domingo, junio 24, 2007

La familia "toma" Madrid

No parezco encontrar tiempo ni momento para nada. Sólo en mis escapadas a la que ya pronto dejará de ser "mi" casa compostelana_con las quejas de mi compañero de piso que no quiere que me lleve el sofá y alguna cosa más..._ tengo las noches y la conexión necesaria para volver a mi hogar virtual.

Heme aquí mirando por internet el famoso catálogo de Ikea por primera vez (me ha parecido que tenían cuatro cosas, seguro que no he navegado bien) y rebuscando por centésima pisos maravillosos a precios horrorosos pero accesibles.

La semana que viene mis niños llegan a Madrid. Me quitaré la presión de las despedidas y de las idas y venidas y, a cambio, tendré durante el primer mes al menos, la de ver dónde y con quién los dejo. He visto un piso que debería ser mío pero no puedo pillar antes de agosto porque no estoy para tirar dinero. Creo que le gusté al propietario. Es joven y yo parezco una persona decente. Me refiero a que no tengo aspecto de hacer fiestorros en casa, al menos delante de los caseros. La verdad es que "en casa" no los hago. Madrid tiene mucha fiesta para irme a armarla con mis pequeños roedores.

Vivo con cierto luto la posibilidad de separarme de mi compañera de fatigas desde que puse los pies en Madrid. No está en mi ánimo perder el contacto (soy muy pesada con la gente que me importa y no me largo de sus vidas así como así) pero no es lo mismo cenar juntas, rajar un rato y dormirse en el sofá, también juntas, cada una por su lado, eso sí, cada día.

Hemos sido y somos confidentes, compañeras de juergas, _junto con alguna espía hechicera que anda por aquí de cuyo paralelismo en nuestras vidas y hasta en nuestros signos algún día daré cuenta, cuando nos conozcamos mejor_ y un poco hermanas. Me ha "prestado" a alguna de sus primas (tan simpáticas, tan guapas y tan acogedoras que nunca me he sentido de sobra). Le digo que se busque otra compañera de piso porque le vendrá bien y porque le deseo lo mejor. Y en el fondo no tengo ni puñeteras ganas de ser sustituida tan pronto. Me da miedo que se cumplan esos presagios de que en Madrid la gente está muy lejos y no se ve. Yo no voy a colaborar pero, como mami de dos peques, los fines de semana conmigo no son el plan más alucinante para una chica soltera en edad de merecer.

Ha sido mucho más que un acuerdo económico. Me sentí en "casa" en cuanto crucé la puerta de la suya. Jamás estuve incómoda o cohibida y, aunque suene raro, yo en el ambiente de los demás son más bien retraída. Me ha reñido alguna vez, con ese genio noble de Castilla, para darme caña, yo también la necesito de vez en cuando. Quiero a mi compi y me pone triste que sea imposible que siga siéndolo por más tiempo. Me alegra tener a mis hijos al fin conmigo, intentar hacerme con una casa, vivir una vida normal y romper el cordón umbilical con papaíto. Para mí no es problema, combino mi faceta nínfica, trabajadora, amiga, traviesa y madre sin mucha dificultad. Pero me encantaría poder vivir cerca de M. Lo malo es que los pisos donde estoy ahora son caros y escasos, sería un milagro encontrar algo cerca. Ya he organizado el modo de salir los jueves y que regresar solas a casa no sea un problema. A veces, parece que, en vez de mudarme a algún barrio de Madrid, me voy a Alemania. Y no quiero que sea así. Es más, no me da la gana.

Yo soy así, un poco pánfila. Me encanta querer a la gente. No a toda la gente, no soy tan estúpida. Pero me parece tristísimo no darse a la amistad si ésta ofrece señales de ser verdadera. Me he equivocado algunas veces pero las cuatro o cinco que he acertado ha sido a lo grande.

Mi vida sigue siendo una improvisación (en realidad, lo es la de todo el mundo, lo que pasa es que lo mío "canta" más). Espero ordenarla en unos meses y poder empezar a pensar en echar raíces.

Mi casa espiritual está patas arriba. Sin tiempo para pensar en tonterías emocionales con los hombres (aunque siguen pareciéndome una diversión sin igual), pretendo crear un hogar sin saber dónde estará mi piso, qué muebles llevaré o venderé, cómo diablos me mudaré y cómo saldré parada de un julio laboral en llamas. No estoy asustada _el miedo paraliza, yo no me puedo permitir estas cosas_ sí preocupada. Razonablemente preocupada.

Me voy a ir con todas las consecuencias. Ya mi vida pertenece a otra ciudad y a otras gentes aunque sea imposible olvidar a los míos que ahora viven tan lejos de mí que no puedo verles ni cuando estoy en Galicia. Quiero una casa bonita para que mis hijos no tengan que cambiar de colegio más veces y un sueldo decente para poder mantenerlos sin vivir permanentemente al límite. Son muchos deseos, no se cumplirán todos, pero el que no llora no mama.

