...muy exacto; y a seguir siendo quienes somos.
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