Esta entrada debería haberla escrito mi hermana mayor, alias Luján las contadas veces que comenta aquí en la red, porque por teléfono y en directo es mi mayor crítica.
Me comentaba hoy que la imagen que doy en el blog es el de una persona diferente a quien yo soy en el día a día. Dice que parezco una devorahombres (¡jajajajajaa! ¡Pero si estoy retiradísima!), que doy la impresión de tener un carácter terrible, una especie de huracán que destrozará a aquél que pierda su favor... Al tiempo que se lamenta de que ofrezca un aspecto que puede asustar porque, según sus palabras, yo soy buena, tolerante e incapaz de hacer daño a una mosca...
Supongo que mi vehemencia me traiciona. Que cuando sufro o estoy dolida, las letras me resultan tan catárquicas que no necesito hacer daño ni molestar a nadie más pero, lo reconozco, en ocasiones algunos se han sentido lastimados por mi modo de expresarme. En la práctica no es mi intención castigar a nadie con mis escritos, quizá mi castigo es no saber liberarme del dolor de otro modo.
No sé si la impresión que os causo a vosotros, que no me conocéis, es la misma. La de una persona dura o capaz de comerse sin miramientos a quien la perjudique. Reconozco que, alguna vez, me gustaría poder hacerlo pero soy esa clase de bobalicona a la que se gana con una buena palabra o una sentida disculpa. Aún recuerdo, cuando el que entonces era mi amor, volvió a mì después de una buena faena. Me dijo que era muy "generosa" por darle otra oportunidad. Le respondí que no era generosidad, era amor, simplemente. No sé si lo entendió. No sé si alguien lo entiende.
Pues aquí estoy, en nombre de mi hermana mayor, para deciros que soy inofensiva, incluso para los que me hacen daño, que soy muy razonable y tolerante en directo y que la polémica escrita me gusta a pesar de que, en persona, no me atrae lo más mínimo.
Que soy frágil por fuera y también a ratos por dentro. Soy valiente cuando no queda otra y también caigo cuando la vida me viene grande. Un día me dijeron, en un mal momento de tantos, que no me tendían una mano, me tendían las dos: y así fue durante un tiempo. Pocas veces me sentí tan segura y tan apoyada como en esa etapa en que alguien estaba dispuesto a creer en mí y hacer lo necesario, con fe plena, para devolverme la dignidad. No me importa admitir que me siento pequeña y perdida cuando las manos tendidas desaparecen y vuelvo a mirar al horizonte sin ver... Que soy insegura fuera de mi terreno, que no comprendo que no me correspondan cuando lo doy todo aùn cuando sé que esas cosas no se comprenden. Suceden.
Que mis alas son delicadas, por eso me disfrazo de oruga protestona o defensiva para no descubrirme, pero no es mi deseo aparentar ser una especie de Atila al que temer cuando las cosas se ponen feas. Reconozco que yo no me percibo así, agresiva, peligrosa... pero tal vez lo transmito cuando es necesario sacar fuera de uno los malos sentimientos porque guardados sí que hacen daño... especialmente a mí.
Me produce tristeza dar una imagen de alguien que pueda causar miedo o demasiado respeto o rechazo. Soy humana y suave en el trato personal. Graciosa en la charla, amiga incondicional, amante sin medida, amazona de mis roedores. Algo terca, curiosa, ruidosa, de natural alegre aunque la vida no colabore mucho, con una mala salud de hierro y muchas ganas de dar, de dar sin control.
Os dejo que me critiquéis si realmente me veis así. Quisiera que me contáseis cómo me veis, por si ya no transmito esencia y me he pasado al perfume barato. Hay lectores muy especiales para mí. Unos porque llevan tanto tiempo conmigo -y se han tomado la molestia de leer y hasta RELEER de pé a pá mi blog- que creo que sí me entienden, o al menos no los sorprendo con mis malos momentos o mi impulsividad, o el modo cáustico en que me río de mí y de la vida. Otros porque sí, porque algo me hace resonar con ellos y, aunque nunca les he conocido y puede que nunca les conozca, permanecen en contacto conmigo a través de las ondas, incluso cuando no me leen.
