Llevo semanas intentando sacarla de ahí pero ni sé cómo ni me escucha. Cierto es que no tengo grandes cosas que decirle: por una parte, ni yo misma me las creo y, por la otra, no se me ocurre ya nada. Se ha metido dentro de sí misma hasta extremos desconocidos incluso para ella. No sale de casa, no hay estímulo exterior que la saque de la apatía, de esa amarga desilusión vital.
¿Cómo se puede hacer soñar a quien lo ha visto todo, a quien a creído tenerlo todo y se le ha deslizado como arena entre los dedos? ¿Qué apósito se le pone a una herida causada a un corazón abierto de par en par que ha sido apaleado, ninguneado, maltratado y expuesto al escarnio con una crueldad sólo comparable a la de un rey medieval? ¿Cómo le vas a hacer entender a una Ninfa que han confundido sus alas con las de un vulgar moscardón?
No ama la Ninfa y no quiere hablar de amor. Está seca pero es que un ser de agua deshidratado se muere, se muere lentamente. Más aún en un ambiente que cada día le es más ajeno, sin afines, en un lugar que no le corresponde, sin nada que le induzca a creer en la magia vital, que no en la amorosa. No quiere amor y yo tampoco se lo recomiendo. Pero necesita aire, necesita risas, necesita compañía, necesita volver a ser el cascabel, el alma de la fiesta que siempre fue. Y no tiene con quien volar, ni una aprendiz de ninfa, ni una amiga que se rebele a su papel de madre de familia, de persona corriente, de... vida limitada.
Y ya no puedo convencerla de que haga algo con su talento, que luche por él porque está lejos del mundo donde las letras aún valen algo y no tiene fuerzas para pelear. Es demasiado tiempo. Es fácil decirle: sigue, lucha, pelea... pero es que el muro es muy grande, el cansancio mayor, las cargas enormes y las alas están rotas.
Para más inri es tiempo de recuerdos y mayormente tristes. Este pretendía ser un verano que compensase de las amarguras del pasado: los plantones, las mentiras, las infidelidades, los desprecios. Pero no hay nadie. Sólo el recuerdo de un viaje a París que fue maravilloso sólo para ella y por culpa del cual nunca podrá regresar, los preparativos de unas vacaciones que fueron maravillosos sólo para otra y cientos de humillaciones en la ignorancia.
Tiene el corazón roto. No es amor, ya no puede amar, pero el dolor y los daños son peores casi que el desamor. La desconfianza, la ausencia de fe, el rencor se han hecho un lugar en un alma que se mantenía casi pura en este aspecto. Por eso se llamaba Ninfa, porque, en el fondo, siempre creyó que la vida podía ser´, algún día, de color de rosa. París parecía el primer paso a esa promesa. Una gran mentira, una gran herida.Y no se cura. Ahora, el centro de mi pequeña hada ya no sale al mundo. Tal vez haya muerto.
¿Y cuál es la condena por matar a una Ninfa?
(Para los que aún pueden soñar con el amor y su ciudad, una canción inolvidable, para que nunca les haga sufrir)
5 comentarios:
Ninfa forma parte de tu esencia, no debes desprenderte de una parte de ti que te complementa.
Sobre los sentimientos, el querer, el amor y la intimidad de cada uno exige reprocidad, si alguien no lo aprecia, no lo valora como es debido es pq no lo merece.
No dejes, ni entierres nada de ti,,,
Y lo mas gracioso es que lo diga yo,
Un beso Nifa
Ninfa forma parte de tu esencia, no debes desprenderte de una parte de ti que te complementa.
Sobre los sentimientos, el querer, el amor y la intimidad de cada uno exige reprocidad, si alguien no lo aprecia, no lo valora como es debido es pq no lo merece.
No dejes, ni entierres nada de ti,,,
Y lo mas gracioso es que lo diga yo,
Un beso Nifa
Supongo que es así, no se puede querer a nadie porque ndie te quiere, aunque no se busque.
Y sí, tiene gracia que me lo digas tú, precisamente...
Un beso, Javi
Supongo que es así, no se puede querer a nadie porque ndie te quiere, aunque no se busque.
Y sí, tiene gracia que me lo digas tú, precisamente...
Un beso, Javi
Sigue buscando Ninfa ;)
" La vie en rose" es mi preferida...
Besso!!
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