Quiero paz y estabilidad laboral. Quiero crear mi nueva familia madrileña _hasta tengo alguna lectora fiel y encantadora persona que me regaló mi compañera_. Temo sentirme perdida cuando estemos los niños y yo solos ante el peligro. Que nos pase como ahora, que lo hacemos todo los tres y nadie más, salvo excepciones.

No es el final de nada. Es el comienzo. Lo afronto con esperanza, con ilusión y esperando crecer. Me pongo como meta no dejar pasar a nadie que valga la pena, luchar para hacerme mi sitio en el trabajo, para que los niños estén contentos y se sientan seguros de una vez, tener amigos que me endulcen y a los que endulzar la vida.

Me pongo como meta una vida plena, sin estridencias, pero plena.

Seguramente pasaré toda mi existencia intentándolo pero...

¿A alguien se le ocurre algo mejor que hacer?

7 comentarios:

Raúl Alberto dijo...

Hace rato que no actualizabas el blog y ya te echaba en falta. Los inicios son hermosos, las expectativas jamás deben desaparecer, siempre se tiene ese gusanillo del miedo que corroe el cuerpo, pero que pide poner atención a lo que haga falta, para no tropezar, para vadear el pequeño rió que haga obstáculo, te deseo mucho éxito en este segundo paso que das en busca de un futuro mejor para ti y para los peques…y por cierto, sabes que un lector fiel también lo tienes…muchos bicos guapa…

Chipsoni@ dijo...

Niña, que me alegro un huevo de que te vaya bien en el curro, de que tengas ambientillo en Madrid, de que tengas a los niños contigo y sobre todo de que te puedas olvidar de una vez por toda de las paranoias y los chantajes emocionales de tu ex.

A ver si te hago una visita pronto,
Belén y yo llevamos un tiempo dándole vueltas y lo mismo nos ponemos alli antes de lo que crees ;-).

Besotes, preciosa.

Anónimo dijo...

Tu lucha es una de las que más merece la pena. Hacer todo lo posible, poner en juego todos los "talentos" que uno tenga para, cuando llegue la hora de sentarse en una mecedora al sol, poder decir al menos..."lo he intentado".
Mucho ánimo y un beso.
Maohi.

Anónimo dijo...

Creo que te mereces ser feliz, y lograr todas tus metas, porque haz luchado mucho por ellas, te deso lo mejor, de lo mejor, mucho éxito en tu vida en Madrid, y sobre todo que bien que estes junto con tus hijos, ellos te darán la fuerza para seguir adelante con tus proyectos...

Te dejo un fuerte abrazo, de tu fiel lectora y amiga... SSy

Anónimo dijo...

Querida ninfa; suscribo todo lo que dicen los anteriores lectores y lectoras. La vida es un "continuo" que tenemos que estar siempre construyendo; es ese mito de "el dorado" que estamos continuamente buscando para no quedar aletargadas, paralizadas...., para no desaparecer. Insisto, te deseo lo mejor, por ti y por tus hijos, y mucha suerte con tu familia madrileña.
De verdad siento de corazón no haber podido conocernos mejor y poder forjar una amistad de esas que perduran en el tiempo, pero como se suele decir: "fué bonito mientra duró", no es momento de entristecerse, pues la vida está llena de pequeños momentos que tenems q disfrutar y aprovechar, y ya ha sido mucho el haberte conocido. Seguiré siendo una lectora fiel, y haré todo lo posible x no dejar q muera del todo este"proyecto de amistad" que no tuvo tiempo de cuajar...Yo tb puedo ser muy pesada, y solo tiro la toalla cuando compruebo por enésima vez que ya no merece la pena seguir intentándolo; porque ya has entrado en mi vida y, aunque solo sea a través de este blog, no dejaré tan fácilmente que te vayas.
Ahora tú a centrarte en lo primordial...darle estabilidad y un buen ambiente a tus hijos, y lo demás vendrá por añadidura...y el tiempo dirá. ¡Te deseo lo mejor!.

Anónimo dijo...

Hola guapisima, me he encantado este post, de veras, eres un cielo, y te va a ir muy bien porque a la buena gente siempre le tiene que ir bien, y tu eres buena buena gente.

Te deseo lo mejor, espero que no perdamos el contacto nunca, gente como tu no se encuentra facilmente.

Un besazo

José del Rincón dijo...

Suerte con la búsqueda del piso y que te vaya muy bien en esta nueva etapa. (Siento ser tan horriblemente tópico pero no se me ocurría nada más original y ya me iba tocando escribirte un comentario).

Un besazo.