He tenido hasta amores platónicos literarios y no tanto, y hasta he sido capaz de callar como una quinceañera. He tenido feroces críticos que han terminado siendo mis amigos aunque Luján insiste en que mi modo de contestar es demasiado frontal. A mí no me molesta la crítica constructiva pero siempre ejerzo mi derecho a réplica y eso no es siempre del gusto de todos. Pero no falto al respeto a nadie que me comente con educación. Otra cosa es que mi dialéctica puede ser muy certera y no para todos los públicos pero... aún así, me resisto a creer que parezco una mujer de la que hay que huir, que se comerá al que no sea bueno con ella o que es intransigente.
No sé, queridos...¿Realmente, así me veis?
(Yo me identifico más con este maravilloso mensaje de Miguel Bosé.Espero no estar lejos de él).
8 comentarios:
Yo no creo que des esa imagen que dices. Puede que si uno se queda solo con lo que escribes puedas parecerlo pero se supone que uno sabe leer entre lineas. Que lo que uno escribe responde a momentos puntuales y no a una actitud general. A mi también me han dicho que parezco permanentemente cabreado pero bueno, se supone que si a uno le interesa saber como es alguien se esfuerza en ir un poco más allá y si no es así generalmente no merece la pena ni la persona ni su opinión así que tampoco te preocupes. No sé si se entiende lo que quiero decir porque esa es otra de mis caracteristicas, que me explico muy mal.
Resumiendo, que tranquila, que ya se ve que eres buena persona.
Un besín y perdona por la parrafada que me pongo a escribir y me hago un lio.
Lo primero, disculpas por esta intromisión a tu espacio que he descubierto a través de una orquidea.
Y vayamos pues con la critica constructiva, que es más bien un autoanálisis porque en muchas cosas que recuerdo a ti. Las personas que vivimos con las vísceras y después intentamos neuroanalizar las cosas, llegamos tarde muchas veces porque ya las reacciones han venido a golparnos la cara. Y caemos en el victimismo porque el que da mucho más a veces de lo que puede no encuentra un replicante en amigo, amor y familia. Me ha costado entender que, al menos en mi entorno, no existe ese amigo incondicional, sé que unos puedo contar para unas cosas y con otros para otras. También renuncié al príncipe azul y me conformo con canallas que me hacen reir y a los que puedo querer a ratitos, en una cama, tomándome un café o por teléfono. Y mi familia, definitivamente, no me entiende pero me adora. El problema Ninfa es que queremos un todo cuando la vida da cachitos. Y quizá sea el momento de saborear esa porción y no ansiar el pastel entero. Es mi percepción y como tal puede estar totalmente equivocada. Un beso
Vayamos por partes.
Si es cierto que alguien que leyera el blog (y algunos comentarios) de forma fragmentaria podria pensar cualquier cosa de ti. Pero si uno se toma la molestia de leer el conjunto, a poco que se fije e intente leer entre lineas descubrira alguien que en ocasiones puede ser acida, incisiva y mordaz, pero que tambien es alegre, simpatica, empatica, dulce, cariñosa (y no digo romantica porque entonces me corre a gorrazos)....
Entrando en este su rincon he pasado buenos momentos, me he reido en ocasiones, he compartido sus pesares en otras y en algunas me ha dejado pensativo, "masticando" alguna de esas frases lapidarias que suelta.
Bueno...a lo que voy, que sino me despisto, y no digo lo que queria decir...jajaja
Aqui, al final cada uno ve lo que quiere ver. El que es propenso amolestarse se molesta, el que viene a pasar un buen rato lo pasa y el imbecil solo sabe el para que entra y que piensa...
Besos
Expresiva en lo que escribes, capaz de no dejar infiferente al lector. Divertida, melancólica, mordad en tus comentarios, sincera sobre el teclado, explosiva en los análisis.
Pq te has de plantear como eres o que piensa el resto.
Los que repetimos sobre tus escritos, estamos por aquí pq queremos y eso será por algo o por todo lo contrario ¿No?.
Me gusta como escribes, no me dejas indiferente, por eso te leo.
