jueves, noviembre 29, 2007

Saltos mortales en 360 palabras

Definitivamente, mi año no tiene desperdicio. Ha sido una etapa de cambios, saltos mortales, vicisitudes y mucho valor. Cambié las piedras de mi Compostela natal por el asfalto de la Gran Vía madrileña. Dejé a mis amigos de siempre para conocer a otros más parecidos a mí (por solos, por libres,, por desparejados).

Me subí al avión del futuro con una mano delante y otra detrás, sin conocidos, sin casa y sin dinero, con mi coraje como único equipaje. Atrás dejé tres años de infierno en el paro, a mis niños en casa del desequilibrado de su padre a quien le ha dado tiempo de tener dos niñas (¡y van cuatro!) sin abandonar el paro ni la pensión irrisoria que nos pasa.

Mientras ellos apoyan la natalidad, yo he hecho algo tan prosaico como lograr un trabajo estable, montar un piso para mis dos peques de 5 y 6 años en solitario. En los 4 meses de nuestra separación recuperé una parte de mi vida de soltera, di carpetazo a relaciones que no me conducían a ninguna parte y luché con uñas y dientes por un empleo que se me resistió hasta el último día. Ante todo, solté lastre y crecí.

Escolarizar a mis hijos fue una pesadilla, perdí todas las subvenciones, tuve que llamar a la policía para que me entregasen mis muebles, he padecido seis asistentas en tres meses y aún no me he suicidado.

En la capital me encuentro como en casa, soy urbanita vocacional. Me fascina la embriagadora vista del Palacio Real y la Almudena desde mi oficina. He conocido artistas de paso, sentimientos prohibidos, noches vacías con tipejos vulgares y noches llenas con algún mago de las emociones. Me atreví con algún affaire al límite de lo políticamente correcto, enfrenté nuevos retos laborales y vitales y he descubierto cómo ser madre en soledad y casi morir en el intento.

Estamos lejos (mi pequeña familia y yo) de haberlo logrado todo pero somos valientes y aventureros y nos merecemos una oportunidad. He renunciado a ser una superwoman, una supermamá y una supernada. Sólo soy una mujer de los pies a la cabeza.

Y nunca es tarde para descubrirlo.




(Este post participa en el concurso de atrápalo. Vota si lo deseas)

5 comentarios:

Pepe Castro dijo...

Cómo me alegro de que por fin hayas encauzado tu vida. Yo estoy a punto de dar un volantazo a la mía, aún trato de hacerme a la idea. Próximamente en mi blog.
Nos vemos.

Esther Hhhh dijo...

Hola guapa:

He entrado aquí desde otro de tus rincones (soy Nsjmah allí) y me ha encantado lo que he leído.

Un besazo enorme

ninfasecreta dijo...

Pues muchas gracias, Esther, vuelve para quedarte.

Un beso

Anónimo dijo...

Yo también me he rehecho a mi misma y he reconstruído mi corazón..también esto me ha hecho crecer. Por supuesto, tienes mi voto.

El mío va de este mundo imperfecto...
Te invito a que le eches un vistazo se titula ODIO AMARTE

http://torremocha28.wordpress.com/2007/11/29/odio-amarte/

ninfasecreta dijo...

Espero que tu blog no tenga nada que ver con tu resurrección...

Tú también tienes mi voto, valiente!

Un beso