Bss Ninfa.
HOLA NINFA:Has expresado bien mi opinion pero que quede claro,como tus seguidores han demostrado,que basta leerte un poco en profundidad para descubrirte.Sin embargo cuando estas en uno de tus momentos de FURIA EXPRESIVA y te despachas como tu sabes quien te lee por suelto,por decirlo de algun modo ,puede quedar un poco apabullado.ESCRIBES,DIVINAMENTE,DE ESO NO HAY DUDA,mi temor es que cuando destacas la parte negativa de alguien parece que solo eso existiera y que nunca nada positivo hubo y yo se que tu reconoces (y mucho)todo lo bueno que en algun momento te han dado.Lo que pasa que te has cruzado con gente que a la hora de hacer las cosas mal ,las ha hecho con ganas,tapando todo lo demas-Bueno ,ojala,esta entrada espabile a los muchos que te leen,calladitos y se les de por comentar que se que a ti te gusta mucho-un beso-
En primer lugar, disculpas por el retraso, he tenido unos días ajetreaditos...
Marieta, bienvenida! Un nuevo lector no es nunca una intromisión, es una alegría. Aunque me reconozco en lo que cuentas, creo que esa etapa la pasé hace mucho. Disto de ser tan ambiciosa, en la práctica, conozco las debilidades de mis amigos, sus errores y cuándo hay que decir "basta". No espero un príncipe azul pero nunca se es más feliz cuando se ama y se es correspondido.
En lo que sí coincido es en la visceralidad, aunque creo que mi querida Inés, con la mejor intención, es algo dura conmigo, porque debe ser la única lectora que lo sabe todo de mí.
Aprecio, igualmente, tu visión, porque es señal de que aquí todo es según el cristal con que se mira.
Un beso
Querido Fran:
Demasiado bueno eres conmigo pero ya sé que, incluso cuando no estamos de acuerdo, me entiendes y respetas. Eso es una rareza y lo aprecio mucho.
No me disgustan las parrafadas. al contrario, ya ves que soy igual que tú.
Otro besín.
A mi "Angelos":
Qué decir de mi más fiel admirador y, ojito, sin conocerme (al menos físicamente, de nada). Es de las raras avis que se han leído el blog de pé a pa y por eso nunca se equivoca...
Aparte de que tenemos hilo directo vía internáutica y, cuando nos tropezamos, (nuestros horarios no coinciden mucho), nos ponemos muy al día. Pero creo mucho en el criterio de los que, como Fran, lo han leído todo o casi todo.
Para mi querido Javi:
Tu capacidad de descripción, me conmueve y me sorprende. Escribes? Si no es así, deberías hacerlo.
Escribo no para gustar, pero acepto críticas y Luján me hizo reflexionar...
Pero creo que me has captado bien y cualquiera que empuñe una pluma, aunque sea "virtual" desea comunicar y, sobre todas las cosas, no resultar indiferente.
Muchas gracias.
Un beso
Mira...hace mucho te leo... algunas veces en silencio, otras opino (aunque pocas) pero a mi no me pareces nada de feroz, simplemente te leo como alquien que hace un extraordinario ejercicio de catarsis de sus emociones y sentimientos de situaciones que a todos nos suceden (a veces peor o no tan mal o igual). Yo halago este tipo de lecturas que nos dejan ver como seres humanos reales en este mundo virtual. Aplaudo tus palabras y para que sigan aquí... para los que nos gusta leerte y apreciarte a través de esta vida cibernética que bien dá amigos con quien compartir este andar...
Abrazos!!!!
Querida artista:
Sabes que aprecio mucho tus comentarios y que ninguno os hayáis limitado al mero peloteo. La gente del día a día (que no me suele leer)dicen que está mal que me desnude. Para mí, la diferencia de este blog personal de entre muchos otros, no es su gran calidad literaria sino que sus textos tienen alma... Y el alma sufre y se debate, también, se enfada, se equivoca y necesita manifestarse. Que debería protegerme más? Puede ser pero es que la Ninfa siempre ha ido por libre...
Muchísimas gracias y un gran abrazo!
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